Lavín pasará el fin de año en El Dueso tras ver rechazada su apelación para el tercer grado

Lavín, que el 26 de septiembre se presentó en el Centro de Inserción Social José Hierro para cumplir su pena por administración desleal en su etapa como presidente del club verdiblanco, fue trasladado a Santoña después de que la Junta de Tratamiento le clasificara como interno de segundo grado. Lo habitual en estos casos. Sin embargo, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, le catalogó pocas semanas después como de tercero, lo que le permitía regresar a un centro de régimen abierto. La sorpresa fue mayúscula. No resulta nada habitual que Instituciones Penitenciarias desoiga a la Junta de Tratamiento ni que un interno recién ingresado lo haga directamente como de segundo grado. Así lo confirmaron todas las fuentes consultadas por El Diario y así se lo tomaron el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y la Fiscalía de Cantabria, que recurrió de inmediato, paralizando lo que Lavín esperaba que fuera su regreso a Santander, a un centro solo de pernocta.

Al final la lógica procesal se impuso y se corrigió su clasificación de nuevo a segundo grado. Inmediatamente llegó el recurso de su despacho madrileño de abogados, que finalmente ha sido rechazado. Definitivamente, Harry deberá esperar aún unos meses, hasta cumplir al menos un cuarto de su condena, para comenzar a beneficiarse de permisos y otras medidas penitenciarias, entre ellas ese tercer grado al que aspira desde el mismo momento de su ingreso en prisión.