La hora de Karrikaburu

Desde que llegó el pasado mes de agosto al Racing, Karrikaburu ha asumido el rol de sustituto del canario. Los doce goles del atacante, la renovación a golpe de talonario por el Racing y su rendimiento colocaban a Arana como el titular poco menos que indiscutible como delantero centro y al vasco, como un fichaje deseado y celebrado, pero con mucho trabajo por delante para convencer. El arranque de Liga del grancanario ha sido lo suficientemente bueno como para que nada cambiase en el guión inicial y a Karrikaburu le ha tocado esperar su turno.

En la pretemporada se dejó ver, pero siempre con la lupa puesta encima de sus actuaciones después de los antecedentes que le perseguían. José Alberto ha sabido manejar la situación, ha ido dándoles minutos y ratos haciéndole sentir importante, pese a que su rol era el de secundario. En Tenerife, jornada 4 de Liga, el míster dio un cambio a su pizarra y Karrikaburu fue titular.

Fue una sorpresa y al tiempo una oportunidad en toda regla para que el vasco recuperase el terreno de desventaja con el que partió la temporada. No tuvo suerte ni acierto. Para colmo, le sustituyó Juan Carlos Arana, el sacrificado, y el canario fue tan determinante como que un gol suyo le dio los tres puntos al Racing.

A partir de ahí, José Alberto no cambió más la partitura, pero sí le hizo ver que su papel era importante en el equipo. Volvió a ser titular ante el Córdoba, en el partido en el que el cuerpo técnico del Racing introdujo seis cambios y tiro de rotaciones. El colectivo cumplió con nota y Karrikaburu aprobó. Uno de los cambios en cada partido está reservado para el vasco, algo que prueba que ha participado en doce jornadas de Liga.

Hasta ahí datos. En otro apartado está las sensaciones. Karrikaburu aún no se ha estrenado en la Liga. En honor a la verdad ha marcado hasta tres goles, pero todos ellos han sido anulados por el VAR. Una situación que no ha ayudado a que el ariete pudiera consolidarse y hacerse fuerte. Afortunadamente sí se estrenó en el partido de Copa del Rey en Lanzarote, donde disfrutó de minutos entre el ejército de no habituales de la primera plantilla y los chavales del filial.

La llegada de Karrikaburu a Santander el pasado mes de agosto completó un deseo de la dirección deportiva del Racing que viene de atrás. Pudo venir en 2022, pero mientras el Racing negociaba con el Real Sociedad unas fórmula para contar con el delantero apareció el Leganés y le cautivó más que El Sardinero. Karrikaburu había jugado seis partidos en Primera con el conjunto donostiarra, tenía 20 años y era una de las promesas de Zubieta que necesitaba formación y regularidad en el fútbol profesional. Jugó 19 partidos en Butarque y de los once goles que había anotado con el Sanse el curso anterior, con Xabi Alonso de entrenador, a los tres que sumó con el conjunto madrileño su rendimiento fue visto como un paso atrás. Regresó a la órbita de la Real Sociedad y de nuevo Mikel Martija llamó a su puerta.

El futbolista prefirió el Alavés. Fue un error. Jugó dos partidos y desapareció. «Todas las decisiones que he tomado en la vida me han enseñado», declaró el delantero en la presentación como jugador del Racing cuando le recordaron su pasado cercano. Quizás ese convencimiento y confianza del director deportivo racinguista, que lo conoció bien en su etapa como dirigente en el Eibar, le puso en el disparadero.

Aun así, ni Martija se rindió ni el chaval -ahora tiene 22 años- ha dejado escapar la ocasión cuando más maduro, formado y con alguna cornada deportiva en el cuerpo la coyuntura terminó por alinearse. Y ahora, la lesión de Arana es el último obstáculo que le quedaba para disfrutar de la oportunidad que necesita. Tanto el futbolista como la propia Real Sociedad, ya que ambos eligieron el Racing como el banco de pruebas para que todo lo bueno que se le supone a Karrikaburu se vea. El club donostiarra ha tenido varias ocasiones para darle salida al delantero y, sin embargo, siempre ha optado por buscar un sistema por el que el futbolista pudiera encontrar los minutos que en Anoeta no iba a tener, pero sin soltarle del todo. Así las cosas, Karrikaburu está cedido en Santander y el Racing no tiene ninguna posibilidad de retenerlo más allá del 30 de junio.

No existe una opción de compra ni un escenario ventajoso en el que tras un hipotético ascenso verdiblanco y después de un rendimiento óptimo del atacante, pudiera prolongarse su relación con el Racing. Dada su edad y la política de contratos de larga duración -Jokin Ezkieta, Íñigo Vicente, Manu Hernando y Juan Carlos Arana- que se maneja en la dirección deportiva sería la fórmula a seguir. No obstante, en noviembre, con 30 jornadas por delante y, lo más importante, por primera vez con un camino expedito para demostrar lo que le ha traído a Santander, el contador del Karrika en Liga está a cero.

El domingo en A Malata el Racing será un poco diferente. El poderío aéreo, la mayor presencia en el área del rival o la tendencia a un ataque más posicional será la impronta que el vasco le dará al ataque del equipo líder de la Segunda División.

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