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El día va a ser largo. Y lo va a ser porque aunque el partido se juegue a las 18.30 horas, será difícil desconectar por la mañana. Las peñas no van a organizar actos propios más allá de la quedadaen la sede de Juventudes Verdiblancas, pero se sumarán al único que ya está en marcha para apoyar al máximo el pasillo previo al equipo. Los responsables racinguistas andaban pendientes de los pertinentes permisos y cuando los obtuvieron, el pasado miércoles, anunciaron sus intenciones. El autocar del equipo, que compartirá mesa y mantel en el hotel Puerta Santander, llegará por la S-20 hasta el estadio y antes de llegar, a la altura del Palacio de los Deportes se detendrá para que los jugadores desciendan y concluyan el viaje final a pie. Se habilitará una zona para que los futbolistas y el cuerpo técnico vayan caminando a través de un paseíllo firmado por aficionados a ambos lados. Serán cerca de 100 metros lo que pasearán en una especie de último empujón. Lógicamente están todos los seguidores invitados (16.45 horas) como también lo están todos a la quedada que ha planteado Juventudes Verdiblancas desde las 12.00 del mediodía en su sede de la capital, a unos 700 metros de los Campos de Sport. La quedada concluirá con un corteo colectivo de los que allí se encuentren cuando llegue la hora de acercarse al estadio. Visto el anuncio del club, la expedición verdiblanca que haya compartido raciones de paella y un ambiente amenizado por música buscara hacer coincidir el horario para formar parte también de ese paseíllo final para los hombres de José Alberto.

Una previa cariñosa y emocionante la que espera a los futbolistas. Quizás más comedida que en otras ocasiones, probablemente porque la tensión es tan grande que nadie quiere ni pasarse ni quedarse corto. También estarán cerca, aunque manteniendo la distancia, los 460 seguidores del Granada que mañana estarán en los Campos de Sport de El Sardinero. Ellos han sido los más fieles del club nazarí que se han hecho con una entrada de la remesa que mandó el Racing a la ciudad andaluza. Y ellos, también, son los invitados por el club para viajar a Santander con los gastos pagados. El Granada anunció que se haría cargo de lo que costasen los autobuses encargados de cruzar España hasta Santander y en ellos llegarán. Partirán esta noche y harán el viaje de madrugada para estar en la previa cerquita del estadio. Todo un reto y una demostración de fidelidad. Puede que sea el último viaje de esta temporada o tan solo el último de otros dos.

En cualquier caso, esta vez la hora del partido es más apropiada para disfrutar de los aledaños de un campo cuando todo está preparado para que comience. Da tiempo a todo, a comer con calma -si es que se puede- y a descargar los nervios en los alrededores. La compañía esta vez es necesaria. Para digerir la última hora y media, una vez que los jugadores ya están en el interior del campo, no hay nada escrito. Cada seguidor la vivirá a su manera. Unos prefieren quedarse fuera y otros, en cambio, sentarse antes de tiempo en su asiento. Teléfono en mano y a asimilar la presión. Tarde de transistores, de lágrimas y de alegrías.