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«Lo que ha pasado Es malo para el Racing y no solo para el Racing, si no para la competición», señaló con vehemencia Guille Romo ayer en Ibiza. «Hoy lo que ha pasado es indignante», añadió. Tragó saliva y prosiguió:«No solo por las ... decisiones, si no por lo que ha pasado en el partido. Todos tenemos que hacer autocrítica, yo el primero, y los demás con su trabajo», explicó entonando su parte de culpa en una derrota que deja al Racing rozando el descenso, sin ocuparlo, y que aumenta la racha de partidos perdidos consecutivos, que ya son cuatro. Pero fue más allá:«Y lo que ocurre es que no nos damos cuenta de que están condicionados los trabajos», en clara alusión a que la actuación arbitral se llevó por delante la labor del resto.
Romo trató de ser más preciso sobre el partido y señaló lo que ayer se convirtió en una obviedad. «El otro jugador decisivo del partido, aparte del señor colegiado, ha sido el portero. No he visto en mi vida a un portero hacer cuatro paradas seguidas como las que ha hecho hoy». Fuzato brilló por encima del resto con una intervención en la que sacó de dentro los remates de Pol Moreno, Satrústegui, Marco Camus y Peque cuando ya se cantaba el gol en la grada.
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El partido fue malo, una vez más, pobre y sin nada que destacar. Sin embargo, Romo sí que indicó que «la primera parte fue de contención de los dos equipos, aunque a nosotros nos ha faltado juego y lo hemos querido arreglar en la segunda, pero luego ha llegado la expulsión de Sekou y ha tocado generar otras cosas».
El técnico racinguista repitió varias veces que «la decisión final ha condicionado el partido» y que «nosotros podemos decir misa», descargando en el árbitro, «que es el que toma las decisiones y el señor del VAR, que ha tomado alguna decisión muy desfavorable para nosotros». A pesar de todo, el entrenador del Racing reiteró que «el equipo está entero y sigue fuera de descenso, que es lo más importante. Seguimos estando en el puesto que queremos estar y eso nos tiene que ayudar».
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Descartó el apelativo de final a lo que se vivió ayer en Can Misses, porque «las finales no existen. El domingo hay que volver a vestirse y si fuera una final nosotros estaríamos salvados». Volvió a ensalzar a su equipo, del que dijo que «tiene capacidad y actitud para conseguir sacar el mejor resultado posible en el siguiente partido». Romo se sintió optimista y señaló que «el mensaje es claro: cuando pasan estas cosas, se está más cerca de salir».
Sobre la expulsión de Gassama, el míster añadió que «está rodeado de tres y no puede desaparecer del mundo. Debería valorar la intención», en alusión a la segunda amarilla mostrada al delantero y que le mandó a la ducha.
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