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Acaba de entrenar y no hay quien le quite de ir al gimnasio. Su cita con las pesas es un ritual. Para cuando sale de la ducha sus compañeros, la gran mayoría, ya se han ido. A Karim Yoda (Annemasse, Francia. 1988) no le importa. ... Es un hombre «tranquilo». Lo es en el campo y lo es fuera de él. No se altera. Trata de controlar las emociones y rebaja la intensidad a lo que hace un par de puntos. Es el único jugador que no celebra los goles; pero todos, no sólo cuando se los marca a los equipos en los que militó antes. No se trata de una moda. Yoda es así. Habla pausadamente y tan solo se escapa de ese aparente estado de orden cuando regatea. Es su habitat. Se reinventa sin darse cuenta. Para él es nuevo meter goles de cabeza, marcar tantos y ser tan protagonista en un equipo. Pero aún así, nada le cambia esa parsimonia con la que se toma casi todo. Un privilegio. Como no puede ser de otra manera, tampoco le quita el sueño esa corriente interesada o simplemente incierta que señala el mercado de invierno como su posible salida del Racing. Es el jugador en propiedad que más venta tiene pero a él... Nada de nada. «Yo sólo quiero ayudar y meter goles». Pues nada. Que nadie le cambie la música.
-Lleva usted ocho goles y en sus últimos años no había marcado más de cuatro. En otras palabras, ¿sabe usted que hacía cinco años que no anotaba un gol?
-Es la primera vez que meto tantos goles. Estoy muy contento a nivel personal y contento de estar aquí. Desde que llegué a Santander todo el mundo me ha acogido bien y estoy como en casa. Probablemente estas cosas ayudan a que luego en el campo las cosas me salgan mejor.
-Hace unas semanas, a este periódico ya le aseguró que le había sorprendido marcar cuatro goles... Ahora con el doble en el casillero, ¿qué piensa?
-Ojalá sigan así las cosas. Me encanta ayudar al equipo con goles y asistencias. Si puedo intentar marcar más goles lo voy a hacer. Me estoy encontrando muy bien, muy a gusto y hay que aprovecharlo para poder salir de la zona de abajo de la clasificación.
-Su caso en un tanto insólito. Desde que llegó a España ha sido un futbolista diferente, habilidoso y vertical, pero incluso en su mejor temporada con el Getafe los goles no llegaban, ¿qué ha cambiado para que hayan llegado en el Racing?
-Aquí tengo más libertad con el balón. He madurado. Me siento más cómodo a nivel personal. Intento jugar como cuando era niño, sin presión y eso es lo mejor para que luego en el campo nos salgan las cosas. Estoy contento y sólo quiero que vayamos ganando partidos y el equipo se vaya encontrando cada vez mejor.
-Perdone la insistencia, pero es que también se ha descubierto en Santander su faceta de cabeceador...
-En mi carrera sólo había marcado un gol con la cabeza y aquí llevo tres. Es algo nuevo para mí y ojalá que pueda marcar muchos más. Para mí es algo muy importante mejorar en todos los aspectos y esta temporada me están entrando. Hay que agradecer también a los compañeros. Los goles también llegan porque ponen buenos centros.
-'Dádsela a Yoda'. Esta frase se escucha en la grada de El Sardinero más de una vez cuando el Racing está ciego y sin ideas.
-No me importa y me viene bien. Estoy en un momento de mi carrera en el que tengo que tomar responsabilidades y demostrar que soy un chico fuerte. Además, tengo compañeros que me dan mucha confianza y eso me hace que me salgan mejor las cosas. Pero de verdad que no me viene mal y me gusta tener esa responsabilidad.
-Lo de la presión no va con usted, ¿no?
-El anterior míster nunca me metió presión. Con el nuevo tampoco, cuando juego tengo presión. Es verdad que en la clasificación no estábamos bien, pero jugábamos tranquilos. Ha sido una pena que en muchos partidos no hayamos podido sacar los puntos porque nos merecemos estar más arriba. Cuando no ganas te pueden entrar nervios, ganas de conseguir ese triunfo, pero realmente hemos jugado bien.
