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Los aficionados racinguistas más jóvenes no han vivido nada igual. Es triste. Por eso la alegría ahora –sin vender la piel del Oso Cacho antes de quitarle el disfraz– se multiplica de forma exponencial. Después de treinta jornadas disputadas, decimocuarto, con siete puntos de ventaja – ... más la diferencia de goles general a favor contra la Ponferradina; la particular está empatada– sobre los puestos de descenso. Quedan 36 por disputarse. No parece una hazaña, pero la última vez que el Racing se vio en una situación similar fue el 10 de mayo de 2011. Entonces, en las palabras mayores de Primera División, los verdiblancos con Marcelino en el banquillo y Giovanni Dos Santos haciendo diabluras, pero ya con Francisco Pernía y Ahsan Ali Syed infectándolo todo, se colocaron en la jornada 36 –de 38– de aquel campeonato con siete puntos de distancia sobre las plazas calientes. En la novena posición.
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Marcos Menocal
Desde entonces, el equipo cántabro no había logrado semejante distancia sobre el descenso en el fútbol profesional. Hasta el domingo, con el valiosísimo triunfo frente al Málaga.
14º Puesto Mejor posición de la presente temporada, que el Racing también logró tras la victoria frente al Andorra en la primera vuelta
36 puntos fruto de nueve victorias, nueve empates y doce derrotas. Con 36 aún en juego y una permanencia que se estima entre 45 y 50 puntos.
7 puntos de ventaja sobre la Ponferradina, primer equipo en puestos de descenso, más la diferencia de goles general a favor (particular, empatada).
22º puesto El Racing era hacía rato colista destacado de la categoría y así terminaría la temporada. Una aberración de campaña.
25 puntos tenía el Racing a esas alturas de campeonato, con tres triunfos, 16 empates y once derrotas –una menos que en la actual–.
9 puntos puntos de distancia con los puestos de salvación dejaban al Racing prácticamente desahuciado a finales del mes de febrero, antes de la pandemia.
Así pues, en la comparativa, la presente temporada se encuentra a años luz de los tres fatídicos pasos anteriores por la Segunda División. El equipo de José Alberto no sólo se ha metido en la zona media de la tabla y depende de sí mismo, sino que además ha logrado meter en el ajo a otros cuatro rivales, cuando tres de las plazas de descenso están prácticamente asignadas y la Ponferradina, en la cuarta, se encuentra al borde del desahucio. Muy mal se le tiene que dar al Racing.
Otra comparación odiosa es que el equipo cántabro, con el técnico asturiano, ha logrado en diez jornadas los mismos puntos que sumó en el doble de partidos con Guillermo Fernández Romo. 18 y 18, 36. Las cuentas salen en los Campos de Sport.
El anterior paso por Segunda División fue una auténtica aberración. Nada que no se haya contado ya. Made in Chuti Molina. En la jornada 30 de aquel campeonato, el Racing ya iba por su tercer entrenador. Tras la destitución de Iván Ania y la dimisión de Cristóbal Parralo, José Luis Oltra cogió el equipo en la jornada 27. La parroquia verdiblanca quiso ver una luz tras el triunfo en Almería. De ilusiones viven el pobre y el racinguista. Tras empatar contra el Zaragoza en un buen partido –todo hay que decirlo–, el Racing seguía siendo colista, con 25 puntos, a nueve de la permanencia. Quedaban un par de semanas para la declaración del Estado de Alarma por la pandemia de covid. La paralización de la competición tampoco ayudó a un equipo que apenas sumó once puntos más en doce partidos y únicamente logró ganar, ya descendido y de forma absolutamente inesperada, al Huesca (1-0) en los Campos de Sport.
Al menos en la 2014-2015, un Racing en economía de guerrilla sí peleó con dignidad por no perder la categoría. Hasta el último minuto del último partido, literalmente. En la jornada 27, tras la derrota en el Nuevo Colombino ante un rival directo como el Recreativo de Huelva (1-0), Paco Fernández fue destituido como entrenador verdiblanco. Su sustituto fue Pedro Munitis –sin carné de entrenador aún–, apoyado por Gonzalo Colsa y Javi Pinillos. El cambio en el banquillo y algún retoque en el mercado invernal le dieron algo de aire al conjunto verdiblanco, pero no le dio. Tras perder de forma incomprensible en casa contra la Ponferradina (0-1) tuvo que ir a Albacete prácticamente descendido a ganar y depender de una carambola que estuvo a punto de producirse. El maldito gol de Javier Flaño para Osasuna frente al descendido Sabadell en el tiempo añadido mandó al Racing al infierno.
19º Puesto en la jornada 30 de esa temporada. El Racing acababa de despedir a Paco Fernández y dado el equipo a Pedro Munitis. Acabó descendiendo.
29 puntos había cosechado el equipo verdiblanco a esas alturas, con un balance de siete victorias, ocho empates y quince derrotas.
2 puntos de desventaja tenía el conjunto cántabro con las plazas de permanencia. Peleó hasta el último minuto del último partido por salvarse.
19º puesto ocupaba el Racing. A final de temporada, el descenso administrativo del Guadalajara salvó al decimonoveno. El equipo cántabro fue vigésimo
31 puntos tenía el equipo verdiblanco, con su tercer entrenador del curso. Ocho triunfos, siete empates y quince encuentros perdidos.
3 puntos por debajo del 18º clasificado se encontraba el Racing. Tuvo opciones de salvarse hasta la última jornada del campeonato.
La 2012-13 se acerca más al esperpento de la 2019-20 que a la relatada en el párrafo anterior. Sí, es verdad que el equipo cántabro estuvo con opciones de salvación hasta la última jornada. De hecho, descendió en la fecha 41 y después, gracias a la caída administrativa del Guadalajara, tuvo otra oportunidad de permanencia, desaprovechada claro, en el cierre del campeonato. Pero era uno de los presupuestos más altos de la categoría. Las fechas más o menos coinciden en los tres casos. Tras la jornada 28, José Aurelio Gay, que ya había sustituido en la 17 a Fabri, fue destituido después de caer por dos goles a cero en Los Pajaritos contra el Numancia. Su sustituto fue Alejandro Menéndez. Con una victoria ante el Murcia y un empate frente al Xerez, el asturiano colocó al Racing en la jornada 30 en la posición decimonovena, con 31 puntos. En ese momento ocupaba puesto de descenso, a tres puntos de la permanencia, pero a final de temporada esa plaza otorgó la salvación. Los verdiblancos culminaron la campaña en vigésima posición.
Y así, niños, es como se siente uno cuando no sufre por su equipo de fútbol. Dice la escritora y periodista de El Diario Montañés Marta San Miguel que «a veces el racinguismo es quedarte quieto mientras todo arde». Bueno, mientras lo que arda sea lo de otros estará bien. En estas circunstancias, la consecución de la permanencia será para celebrarla tanto o más que un ascenso. Pero el Racing, si sigue haciendo las cosas bien, permitirá que por una vez la temporada sea una especie de viaje a Ítaca. Alegría desbordada si se consigue el objetivo, pero también la posibilidad de disfrutar del trayecto.
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