Secciones
Servicios
Destacamos
Sergio Herrero
Getxo
Sábado, 26 de enero 2019, 08:24
Este sábado se han cumplido cinco años del día en que el Racing decidió morder la mano de quien le quitaba la comida. De su carcelero. De quien reía con sorna al otro lado de los barrotes. Aquel viaje de vuelta de Zamora, donde el equipo dirigido por Paco Fernández perdió y se desangró, sirvió de gabinete de crisis entre las butacas del autobús. «Se acabó», acordaron los miembros de ese 'Racing de los cojones' en una decisión que iba a dar la vuelta al mundo y supondría la liberación del club. Y un regate a la muerte de la entidad. Un lustro en el que la situación deportiva no ha mejorado demasiado, pero durante el que el paciente logró abandonar una Unidad de Cuidados Intensivos donde ya había recibido la extrema unción para vivir, ahora, preocupado, más esperanzado, en planta.
De momento, frente al Arenas, como en las salas de enigmas que ahora están tan de moda, el conjunto cántabro ha logrado escapar justo antes de que sonara la bocina. Sólo un
Arenas de Getxo
Txemi, Jordan, Gayoso (Jimmy, min. 76), Jesús Pozo, González, Matador (Júnior, min. 69), Xeber (Güemes, min. 81), Uranga, Dani López, Azkue y Zamorano.
0
-
1
Racing
Crespo, Nico Hidalgo, Julen, Gil, Olaortua, Sergio Ruiz, Cayarga, Kitoko (Rafa de Vicente, min. 51), Dani Segovia (Barral, min. 41), Noguera y Enzo Lombardo (Jon Ander, min. 73).
goles 0-1, min. 88: Rafa de Vicente, de penalti.
árbitro Usón Rosel (Comité Aragonés). Amonestó a los locales Jordan, Pozo, Gayoso y a los visitantes Nico Hidalgo, Olaortua, Cayarga y Óscar Gil.
incidencias Gobela. Césped artificial. Tarde apacible
El público Algo más de 2.000 espectadores en el estadio vizcaíno. De ellos, cerca de un millar de seguidores verdiblancos que acompañaron a su equipo en el partido frente al Arenas
el detalle El Racing hizo entrega de una placa al Arenas con motivo del centenario de la Copa del Rey conquistada por el club vasco hace cien años. Los jugadores verdiblancos lucieron brazalete blanco en memoria del exracinguista recientemente fallecido Francisco Sampedro.
La alineación de Iván Ania trajo a
Pero en este tipo de campos, que minimizan las diferencias entre dos equipos aparentemente muy lejanos, lo importante está en, al menos, igualar la intensidad. Después la calidad decide. El Racing no sólo empató en esa faceta, sino que
La presión racinguista en la primera mitad convirtió al Arenas en un enemigo tembloroso. Los verdiblancos se dedicaron a menear con fuerza el árbol rojinegro, a ver si caía por fin la fruta. Lo que pasa es que, como los cántabros no lograban ponerse por delante en el marcador, el equipo vizcaíno estaba en disposición de, con muy poco, ponerse por delante. Y le faltó poco. Uranga remató de cabeza un balón que se marchó susurrando maldades al palo derecho de la meta de Iván Crespo.
En eso que, en el minuto 41, llegó el primer cambio de Ania.
Como los tigres, tigres, y los leones, leones de Torrebruno, los del Racing también quieren ser los campeones. En la jaula o en libertad. Y para seguir ese camino, en Gobela también había que ganar. Aquí no vale con parecer mejor. Hay que serlo. Como en los dos partidos anteriores, e
Un remate de Uranga en el área pequeña tocó en un zaguero racinguista y Crespo atrapó. Los locales pidieron mano. En el otro extremo de la pajarera, un centro de Julen Castañeda lo tocó Barral y la posterior volea de Cayarga se estrelló en el cuerpo de un rival. Precisamente,
Barral se durmió cuando se acercaba al área. Noguera ni remató un buen centro de Julen que le dejó solo delante de la portería. Y así el 0-0, que tan coqueto queda para la montura de unas gafas, seguía languideciendo el encuentro. Mientras tanto, el Arenas aprovechaba cuando tenía ocasión para perder un ratuco de tiempo, sin olvidarse de la portería de Crespo. Un centro chut de Xeber estuvo a punto de complicarle la vida al meta de Viveda.
