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¿Quién iba a pensar en ese momento que yo iba a ser futbolista profesional? Pues yo. Sabía que lo lograría. Ese tiene que ser vuestro pensamiento. Día tras día. No hay otra manera de llegar a lo más alto.
Algun@ de l@s ... que hoy jugáis en el equipo del colegio o del barrio, tendréis la posibilidad de ser profesionales. Aprovechadla. Merece la pena el esfuerzo.
En momentos de formación hay un tema importante. La relación con vuestr@s entrenador@s. No tengáis miedo en preguntarle dudas, están para eso. Para ayudaros. Para formaros. Para ser vuestro guía. Mostradle mucho respeto, pero sin miedo y siempre con la ilusión de aprender. Yo también tuve suerte con eso. Agradecido a todos ellos porque de cada uno he aprendido algo distinto.
Son muchos los momentos que han sido inolvidables. Imposible nombrarlos todos.
Mis primeros pasos en el Puente Genil, mi paso por las categorías inferiores del Betis, mi cesión en el Coria, dos maravillosos años en Ceuta, mi debut en el fútbol profesional con la UD Las Palmas, mi explosión en Osasuna, mi vuelta al Real Betis, mi experiencia en Sydney y mi último aliento en el Racing de Santander.
Eso es todo. Aunque no es poco... 32 años entre un extremo y el otro... y no ha sido un camino fácil, sino muy difícil.
Con esto, os quiero decir que no hay recompensa sin esfuerzo. Son muy pocos, los que de la noche a la mañana, están ahí arriba. Lo normal es que tengáis que recorrer un largo camino lleno de obstáculos y pruebas. No os deis por vencid@s. Si creéis, lo conseguiréis.
¿Cómo podéis conseguir vosotr@s el éxito? Y... ¿qué es el éxito? Para mí, he tenido éxito. No he ganado la Liga en Primera División, ni la Champions League, no he jugado ni en el Barça, ni en el Real Madrid, pero he llegado a ser el mejor jugador posible. El mejor yo. De eso trata el éxito. Exprimirte cada día para estar ahí con los mejores. Mantenerse arriba cuesta mucho, lo comprobaréis.
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Me gustaría agradecer de corazón, la presencia, durante tantos años, de esas personas que siempre han tenido su atención cada jornada, en cada temporada...
Ya sea mediante una llamada, un mensaje o con su presencia en un partido... Gracias.
Vosotros, niñ@s, siempre tendréis alguien que os apoye. Seguro. Sobre todo vuestra familia y amigos. Los necesitaréis. Hacedlos partícipes. Lo merecen.
Especial agradecimiento a mi familia, por estar siempre ahí, en los buenos momentos y sobre todo en los no tan buenos... a ellos se lo debo todo. Absolutamente todo.
Se acaba mi carrera como futbolista, empiezan otros proyectos... Adiós a tod@s, adiós fútbol.
¡Un saludo y suerte en el futuro!
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