Íñigo Vicente, a un gol de su mejor marca en Segunda

Con el tanto en La Rosaleda se ha colocado por detrás de Mboula (6) como el mayor goleador del equipo. Su puntería está rematando un rendimiento que empezó siendo muy discreto y ahora ha alcanzado una rentabilidad por encima, incluso, de las previsiones optimistas que de él se hicieron en verano. Después de varias campañas en las que su falta de efectividad puso en entredicho la calidad que siempre se intuyó de él desde el fútbol base, en la última Liga, en las filas del Mirandés, logró alcanzar el protagonismo que se le había negado. Anotó seis goles en 36 partidos, 26 de ellos como titular. Sus números le llevaron de nuevo a Lezama en verano, con posibilidades de quedarse por fin en el Athletic de Bilbao, donde se formó y club al que pertenecía. Sin embargo en agosto salió rumbo a Santander ante la negativa de Ernesto Valverde de contar con él. Hasta entonces, en la otra temporada en Segunda, había marcado tres goles en 32 partidos -también en Anduva-.

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La falta de eficacia de los delanteros del Racing, donde entre Sekou Gassama (1), Matheus Aiás (2), Roko Baturina (1) y Cedric (0) suman cuatro ha convertido la aportación de Vicente en fundamental. Sus goles han contribuido a sumar sendos empates ante la Ponferradina (1-1), Tenerife (1-1) o ayudaron a conseguir las dos victorias a domicilio con José Alberto ante el Cartagena (0-3) y Málaga (0-1). Su tanto ante el Albacete (2-1) no sirvió para más que aumentar su cuenta particular. El jugador vasco está aprovechando la importancia y aportación que están teniendo los futbolistas de la segunda línea, ya que los tres habituales han marcando más de la mitad de los goles del equipo: Íñigo Vicente (5), Mboula (6) y Jorge Pombo (3). Catorce de los 24 que suma el grupo.