A Iván Ania se le acababan los argumentos y decidió tirar de experiencia. De un Jon Ander que sabe moverse por los campos de la zona. Por si acaso al vitoriano se le ocurría liarla parda como la del fin de semana anterior frente al Mirandés. Había tiempo, lo que no estaba tan claro si había capacidad. Porque el Racing estaba completando una muy pobre segunda mitad. Tanto que, tras un córner botado desde la izquierda, fueron los propios jugadores verdiblancos los que casi sacaron la pelota de debajo de los palos de Txemi Talledo.
Y el portero fue el que tuvo que solucionar los problemas racinguistas en el minuto 87. Se le escapó un balón enviado por Cayarga y cuando Jon Ander se lanzó en su búsqueda, Pozo le agarró por la camiseta y el racinguista fue al suelo.
Escalar una montaña supone un reto de partida. No importa lo consumado escalador que se sea. En cada risco, en cada arista y en cada pico aguardan los peligros. Para el Racing su montaña acaba en junio y para hacer cumbre tiene que superar aristas ... como la que esta tarde se le presenta en Gobela (18.00 horas); una vía por explorar. No es la más mayor ni la más peligrosa, pero sí la que peor se le da. Donde más incómodo se encuentra. Su debilidad.
Un campo pequeño, de hierba artificial y donde el balón lleva alas son cosas para las que no está del todo preparada una plantilla que el pasado jueves, su escultor, Chuti Molina, aseguró que le queda «un fichaje por hacer». Ayer llegó Mario Ortiz. Hay alpinistas que se les da mejor la nieve polvo y a otros la escalada libre; pero en cualquier caso, para hollar la cima de la montaña sólo se puede hacer de una manera: ascendiendo. En eso, el Racing también tiene algo de escalador. Disfruta en su cordillera predilecta, El Sardinero, donde no hay quien le gane; sufre pero no pierde en picos como Tudela, Estella o Guernica y se sobrepone al frío que generan los malos resultados -tres jornadas sin ganar- en lugares como Zubieta, donde cogió el oxígeno necesario para ascender. Para ese objetivo que tiene tatuado en su piel. Subir, ascender, no mirar atrás... Sabiduría de montañero.
Quizás después de hoy no le toque mirar a su espalda, pero sí al cielo si quiere adaptarse al insobornable estilo de juego que el Arenas de Getxo practica en su campo. La pelota va y viene por lo alto. No importa cuánto de alto. Le llaman 'La Jaula', y a todo aquello a lo que le llamen así no anuncia buenos propósitos. La estrechez del terreno de juego impide tocar con cierta soltura la pelota y, por tanto, recorta la filosofía que Iván Ania le ha puesto como lema a su particular ascensión. Hoy estarán en el campo -aunque no todos en la alineación- los Noguera, Cejudo, Barral, Lombardo, Hidalgo y uno de los últimos en llegar, Redru. Una expedición donde la calidad va en la expedición y a la que hoy le obligarán a cambiarse de botas. El entrenador es el que tiene que elegir el orden de la cordada para superar el vértigo de Gobela, un escenario donde ganó la Gimnástica en un partido en el que los torrelaveguenses se impusieron al Arenas de Getxo porque hicieron una ocasión de gol más que ellos. El partido acabó 0-1. Ni más ni menos.
