La gran fiesta del fútbol, en Santander

Las primera expediciones rojiblancas se han citado a las diez de la mañana, con lo que la fiesta comenzará hacia mediodía, cuando está previsto que lleguen los primeros aficionados gijoneses, que suelen establecer su base de operaciones en la plaza de Cañadío. Paralelamente, la afición cántabra se congregará paulatinamente en los alrededores de El Sardinero y Peña Herbosa, donde es habitual que se confundan ambas aficiones.

El partido de alto riesgo implica un mayor dispositivo policial tanto en El Sardinero como en el centro de la ciudad, además del control de accesos y la prohibición de venta de entradas. Pero la calificación responde solo a lo ingente de la mareona que espera Santander. Ni un solo incidente reseñable en los últimos años entre dos clubes y aficiones con excelente relación invitan a sospechar algún problemas.

Incluso la buena previsión meteorológica, con cielos despejados y unas temperaturas de entre 18 y 26 grados, propiciarán un desplazamiento masivo incluso de acompañantes sin entradas que se hayan decidido a pasar el fin de semana en Santander.

La afición cántabra también se ha movilizado: las peñas han lanzado una convocatoria para que de nuevo se acuda al estadio de verde y blanco y este viernes se abrió la sede de la APR en los bajos del estadio para la venta del nuevo material. De nuevo el local de peñas será otro de los focos en torno a los que se reunirá la afición racinguista antes del partido. Además, la Gradona tiene preparado un tifo para la ocasión -como es habitual no ha revelado su temática- y ha habilitado incluso una 'playlist' colaborativa a la que se pueden enviar peticiones a través de su cuenta de X y la dirección de correo electrónico que ofrece.

En previsión de los problemas de tráfico que se van a generar, máxime con buena parte del aparcamiento de Mesones ocupado, el Ayuntamiento ha recomendado el desplazamiento en transporte público o a pie, si resulta posible, y en cualquier caso con antelación.

La hostelería santanderina, en especial en el centro, espera también una buena tarde, y de nuevo resulta recomendable una reserva con antelación... en aquellos negocios que aún dispongan de ellas.

Las puertas del estadio abrirán este sábado hacia las 17.00 horas, aproximadamente hora y media antes del comienzo del partido, un momento para el que el Sporting, que no llegó a dormir este viernes a Santander, ya habrá llegado a la ciudad. El autobús del equipo parte de El Molinón a las 11.30 horas, con lo que se presentará con el tiempo suficiente para comer y descansar antes del partido.

Lo que no habrá, al contrario que en otras ocasiones, será recibimiento al Racing en el exterior del estadio. Los jugadores llegarán, como es habitual entre dos horas y media y dos horas antes del comienzo del duelo en sus coches particulares a los Campos de Sport, lo que ha impedido la quedada de los aficionados para recibir a los suyos. Pero eso no afectará a un ambiente de gala, con cerca de 22.000 personas en las gradas de un campo que lucirá ya de otro modo, con una parte de sus asientos restaurados y pintados ya en verde.

Al igual que el Ayuntamiento ha insistido en lo conveniente de no desplazarse en coche, a menos que se haga a las primeras horas del día, el Racing ha pedido a su masa social que acuda con tiempo al partido, puesto que dada la asistencia prevista se prevén importantes concentraciones en las puertas de acceso. La fiesta continuará entonces en Santander, pero será ya otro tipo de celebración.