-Es usted tan tranquilo que no celebra los goles. Eso también es un caso inédito, ¿no le parece?
-Como no estoy acostumbrado a marcar goles, por eso no los suelo celebrar. No quiere decir que esté enfadado, pero soy así. Soy un chico tranquilo y me gusta así.
-Se fue un entrenador que confiaba mucho en usted y ha llegado otro que también lo ha hecho, por el momento ¿Ha cambiado algo?
-La charla de ambos, el discurso no ha cambiado. Iván me ayudó mucho. Desde aquí le doy las gracias a él y a sus compañeros. Y con el nuevo míster también. Hemos hablado mucho y él me dice que soy un gran jugador, que juegue como sé, que no pasa nada y que intente cosas. El nuevo entrenador me dice que puedo ayudar al equipo y que necesito atreverme y por eso me deja también mucha libertad.
-El equipo ha dado un paso atrás, defiende un poco más y los laterales no suben tanto ¿A usted personalmente le ha cambiado mucho el estilo de juego con Cristóbal?
-A mí no me ha cambiado mucho. Ahora hemos cerrado la defensa un poco más. Esto se ve porque estamos más atrás. Pero estamos en buen camino. A mí a nivel personal me habla mucho el míster. Me dice que soy un jugador que puedo ayudar y me encanta que me dé mucha confianza.
-Usted nunca fue un gran defensor, ¿cómo lleva eso de correr para atrás?
-A día de hoy todos los extremos defienden en cualquier equipo. No me gusta mucho, pero estoy obligado, porque si no el míster me cambiaría y pondría a otro. Cuando estuve en el Getafe jugué de lateral y eso me ha ayudado mucho.
-Yoda, Cejudo, Lombardo... La línea de tres del Racing tiene talento. Se les ve que encajan...
-Somos complementarios. Eso intentamos. Nos entendemos bien en el campo y con esos jugadores me siento muy bien.
-Eso sí, en esa línea de tres cuartos usted siempre por la derecha ¿Es su sitio predilecto?
-A veces puedo jugar como segunda punta, pero estoy más cómodo en la derecha.
-Esta temporada, mayormente, el Racing ha jugado casi siempre con un sistema 4-2-31. Alguna vez lo hizo con dos delanteros, ¿con cuál de los dos dibujos está usted más a gusto?
-Este sistema es mejor para nosotros. Somos más participativos, tenemos más opciones de ataque.
-El pasado domingo llegó la segunda victoria ¿Ahora qué?
-La segunda victoria nos viene bien y creo que a partir de ahora tendremos una buena racha para subir puestos en la clasificación. Yo ya he dicho que el equipo debía estar mejor clasificado, pero no tuvimos suerte en varios partidos.
-Se dice que el Racing como pueda hacer 'caja' lo hará en el mercado de invierno, lo mismo le vende...
-De momento no pienso en eso. Sólo quiero ayudar al equipo. Solo jugar y meter goles. No pienso en enero y en lo que va a pasar aquí. A mí no me han dicho nada y para mí estoy aquí. He firmado dos años y estoy muy bien aquí. No necesito más que ayudar y meter goles.
-¿Le da tiempo a fijarse en los rivales?
-Cuando estábamos en puestos de descenso siempre mirabas a ver qué hacían los demás. Nosotros tenemos que ganar y luego ya veremos.
-¿Ha visto a cuatro peores que el Racing?
-Para mí creo que podemos estar mucho más arriba. No hay muchos equipos que nos hayan dominado todo el partido. Sólo el Girona y el Rayo, pero los demás no han jugador mejor que nosotros.
-¿Qué le parece El Sardinero?
-La afición te empuja desde el principio hasta el final. Para mí es nuevo que la afición esté tan encima del equipo y sólo puedo agradecer el apoyo. No solo en El Sardinero.
-Ania era todo intensidad y Cristóbal, en cambio, es más pausado.
-A mí me gusta que el míster sea tranquilo. Yo soy un chico tranquilo y por eso me gusta.
-¿Sabe usted que Cristóbal jugó en el París Saint-Germain?
-Sí. Estaba con Ronaldinho. Era un buen jugador y yo cuando era pequeño le miraba... Me acuerdo de aquella época.
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