José Alberto hace un llamamiento para el partido ante el Eibar

Satisfecho, muy satisfecho por el punto y decepcionado, también bastante, por un nuevo penalti fallado, el técnico verdiblanco alabó una vez más a la hinchada, desplazada de nuevo en masa a Miranda, y se quedó con un doble mensaje: un punto más y el convencimiento de seguir a lo suyo, sin mirar a los demás.

Ni siquiera quiso hacer cuentas; aventurar si con los 48 puntos que suma ahora el Racing será suficiente: «No lo sé. En nuestras cabezas debe estar seguir compitiendo, apretando y sumando hasta que el objetivo esté matemáticamente conseguido. El punto, con la dificultad que tiene, por supuesto que es positivo. Y muy trabajado. Quizá viendo el partido no ha sido el más bonito para el espectador, pero sí muy táctico y exigente para los jugadores».

Según sus propias palabras, «un partido muy intenso. En la primera parte, al menos esas han sido mis sensaciones, hemos estado más cómodos que el Mirandés. En el segundo tiempo nos costó entrar en el partido, pero a partir del minuto 60 o 65 tuvimos opciones», reflexionaba antes de admitir que «en los minutos finales, la sensación de necesidad te mete atrás, así que al equipo le costó salir». «Pero estoy contento por el punto y el rendimiento de los chicos», acotaba. Satisfecho especialmente por los baches que superaron sus jugadores: «Me gustaría destacar la capacidad del equipo para reponerse de situaciones adversas: al gol en el minuto tres y al penalti, otro más, fallado».

Porque el balance tras el desastre de Zaragoza, donde el Racing se encontró con nueve jugadores a los 24 minutos, es muy claro: «En los últimos tres partidos sumamos dos victorias y un empate, y hoy nos hemos repuesto a dos situaciones adversas».

Se quedó el oventense en cuatro sustituciones –en tres ventanas– y lo explicó:«Agoto en casi todos los partidos la posibilidad de los cinco cambios y lo valoré, pero habíamos cambiado a gente ofensiva. Sacar a dos nuevos jugadores en el doble pivote me parecía un riesgo, la línea defensiva estaba bien, sólida, y decidí no tocar más. Pero con la confianza de que de haber hecho los cinco hubieran sumado. Es más por no desajustar o pensar en alterar alguna cosa que estuviera bien».La clave, que el momento en que se planteaba mover el banquillo «coincidió con nuestros mejores minutos en la segunda parte, el 60, 65».Así que se guardó una sustitución.