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Si a Clément Michelin le llegan a decir en agosto que con cinco jornadas de Liga iba a sumar dos goles, hubiera arqueado una ceja a lo Rafa Nadal. Pero Francia es la patria de la tierra batida y España, el lugar donde se forjan ... sus grandes jugadores, así que el de Montauban se vistió de nueve para dar la victoria a su Racing, que ya merece llamarse así. Un solo tanto había marcado en más de una década de carrera profesional y ya suma dos desde que está en Santander. Le sienta bien entrenar –y jugar, como ayer– sobre tierra batida; sobre un huerto del francés que ejerció como tal por partida doble. Porque de allí no sale nadie vivo, que se lo pregunten al Sporting, y porque perfectamente se podrían plantar patatas o calabazas, las que se ganaron los jardineros después de que los tepes del nuevo terreno de juego no aguantaran el estrés. Han enraizado mucho menos que Michelin.
Jugar al fútbol es más sencillo si se tiene a Íñigo Vicente al servicio, si 20.000 voces empujan y si la flechita está para arriba, como les ocurre a los verdiblancos, que no golearon porque parecían empeñados en marcar el gol del siglo en lugar de fusilar a Yáñez. Pero eso no enturbia la exhibición del segundo tiempo racinguista, curiosamente el que terminó sin tantos.
Los de siempre Con la entrada de Mario por el sancionado Saúl, JAL volvió a su once tipo con el regreso de Arana
Falta de puntería Un excelenteRacing pudo golear, pero perdonódemasiado ante la portería de Yáñez
Pero el Racing de JAL sabe sobreponerse a los elementos y sigue lanzado en un arranque de curso tan exigente como exitoso tras deshacerse de otro candidato al ascenso (y ya van cuatro a los que se enfrenta) para sumar once puntos en cinco jornadas y asaltar ya sin tapujos el liderato, que solo la diferencia de goles concede al Levante. Eso sí: con media jornada por disputar.
La fiesta de la previa se trasladó pronto a la grada de unos Campos de Sport repletos. A los tres minutos Pablo Rodríguez ya pedía una falta cuando había cogido la espalda a la defensa y quería encarar la frontal del área. Creatividad del Racing y dureza del Sporting, pero Ardeciano no señalaba nada, tampoco una falta de Cote que mereció amonestación. El juego transitaba por la zona de tres cuartos verdiblanca, pero faltaba precisión en medio del patatal de El Sardinero.
Mientras Andrés se lamentaba por el césped levantado y en el palco a buen seguro que se mordían las uñas, ante el desastre botánico que se avecinaba en el segundo tiempo, Arana lanzaba la segunda andanada. Se le fue el zurdazo cruzado al canario, pero solo con quince minutos ya avisaba a Yáñez de sus intenciones.
Racing
Ezkieta; Michelin (Javi Castro, min. 83), Manu Hernando, Montero, Mario; Aldasoro, Vencedor; Andrés (Suli, min. 75), Pablo Rodríguez (Lago Junior, min. 60), Íñigo Vicente (Íñigo Sainz-Maza, min. 85); Arana (Karrikaburu, min. 60)
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Sporting
Yáñez; Rosas (Kevin Vázquez, min. 67), Curbelo, Olaetxea, Cote (Pablo García, min. 43); Nacho Martín (Caicedo, min. 63), Bernal, Nacho Méndez; Dubasin, Otero (Víctor Campuzano, min. 63), Gaspar (Gelabert, min. 63).
