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Ocho bajas y muchos cambios. Las ausencias motivan una permuta de peones en la libreta de José Alberto, que hasta la fecha no ha sido muy amigo de emborronar la partitura. Sin embargo, al entrenador, con dos sancionados, Juergen y Jorge Pombo, y una plaga ... de lesionados con Pablo Bobadilla, Eneko Satrústegui, Álvaro Mantilla, Matheus Aiás y Arturo Molina, además de la duda de Rubén Alves, apenas le queda margen. De entrada, planea mover a su jugador más determinante y, posiblemente, más en forma, Íñigo Vicente, de la banda izquierda a la mediapunta para paliar la baja de su otro futbolista diferencial, Jorge Pombo. Un cambio de cromos, obligado, que le cambia en lo que realmente confía, pero que entiende que es la mejor manera de superar el contratiempo. Sacar al vasco de esa banda izquierda en la que juega a pie cambiado y con libertad para jugar por dentro le trastoca los planes, pero...
Este cambio de hombre es el más significativo de cuantos baraja el cuerpo técnico para un partido (lunes, 21.00 horas) ante el Leganés que puede suponer un espaldarazo muy importante para escapar del descenso.
Es evidente que la baja de Pombo (por acumulación de tarjetas) hace daño en el planteamiento ofensivo del equipo. El maño es ese futbolista que actúa de nexo entre la delantera y el centro del campo y con Íñigo Vicente espera José Alberto completar esa labor. Bien es cierto que también puede actuar ahí Yeray, pero esta es una posibilidad un tanto remota.
Pero el técnico no solo debe lidiar con la mediapunta, sino que tiene bajas y decisiones que tomar en todas la líneas, empezando por la defensa, donde Rubén Alves, el zaguero más regular de todos ayer no apareció por el césped de La Albericia. Fue sin duda la noticia del día. El central, que el pasado miércoles se resintió del esguince de tobillo que le obligó a retirarse del campo ante el Tenerife y que desde entonces –han pasado dos semanas– anda renqueante. Se ejercitó en el gimnasio y generó la duda de si llegara a tiempo para jugar el lunes. Todo indica que los técnicos, en colaboración con los médicos, han decidido, como ya hiciera la pasada semana, protegerle y evitar cualquier riesgo para que llegue a tiempo. Ya tuvo que jugar infiltrado ante la Ponferradina y aún es pronto para sopesar cómo y cuándo regresará. Pendiente de evolución. Si Rubén Alves no se recupera, a José Alberto tan solo le queda disponible Pol Moreno como central, con Bobadilla y Mantilla en el dique seco. El catalán siempre ha sido su alternativa desde que llegó y una vez que le apartó de la titularidad indiscutible que le había dado Guille Romo.
Para las otras bajas, aunque no ha dado muchas pistas sobre el campo, parece que ya tiene elegidos los sustitutos. Por Juergen jugará Aritz Aldasoro, que precisamente regresa tras cumplir un partido de sanción, y a Matheus Aiás le dará el relevo Roko Baturina. Aldasoro ya venía actuando desde la llegada de José Alberto y solo la sanción le había apartado del once titular. El caso del croata es también significativo, puesto que ha sido llegar y pasar por delante de Sekou Gassama y de Cedric. En los ensayos de La Albericia ha compartido el puesto con ambos, pero después de lo ocurrido en El Toralín, donde saltó al campo para sustituir a Aiás, sería extraño que el croata no se estrenase como titular con el Racing.
Los cambios obligados propician un efecto dominó ineludible. Así las cosas, la salida de Íñigo Vicente de la banda izquierda es más que probable que impulse la entrada de MarcoSangalli en su lugar. El vasco probó en esa posición, que no es nueva para él y aparece como el primer candidato. Del mismo modo que la versatilidad del joven Yeray le permite jugar en la mediapunta tampoco sería extraño que lo hiciera en la izquierda, como ya lo hizo en Gran Canaria ante Las Palmas. Se puede decantar por cualquiera de las dos opciones, pero la primera toma ventaja.
Y finalmente, el lateral izquierdo. En este sentido no se trata de una baja, sino de todo lo contrario. Saúl ya tiene el alta y ayer trabajó en el puesto para regresar. El cántabro fue una de las primeras decisiones del técnico al llegar; lo sacó del ostracismo en el que Romo lo había metido para ser titular, pero en Ponferrada cumplió con creces el chaval del Rayo, Mario García. Ahora José Alberto deberá elegir entre quien era el dueño del carril del zurdo y quien quiere serlo.
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