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«Un gran final de temporada en el Sardinero. Ganar y hacerlo en el último minuto; despedidas; la emotividad con la despedida de Pablo; llevar quince días ascendidos; metemos todo en una coctelera y que el equipo quiera rendir es un gran final y estoy ... satisfecho». Esta fue la valoración de un Guillermo Fernández Romo que cierra invicto en El Sardinero el curso.
El míster se apresuró a negar que faltó competitividad, porque «si el equipo no hubiera sido competitivo no hubiera sido posible ganar hoy». Sin embargo admitió que «sí falta algo, no sé qué, pero trataremos de hacer lo mismo hasta el final». Las preguntas de ayer giraron casi todas en torno a que el equipo ha bajado la intensidad -algo normal- y Romo no dudó en decir lo que piensa al respecto. «De algo superpositivo que es ascender, no podemos pensar en algo negativo. Sí que falta algo, pero...», matizó en una clara intención de ver con normalidad lo complicado que es mantener el mismo ritmo cuando se asciende cinco semanas antes del final de Liga.
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La alineación de ayer no concedió oportunidades. Jugó Mantilla, al que no se le esperaba del todo, aunque «el otro día tuvo un mal día por un tema de salud y hoy se lo merecía y ha jugado», explicó el entrenador.
Romo reiteró que «no competitivos fuimos en Tudela, pero hoy sí». Para el técnico «hay veces que faltan las piernas o que los de arriba no se meten en la dinámica de presión. Pero no fue por una falta de competitividad». En su intento de justificar esa poca intensidad o de ritmo, Romo reconoció que «ha habido cosas que tienen que ver con la cabeza y sí, intentaremos recuperarlo de cara al partido de campeones». Precisamente, ese duelo previsto para el 3 de junio en Galicia fue nuevamente el tema estrella y el técnico fue claro. «Para mí sobra. Nosotros llegamos después de un mes de ascender, el otro va a venir de celebrarlo. Son cosas que te gusta compartir con la afición y si tenemos la posibilidad de ganar pues se lo dedicaremos, pero es difícil». Hubo tiempo para que diera su versión sobre el posible rol que puede tener Marco Camus el año que viene en el equipo. «Es un caballo. Tiene que seguir trabajando. A veces pensamos en la cantidad de minutos y no en la calidad de ellos que es lo que mide la confianza del entrenador». Romo señaló cuáles serán las claves de su rendimiento. «Dependerá de su evolución y su evolución dependerá de su mentalidad».
Ya para finalizar, el míster recordó que él empieza «las temporadas con un folio en blanco para ir poco a poco llenando lo que la categoría va pidiendo». De la despedida de Pablo Torre recordó que «se nos olvida que tiene 19 años y que sale del nido. Su mentalidad es una pasada, un chico extraordinario. Nos ha dado lecciones». Y terminó dando la enhorabuena al Rayo Cantabria por «lo conseguido».
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