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De todas las maneras de cortejar la felicidad, la posibilidad de ver ganar a tu equipo puede ser la más sencilla. Y si encima es el Racing y puede clasificarse para disputar un play off de ascenso a Primera División, más todavía. Eso es lo que se palpaba en la 'Fan Zone' verdiblanca atestada de racinguistas apenas unas horas después de que abriese sus puertas a las 13.00 horas. El color lo inundaba todo. En realidad solo dos tonos, verde y blanco, para qué más. Camisetas, sombreros, bufandas, banderas, maquillajes verdiblancos en los mofletes del personal y una pancarta bien grande en la que se podía leer: «Vuelve el Rey en el Norte». Aficionados alegres y motivados, con ganas de fiesta. Al Racing le bastaba un solo punto ante el Zaragoza para que todo volviese a ser promesa.
Verónica Herrero, Nacho González y Mireia Valdo son de los que creen en esa promesa. Los tres se pasaron por el pintacaras. «Era para los niños, pero nosotros nos hemos puesto. Nos han hecho las banderas del Racing», cantaban los tres casi al unísono. Fueron madrugadores y llevaban en la 'Fan Zone' casi desde antes de que se abriese. «A las 12.30 horas ya estábamos por aquí, pero hemos tenido que esperar hasta la una», decía Nacho. Mireia, que es de la Peña San José 1913, es socia del Racing, pero sus dos compañeros han sacado entrada. «Vamos a la Gradona, que no nos lo queremos perder», contaba Verónica.
El único que no se coló en la cita con el racinguismo fue el sol. No se presentó a bañar de luz la escena, como señal de que una fuerza omnisciente daba su aprobación para estar allí sin nada más que hacer que animar al Racing, que no es poco. Pero no hizo falta. El brillo y la luz los pusieron la parroquia verdiblanca. Los destilaban en cada gesto, cada sonrisa y cada mirada. Porque soñar con un regreso a Primera del Racing es motivo más que suficiente para desatar la locura de los aficionados. Y es que a estas alturas de la historia ya se ha conseguido cuantificar cuántas vidas ha salvado la penicilina, pero todavía queda por hacer el recuento de todas las veces que un batalla ganada por el Racing restauró el ánimo de los racinguistas y dio a su mundo su sentido más pletórico.
Rebeca Cuesta, Andrea Herrero, Eduardo Carracedo y Aurora Torrecilla estaban encantados con el ambiente en la 'Fan Zone'. «Está todo genial. Es que hasta hay gente del Zaragoza y todo en armonía», comentaba Aurora. «Vamos a ganar seguro. No hay nada mejor para sacar una sonrisa que saber que el Racing puede volver a Primera», decía Andrea. «Estamos con ellos», apostillaba Rebeca. El caso es que nadie escapaba al ambientazo en verde y blanco. Una previa por todo lo alto para desatar la locura verdiblanca.
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Y para locura la que inundó El Sardinero, que este domingo se convirtió en una auténtico frenopático racinguista. Lleno hasta los topes, que para eso era el quinto 'No hay billetes' de la temporada. Los murmullos recorrían la grada y se convertían en una ola furiosa. «Lo tenemos hecho», «Hoy ganamos 5-0», «El equipo es que ya va solo», eran frases que se podían escuchar acompañadas de alguna risa pícara y socarrona. Spoiler. No fue así.
Y si Íñigo Vicente se encarga de la magia dentro del campo, la Gradona lo hace en fuera de él. Un espectacular tifo en el que se leía 'Racing Club' comenzó a desplegarse al ritmo de la Fuente de Cacho para adornar la grada de animación majestuosamente. «Racing Santander, ale, ale», coreaba la Gradona mientras todo el estadio daba palmas y formaban en conjunto un estruendo ensordecedor. Decibelios por un tubo. Como avisando: 'Esta es la potencia del Rey en el Norte'. Y cuando todo El Sardinero se puso a botar al unísono llegó el primer 'Uyy' con un lanzamiento de Peque que Badia atrapó sin problemas. La afición maña también trataba de jalear a los suyos, pero las voces de los racinguistas, que se contaban por miles, ahogaban sus intentos. Incluso cuando los maños se adelantaron en el marcador.
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Aser Falagán
Con cada choque entre jugadores, y hubo unos cuantos, la grada comenzó a calentarse y a protestar airada. Los pitidos atronaron y los aficionados echaban mano al bolsillo para blandir en el aire una tarjeta imaginaria. Y entonces llegó. El gol del Racing fue una catarsis. Liberó todas las tensiones, pero solo momentáneamente, porque el VAR anuló el tanto entre las quejas del racinguismo. «¡Manos arriba, es un atraco!», tronaba El Sardinero.
Pronto cambiaron las protestas por nuevos gritos de ánimo cada vez el que el Racing rozaba el gol. Y el «Vicente, Vicente» resonó como nunca en El Sardinero acompañado de una ola de aplausos cuando el '10' tuvo que salir en camilla del césped asistido por los sanitarios. No faltó aquello de «Una ilusión nos persigue, la Primera División», pero ni conjurándole llegó el gol del Racing. En lugar de eso el Zaragoza hizo el segundo. Un jarro de agua fría. Congelada. Solo el calor de los aficionados pudo aliviar un poco a los de José Alberto, que se quedaron sentados en el suelo sabedores de la oportunidad perdida. Poco después se acercaron como siempre a saludar a la Gradona que les respondió con énfasis y un caluroso aplauso al que se unió el resto del campo para recordarles a voz en grito que les persigue una ilusión.
🔛 La ‘Fan Zone’ ya empieza a llenarse de racinguismo. ¡Te esperamos en la previa! 🟢⚪️ #RacingRealZaragoza pic.twitter.com/MEyWmrUtFW
— Real Racing Club (@realracingclub) May 26, 2024
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