Sin Figueras, que continúa con su recuperación de la rotura de fibras, el quebradero de cabeza de Ania es sustituir a Aitor Buñuel, titular las 22 jornadas disputadas -aunque ayer confirmó que lo tenía decidido-. La montaña genera imprevistos como este, que a buen seguro se lo imaginaban en El Sardinero y al que tienen que buscarle solución urgente antes de que la tempestad se los coma. Al asturiano le cuadra una defensa con Olaortua de lateral derecho. Gil y Julen Castañeda seguirían siendo los centrales y Redru, que acaba de llegar, y que ni le va bien el campo ni le ha dado tiempo aún a meterse en la dinámica, podría debutar con el '3' a la espalda. La otra alternativa sería colocar a Kitoko en esa posición de lateral derecho en la que Chuti Molina repite una y otra vez que el congoleño es un especialista si la situación la requiere. Lo cierto es que a Kitoko le quieren últimamente en todos los sitios. En el centro del campo, donde resiste como líder el incombustible Sergio Ruiz, a Kitoko, que se ganó el puesto en Zubieta y El Sardinero, le demandan y para Getxo no existe otro mejor dado lo que le espera al equipo. No obstante, si al congoleño le cambian el rol y le mandan a defender en el lateral derecho, su sustituto será Rafa de Vicente.
Sacrificio, recorrido y generosidad, pero también fútbol son las bases de un equipo que saltará al campo con idea de frenar a un enemigo menor, pero envalentonado por estar en su casa. El dilema viene del centro del campo hacia delante: ¿Quién se adaptará mejor al medio hostil? Noguera, Cejudo, Hidalgo y Lombardo. Los cuatro tenores. Los dos primeros apenas han jugado juntos, si acaso veinte minutos el pasado domingo ante el Mirandés y bastó para demostrar que son distintos al resto. Hidalgo es de todos el que más se parece a un extremo de vocación, pero Ania también lo señaló ayer como lateral. Lo mismo le corta las alas y le recorta el recorrido. Y el cuarto y último es una de sus debilidades, que sin estar en su mejor momento no se ha perdido ninguna expedición. Bien es cierto que nunca han estado todos disponibles hasta hoy. Por eliminación puede ser que el francés sea el damnificado por tanto talento.
Lo de acertar con el delantero es de nota. Si es por méritos, Jon Ander debería ser titular. Se le da mejor que a nadie este tipo de guerras y tiene aún las pulsaciones altas desde que marcó el gol de la victoria ante el Mirandés saliendo como tercer plato. Sin embargo el dominio del juego aéreo de Segovia y la importancia de Barral no le ponen la cosa fácil. El gaditano será titular sí o sí tarde o temprano, pero ante el Arenas de Getxo no parece que sea el sitio ni el momento. Pero es Barral y sino que se lo pregunten a los rivales. El caso es que hay otras variables que son más sencillas de acertar, como que a Quique Rivero se le reservará para otra tarde más -ojo que con el fichaje de Mario Ortiz empieza a haber overbooking-.
El partido de hoy es distinto; no es como el de Izarra, porque el campo es más pequeño, tampoco como el de Llodio -ante el Vitoria- donde al rival no le importaba tener la pelota ni tan siquiera como el de Tudela, donde el barro era para todos. En 'La jaula' el éxito se obtiene a base de mediotraicionar la filosofía. La temporada pasada el Racing salió con un correctivo que le hizo tambalearse: 3 a 1. Ni estuvo ni se le esperó. No le dio tiempo ni adaptarse al campo base. Es cierto que este Racing, el de Ania, es mejor y tiene más recursos que aquel, pero sirva de advertencia. Tampoco su rival es el mismo, por aquel entonces había perdido en su celda dos partidos en dos años y sólo esta temporada lleva ya cuatro: Izarra, Oviedo B, Gimnástica y Real B.
El histórico club vizcaíno está dirigido por un técnico que sabe lo que significa sacarle partido a lo que se tiene: Jabi Luaces. La pasada campaña dirigió al Gernika, donde hizo de todo: entrenador, director deportivo... Por imposición o por vocación sabe perfectamente cómo se juega en Gobela y su equipo y la afición también. A ver el Racing.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.