

Secciones
Servicios
Destacamos
Lo primero que uno veía ayer al subir a la tribuna era a los muchachotes de protección civil, apostados en el primer vomitorio, con los ... desfibriladores en ristre. ¿Pero esta va a ser una jornada de infarto? Mira que nosotros ya no estamos acostumbrados a sufrir, y lo mismo nos sienta mal. Y Mario Soberón parecía empeñado en meternos miedo al frente de sus panteras rosas, pero yo diría que lo peor para los corazones verdiblancos fue lo del gol interruptus. No apto para cardiacos, oiga.
Y es que si algo está cambiando el fútbol de siempre es, desde luego, el VAR. Y no porque hayan mejorado los arbitrajes, sino porque últimamente no hay manera de celebrar un gol como es debido. Por muy clara que haya sido la jugada, ahora siempre hay que esperar a que al colegiado le canten por el pinganillo si vale o no vale. Y sí, cuando el gol es en contra y lo anulan lo festejas como si hubieras marcado, pero hay que ver la cara que se nos queda cuando te birlan un gol de los tuyos. Sobre todo, porque desde la grada la imparcialidad es inequívoca: todo se vea favor de tu equipo. Las faltas siempre las hacen los otros, las entradas del rival merecen tarjeta, sus fueras de juego son clarísimos y los tuyos muy rigurosos.
Cosas de la perspectiva, o algún fallo de diseño de los estadios, que no permiten a los colegiados ver las jugadas como deberían. Así que se agradece mucho que desde la sala VOR de vez en cuando corrijan a los árbitros y, como ayer, te den un gol cuando el línea se había empeñado en ver a Peque fuera de juego. Que luego, con la escuadra y el cartabón, debió de quedar bastante claro que ni orsai ni nada, pero en el momento te deja helado ver el banderín en alto, sobre todo porque cuando quieres darte cuenta te pilla justo a media celebración. ¿Y qué haces ante un gol interruptus como ese? Con tu fe ciega, tú has visto gol, pero quién sabe lo que dirá el vídeo, así que lo que toca es armarse de paciencia y esperar a la revisión.
Ya se sabe cómo es ahora: ya no vale con que el árbitro te lo dé, sino con que el VAR te lo bendiga. Esta vez tocó fumata blanca, así que a festejar otra vez, con un minuto de retraso. Es lo que tienen los goles en diferido: lo metes en directo, pero lo celebras en la repetición.
Jarana
Total, que uno sabe qué hacer en estos casos. ¿Lo celebras a la primera, nada más que entre, y luego si acaso que te quiten lo bailado? ¿O te limitas a mirar con el rabillo del ojo a los árbitros y esperas a que sea oficial? Porque al final el fútbol es eso: jarana, desparrame, emociones desatadas… Lo del videoarbitraje, en cambio, es como plastificar el amor: lo hace todo demasiado aséptico. Vamos, que nueve de cada diez médicos seguro que no te recomiendan un gol interruptus, pero bueno, si sirve para meterte en el playoff, pues los celebraremos todas las veces que haga falta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.