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SERGIO HERRERO
SANTANDER.
Lunes, 22 de febrero 2021, 07:17
23 de noviembre de 2019. El Racing, en Segunda División, gana por tres goles a cero al Extremadura. La afición verdiblanca aún cree que la permanencia es posible. Después, semana a semana, se iba a dar cuenta de que no era así. Y entre el ... mal hacer de su equipo y la maldita pandemia, pasaron 460 días, hasta la jornada de ayer, para ver, desde la grada, ganar al conjunto verdiblanco en su estadio. Porque el resto de la temporada pasada fue un desastre y el único triunfo como local se produjo ya, contra el Huesca, con las plateas vacías. Y en la presente, en las dos únicas citas en las que Sanidad Pública levantó el veto, un empate y una derrota. Hasta ayer, en el regreso de la afición y en el derbi cántabro frente al Laredo. Por fin hubo una celebración, aunque fuese con aforo limitado.
Los abonados verdiblancos siguen anestesiados por la situación sanitaria. De las 4.444 localidades permitidas por las autoridades, ayer sólo se cubrieron 2.781. Algunos más tenían entrada para presenciar el duelo autonómico, pero el tiempo cambió durante la sobremesa y hubo quien decidió no pasar frío. 460 días sin alegrías no ayudan a hacer homenajes.
Pero quienes sí acudieron a su asiento, esta vez disfrutaron. Especialmente en una primera mitad en la que el Racing volvió a hacerles vibrar. Y las acciones más destacadas rescataron los aplausos perdidos. También hubo deportividad y premio para la actitud del Laredo, como tras la lesión de Diego Marta, que se marchó consolado por el público rival.
Antes de acceder al estadio, los aficionados verdiblancos tuvieron que pasar el tan tedioso como ya habitual en cualquier recinto protocolo sanitario. Toma de temperatura, baño de gel hidroalcohólico, comprobación de las entradas nominales...
Todo ello, a la espera de que la de ayer fuese la primera de muchas tardes, sin discontinuidad, de fútbol con público en los Campos de Sport. Que la situación de la pandemia en Cantabria no dé pasos hacia atrás y que permita que los estadios, no sólo el verdiblanco, también San Lorenzo, entre otros, con algo más de colorido y ruido. Porque el fútbol sin público es menos fútbol.
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Sergio Herrero | borja cavia marcos menocal | borja cavia
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