Equipo arbitral Ardeciano Monescittlo (Comité Castellano-Manchego, con Valverde Monsalve (C. Canario) y Sanz Torcal (C. Aragonés) como asistentes. Cuatro árbitro: Velasco Arbaiza (C. Vasco). VAR: Cid Camacho (Comité Castellano y Leonés). AVAR: García Urbaneja (C. Catalán)
Goles 1-0: Michelin (minuto 39)
Tarjetas Rosas (min. 65), Íñigo Vicente (min. 65), Pablo García (min. 67), Caicedo (min. 72), Ezkieta (83)
Incidencias Lleno en los Campos de Sport, con cerca de 2.000 segudores del Sporting en la grada, la mayor parte fuera de la zona acotada para la afición visitante
Con un juego más vertical de lo habitual (tampoco es que estuviera el campo para circular demasiado), los verdiblancos encontraban espacios, pero la velocidad sin precisión no sirve de nada. O, al menos, de muy poco. Como el caño que le hizo Guille Rosas a Montero; frivolidad sin peligro hasta que llegó el rocanrol. El de Andrés robando en el minuto 24 y cayendo acto seguido en fuera de juego en lo que de otro modo hubiera sido penalti. El de la jugada ya clásica en que le cogen la espalda a la defensa cántabra, esta vez a Manu Hernando, para obligar a lucirse a Ezkieta un minuto después. El de la combinación preclara de Íñigo Vicente, cada vez más entonado, y Pablo Rodríguez que Arana no pudo culminar justo a la media hora. Momentos de lucidez a los que no ayuda, por cierto, jugar sobre tierra batida.
Y así apareció Michelin para aprovechar un pase feliz de Íñigo Vicente para en su escapada por la derecha batir de disparo raso y cruzado a Rubén Yáñez y adelantar al Racing. No solo fue el gol, sino que además Cote quedó tan tocado que tuvo que ser sustituido por lesión. Antes de que los jardineros salieran al campo en el descanso Vicente tuvo tiempo de sacarse otro pase magistral a Arana, tan hiperactivo e incisivo como siempre pero con la mira algo desviada.
El poste evitó en la reanudación que Nacho Martín forzara el deuce de disparo lejano. El campo invitaba un poco a eso: al 'patapúm parriba', porque el balón (y los tacos) se quedaban trabados y para evitar lesiones, pero ese no es el estilo ni de JAL ni de Albés.
La grada vibraba, el Racing ganaba, el tapiz se levantaba y el Racing barruntaba el liderato. Provisional pero motivante en un partido que amenazaba con terminar como los del cole por las ganas y las circunstancias, sobre todo cuando Albés se la jugó con un triple cambio y nuevo sistema para intentar romper el servicio cántabro.
Sin embargo, lo que se encontró fue un festival verdiblanco. De juego, de ocasiones y de errores: una ocasión manifiesta verdiblanca en la que Karrikaburu disparó al muñeco, un disparo de Lago Junior, una internada en la que Andrés no resolvió y otra en la que a Karrikaburu se le hizo de noche tras el recorte.
Pudo costar caro tanto perdonar si Gelabert llega a estar más entonado a los 79 minutos y Karrikaburu tomó nota para acertar al fin, pero había partido en fuera de juego a recoger otra asistencia de fantasía del Mago Vicente. Tomó nota José Alberto y echó mano de Javi Castro para, con tres centrales, defender los golpes a la red de un Sporting cada vez más a la deseperada.
Sufrieron los cántabros en el frontón en que durante el último minuto y medio se convirtió el patatal. Hasta que Arcediano señaló el final tras seis de añadido con juego, set y partido para el Racing, cuando la fiesta de la previa tuvo su epílogo, pero en color verde y no rojo. Que pase el siguiente, pero que no tenga prisa. A ver si empieza pronto la temporada sobre hierba.
A José Alberto López le preocupaba el césped. Y era por algo. Ya en el primer minuto de juego ya se había levantado una pequeña zona de un tepe. Un riesgo que el Racing, comenzando por su entrenador, sabía que se corría, pero no había tiempo material para más. Novo Green confía en que un terreno de juego en el que los tepes no han tenido apenas tiempo para enraizar esté en plenas condiciones el lunes 30, en el próximo partido en casa ante el Cartagena. Claro que el estrés al que se sometió ayer al césped no ayudó demasiado. Ahora JAL deberá decidir si esta semana se entrena en los Campos de Sport o se da más descanso al tapiz, el gran quebradero de cabeza verdiblanco desde que comenzó el curso. A los siete minutos ya era un hecho que el césped no había aguantado y que será necesario restaurarlo esta semana en la confianza de que, ahora con quince días más, pueda enraizar definitivamente. Los tepes se levantaban al no estar aún completamente enraizados al suelo, a pesar del tratamiento que se les había aplicado.
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