Iván Morante, el cántabro de León

En el verano de la temporada que iba a ser el prólogo del sueño europeo de los cántabros, Morante, uniformado con la equipación verdiblanca de turno que le había comprado su abuelo, aprovechó para hacerse fotografías con algunos de los jugadores que admiraba. Ante la lente de la cámara desfilaron Gonzalo Colsa y Pedro Munitis, entre otros futbolistas de aquella plantilla. Y es que a pesar de haber nacido y vivido siempre en Léon, hasta que salió rumbo a la cantera del Villarreal y después a la del Real Madrid, Morante tiene raíces cántabras.

Su familia paterna es de Cantabria, de Polaciones concretamente, y no había verano que el jugador no pasara en el pueblo y también en Santander, donde viven sus yayos. Fue precisamente su abuelo quien le imprimió la pasión por el Racing, quien se encargaba de regalarle las camisetas del equipo que luego el chaval lucía orgulloso en el patio de su colegio en León. Y era también la figura que le llevaba a disfrutar de las pretemporadas verdiblancas. De nuevo la ecuación 'de padres a hijos' que puede mutar fácilmente a 'de abuelos a nietos'. Porque hay pocas cosas mejores que ir a la grada de un estadio o a la de las instalaciones del equipo, de la mano de alguien a quien se quiere. Una pasión compartida que algunas veces acaba, como en este caso, con uno de los protagonistas defendiendo la camiseta de ese mismo club. Porque aquel niño sin dientes se ha convertido en un muchacho espigado que poco a poco se está ganando su sitio en el Racing, un equipo donde no deja de crecer.

Quienes lo conocen dicen de él que Iván Morante es un chico muy introvertido, reservado y callado al que le ha costado un poco adaptarse al estilo de juego que plantea José Alberto. El mediocentro estaba acostumbrado a una propuesta más posicional, no tan eléctrica y de ida y vuelta como ha implantado el asturiano. Por eso, a pesar de sus cualidades, le ha supuesto algo más de esfuerzo alcanzar al nivel necesario para entrar en el once. Una barrera que ya ha derribado. Ante el Mirandés el pasado fin de semana en El Sardinero fue titular de nuevo para aportar mucho criterio y acierto en el pase en la medular. Hasta ahora Morante ha jugado 32 partidos con el Racing, 18 de ellos como titular, y ha marcado dos goles, uno ante el Eldense y otro frente al Tenerife. Pero todavía le quedan minutos para lucirse, explotar su faceta ofensiva, su buen toque y exprimir al máximo esa facilidad para jugar la pelota.

Internacional hasta categoría sub-20 con España, llegó este verano a Santander en calidad de cedido procedente de un Ibiza que descendió a Primera RFEF. Pero antes de eso ya había sido un futbolista importante la campaña anterior en el Castilla, a las órdenes de Raúl. Ahora el jugador finaliza su vinculación con el club pituso y ya ha cumplido el número de partidos impuestos en la claúsula de su contrato que debía jugar con los cántabros para su contratación automática, por lo que si el Racing quiere, Iván Morante podría continuar algunas temporadas más como verdiblanco.