A falta de fabes, bueno es cachopo

El estadio rojiblanco, mítico donde los haya, no es un buen escenario para buscar revalidas. O sí, ¿por qué no? Qué mejor que un entorno de postín para vestir las mejores galas y dar una buena imagen. Para ser atractivo y conquistador. Porque dicen que en la tele uno parece más gordo, que la pantallita -como la del VAR- distorsiona la realidad. Pero allí, en la ciudad asturiana, habrá unos 1.500 seguidores verdiblancos presentes para hacer evaluación. Examinadores de bufanda.

El técnico racinguista se debate entre dos opciones: el aspirante a sorprender con el 'tiki-taka' o el realista que apuesta por un juego más directo y acorde con el nivel de su plantilla. Jugar lejos de los Campos de Sport también puede afectar a la decisión. Más allá de que ante el Mirandés el Racing dejó un poco de lado el sobeteo de la pelota para ser más efectivo que efectista, hay una circunstancia que puede marcar la elección para la tarde de hoy: Nuha.

Si los delanteros viven de las rachas, después de marcar dos tantos y ser protagonista en el último encuentro, el catalán tiene que estar sobre el 'prao'. Otra cosa no se entendería. Y la 'pantera' de El Alisal, por sus características, pide un tipo de fútbol mucho más directo. Es rápido, va bien por alto y busca los espacios a la espalda de la defensa. Vamos, lo que el Racing bordó en su único triunfo de la temporada. Además de recuperar la confianza perdida, el vestuario verdiblanco, empezando por su entrenador, deben haber aprendido la lección.

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Si Nuha es fijo y obligatorio, otra cosa será ver si Ania apuesta de nuevo por una dupla atacante o elige un mediapunta que actúe detrás del nueve para tener más futbolistas por dentro. Para la primera alternativa, David Rodríguez parece que ya ha entrado en la dinámica del equipo. Para la segunda, el entrenador no cuenta con su '10' habitual, Álvaro Cejudo. Enzo Lombardo puede ser la opción más natural, aunque el míster también podría recuperar la propuesta -no especialmente exitosa de Vallecas- de jugar con tres centrocampistas, donde Sergio Ruiz fue el más adelantado. El regresado tras sanción Nkaka, Mario Ortiz y Kitoko son los otros posibles ocupantes del doble pivote.

Por las bandas, Yoda sigue siendo el jugador más determinante. Y Enzo Lombardo el otro habitual. Pero ahí están Nico Hidalgo o Cayarga esperando su oportunidad. Sin duda, una ocasión especial para el avilesino, que estará deseando volver a El Molinón ahora que ya ha logrado estrenarse como futbolista de Segunda División.

Mientras tanto, en la defensa, a saber. La veterana pareja formada por Jordi Figueras y Alexis funcionó frente al Mirandés. Tienen sus defectos, como la falta de velocidad, pero también sus virtudes. Y un Olaortua demasiado irregular puede estar pagando los platos rotos de los errores defensivos. Buñuel, casi seguro, estará en la banda derecha y en la izquierda, salvo sorpresa, será Moi de nuevo el propietario del carril en detrimento de Abraham Minero.

Por una vez, el Racing tendrá cierta ventaja sobre su rival con motivo de los caprichosos calendarios y horarios de LaLiga. El equipo verdiblanco ha disfrutado de dos días más de descanso que el Sporting y eso siempre es algo bueno. El equipo asturiano, en la zona media-alta de los mayores presupuestos de la categoría, no está completando un inicio liguero para soñar. Una victoria -2-0 contra el Albacete- y tres empates -contra Deportivo y Rayo Vallecano en casa y frente al Girona, fuera- le colocan en la posición decimoquinta, con tan solo un punto más que un Racing que hasta el martes era un auténtico desastre.

Esos resultados, lógicamente, tienen a la grada rojiblanca pendiente. Si los aficionados racinguistas tomarán nota, los asturianos quizá tomen partido si las cosas no mejoran. Los malos resultados en las tres últimas jornadas, en las que solo sumó un punto y el hecho de disputar tres encuentros en siete días, probablemente lleven al técnico José Alberto a realizar cambios en su once inicial. Todo en su intento de dar con una tecla que aún no ha encontrado. El míster puede que se la esté jugando.

Lo que el difunto Manolo Preciado unió, el equipo de sus amores con el que le conquistó el corazón más tarde, estará separado hoy por una pelota, por dos estados de ánimo y por dos objetivos distintos: los cántabros quieren reafirmarse. Los asturianos, redimirse. Y en esto del fútbol, las dos situaciones son prácticamente imposibles sobre un terreno de juego. En Iván Ania y los suyos estará que sean los cántabros los que logren su ambición, porque hacer del cambio de dinámica una racha siempre será una buena noticia de cara a una lucha por la permanencia en el fútbol profesional que se antoja larga y encarnizada. Y ya ha sufrido bastante la parroquia verdiblanca como para volver a caer en el barro de la Segunda División B.