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Serge Patrick Njoh Soko (Duala, Camerún. 31 de octubre de 1997) sólo tiene un vicio: la tortilla de patata. El resto del tiempo está pendiente de «crecer», de «ser mejor futbolista», pero sobre todo «mejor persona». Es un tipo atípico en este mundillo del ... balón. Y aunque la pandemia le mantiene separado ya bastante tiempo de su familia y de su pareja, cada una en una parte del mundo, él sigue valorando el presente como un auténtico regalo. Los dos goles ante el Dux le han puesto en la cresta de la ola racinguista. «Humilde, humilde...», y así todo el rato. Siempre con esa palabra en la boca y en la cabeza. La primera respuesta, a bocajarro, de esta entrevista es la viva muestra de su talante. Eso sí, humilde pero también ambicioso y seguro de sí mismo. Por eso, se ve «jugando en Primera. Y si es con el Racing, mejor todavía».
-El hombre de moda en el racinguismo.
-El equipo de moda. El hombre de moda, no. Todos.
-Pero no se puede negar que se encuentra en un buen momento.
-Me encuentro muy bien. Ya me veía bien los últimos partidos. Estoy creciendo mucho. Me faltaban los goles y ayer -por el viernes- conseguí dos y dar la victoria al equipo.
-Ante el Talavera fue asistente y contra el Dux marcó de cabeza y con la pierna izquierda. Polivalencia.
-Sigo trabajando para ser mejor siempre. Ayer tuve la oportunidad de meter gol y, gracias a Dios, entraron.
-¿Qué le falta al equipo? En casa, aún sin brillantez, están sacando los resultados adelante. Pero fuera, algo falla.
-Si te digo la verdad, los mejores partidos del equipo fueron los dos que perdimos. Estamos haciendo muy bien las cosas fuera de casa, pero nos faltan los goles. Estamos un poquito desconcentrados y nos hacen daño. Después, para remontar, nos cuesta. Todavía estamos empezando y eso nos sirve para aprender, seguir trabajando lo que no estamos haciendo bien. Yo, el primero.
-¿Ve al equipo capacitado para pelear por el ascenso?
-Sí, claro que sí. Tenemos buenos jugadores. Cualquiera puede ser titular. Es verdad que esta temporada todos los equipos son buenos. No hay ninguno malo. Eso nos sirve para trabajar día a día para ser mejores.
-Además de usted, Cedric, Pablo Torre, Íñigo, Álvaro Bustos... Están siendo los destacados de este inicio de temporada y ya estaban en la plantilla el curso pasado.
-Sí. Ya nos conocemos más y los que han llegado nuevos nos están ayudando bastante. Eso se ve en el campo. Tenemos un equipo muy grande, con jugadores excelentes y, juegue quien juegue, no se va a notar la diferencia.
ASENTADO
EN LA LEJANÍA
LAS DERROTAS
-¿Qué sucedió el año pasado para que el Racing completase una campaña para olvidar?
-Personalmente, yo hablo de mí. Llegué un poquito tarde. Otros compañeros llegaron tarde, otros no estaban... Era muy complicado por la pandemia. Pero este año todos empezamos juntos y nos estamos conociendo más todavía. Eso nos va a ayudar a llegar al objetivo, que es ascender.
-Esta nueva categoría, además de más exigente, ¿es más bonita para el futbolista?
-Los equipos son muy buenos, los estadios... La gente en el campo... Ya no es como la temporada pasada. Eso es muy importante para nosotros. La afición, ante el Dux, nos ha motivado mucho.
-¿En qué ha evolucionado Patrick Soko como futbolista en este tiempo que lleva en Santander?
-He mejorado mi mentalidad. Me estoy enfocando mucho. Me estoy cuidando mucho también, más que la temporada pasada. Si sigo haciendo lo mismo y todavía más, voy a poder conseguir muchas cosas buenas. Mi pensamiento es ser cada vez mejor. Seguir superándome siempre.
-Y en el aspecto táctico, porque quizá ése es su gran debe.
-Yo creo que no es un problema, porque eso se trabaja día a día. No es algo que se trabaje en un día, una semana o un mes. Es cuestión de tiempo. Voy entendiendo cada vez mejor lo táctico. El míster y el cuerpo técnico y los compañeros me están ayudando con eso.
-¿Tiene margen de mejora?
-Sí. En lo táctico, sobre todo trabajar el aspecto defensivo, porque hacia adelante no me cuesta mucho. Pero atrás me cuesta bastante. Eso se trabaja. Y ante el Dux vi una diferencia, porque sé lo que me falta y lo que tengo que trabajar para estar a tope.
-¿Qué le pide el míster?
-Me dice que, más que venir a pedir la pelota, tengo que tirar mucho al espacio. Yo veo que cuando tiro mucho al espacio, es difícil que los contrarios me alcancen. El entrenador sabe lo que me falta y me está exigiendo mucho también en defensa. Me ayuda bastante.
-En lo personal, ¿qué está suponiendo para usted esta experiencia?
-Sigo siendo la misma persona. Con humildad y siendo buena persona. Más trabajador. Una persona muy humilde y que sabe a dónde quiere llegar.
-¿Cómo lo está viviendo su familia?
-Toda mi familia está en Camerún. Siguen al Racing todos los partidos y ayer estaban felices y orgullosos de mí. Sólo tengo que trabajar para que sigan contentos y orgullosos de mí.
-¿Tiene intención de traerles para conocer Santander?
-Aún no he podido, por la pandemia. Es un poquito complicado. Pero quiero que vengan a conocer Santander. También para que conozcan a mi novia, que está en Brasil, y vendrá aquí conmigo, porque ahora estoy solo.
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-¿Cómo está llevando esa separación forzosa de su pareja?
-Es muy complicado estar solo. No es fácil. Hablamos todos los días. Ella me apoya mucho. Es lo que hay, no depende ni de mí ni de ella. Depende de la pandemia.
-¿Qué es lo que más le gusta de Cantabria?
-Creo que no hay mejor lugar donde pudiese estar que en Santander, ¿eh? Lo que más me gusta es la comida. Me gusta mucho la tortilla de patata. No lo conocía. Y el año pasado, cuando llegué, me costó acostumbrarme al clima, por el frío, ya que venía de una zona muy calurosa. Pero ahora me siento como si llevase cinco años aquí (risas).
-¿A qué dedica Soko el tiempo libre?
-Si no estoy viendo películas, estoy hablando con mi familia. A veces voy a pasear a la playa. También medito. Voy al gimnasio, veo documentales... Y entrenar.
-¿Se ve jugando en Primera aquí en España?
-Sí. Sí. Me veo jugando en Primera. Yo quiero crecer. Y si es con el Racing, mejor todavía.
-En esta situación de pandemia, aún no ha podido descubrir realmente lo que es el ambiente de los Campos de Sport, aunque ante el Dux ya degustó algo.
-Desde el primer partido de esta temporada, he sentido a la gente. Es muy exigente con nosotros. Y eso es muy importante, sentirse querido, motivado. En cada balón que tocamos están apoyando; en cada gol, están gritando. En el segundo gol que metí ante el Dux, quería dedicárselo, porque me ayudan mucho. Cuando siento la afición con nosotros, por eso fui a celebrarlo con ellos. No debería haberlo hecho, pero no me aguanté.
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