El goleador inesperado

Este verano Clément Jérôme Michelin (Montauban, 11 de mayo de 1997) firmó un contrato con el Racing, al que se incorporó como agente libre, por dos temporadas, hasta el 30 de junio de 2026. A sus 27 años, el club verdiblanco aprovechaba la difícil situación vivida por su equipo de procedencia, el Girondins de Burdeos, para hacerse con los servicios de un lateral internacional sub 21 con la selección francesa que afrontaba su primera experiencia en España y que se adaptaba, como se ha demostrado en el arranque liguero, a lo que José Alberto López demanda de sus laterales. Más allá del evidente trabajo defensivo: desborde y capacidad para doblar y crear espacios.

Formado en el Toulouse, pasó por el Ajaccio y el Lens antes de fichar por el AEK de Atenas en la que hasta ahora era su única experiencia fuera de su país y recalar finalmente en un Girondins de Burdeos desde el que se incorporó al Racing. Mikel Martija y JAL confiaban en él, pero lo que no se esperaba era una aportación ofensiva tan extrema, y no solo por los dos goles anotados.

«Clem ha ido en moto; lo habéis visto en el gol. Ha sido una acción brillante. Sabíamos el jugador que firmábamos. Ha hecho un gol en toda su carrera, ya lleva dos y va a tener más situaciones para volver a hacerlo. Seguro que tenía muchas ofertas económicas mejores que la nuestra, ha venido aquí para disparar su carrera y creo que todavía tiene mucho margen de mejora», decía su entrenador al final del partido en el que el tanto del galo le sirvió los tres puntos al Racing. El asturiano le ha dado además responsabilidad incluso a la hora de poner en juego algunas faltas y fomentar su juego ofensivo.

Se planteó el Racing y la Segunda División, como explicaba el sábado José Alberto, como un modo de relanzar su carrera, en la que ha disputado 42 partidos en la Ligue 1, y buscar en un histórico en crecimiento su propia evolución como futbolista y cierta continuidad y, sobre todo, estabilidad deportiva para consolidarse en una plaza o que, incluso, le sirva como última lanzadera.

Por el momento, y necesariamente a falta de una perspectiva mucho mayor, la apuesta le está funcionado. En especial por haber dado con un técnico que explota su faceta más ofensiva y con el que ya ha dejado una anécdota que de consolidarse puede ser mucho más que eso: dos goles en cinco partidos frente al solitario tanto que había marcado en toda su carrera profesional, a lo que se suma la buena factura de ambos, tanto el tercero frente al Real Oviedo, cuando su equipo ya estaba en ventaja gracias al doblete de Andrés, como el del sábado, que dio la victoria a los suyos.

El 17 de Michelin, casi un guiño a los antiguos sietes que galopaban como extremos la banda derecha, ha caído con buen pie en El Sardinero. Ahora solo le resta consolidar lo que ya ha dejado entrever.