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Eso de llamar a la Liga Hypermotion la 'Liga Hipertensiones' lo inventó el Racing. No se puede negar que el equipo de José Alberto es el más divertido de la categoría y parte del extrarradio futbolístico nacional. Hace mucho tiempo que el racinguista ya ... no ve partidos aburridos de su equipo. Y si, además, ganan, premio doble. Aunque también supone vivir la mayor parte de los encuentros en tensión. No hay sopor y tampoco tranquilidad. El técnico asturiano no engaña y quiere que sus futbolistas jueguen para la gente. «Nosotros no especulamos», decía el pasado viernes. Quiere que pasen cosas en los partidos de su equipo. Y vaya si hay sucesos. En ese cuerpo a cuerpo, el conjunto cántabro se siente bien. El ciclotímico choque del sábado en Zaragoza es el máximo exponente de la locura como modo de vida racinguista. Pero no el único en lo que va de competición. La mitad de las jornadas, el Racing tiene sarao: idas y venidas, goles, alternativas en el marcador, remontadas... Algo que no es nuevo. Que viene de la temporada pasada, como el empate en Elda (3-3) después de ir venciendo 0-3 hasta el minuto 74; la derrota (2-1) en Burgos en el minuto 99 o el triunfo en El Molinón (2-3) con un penalti en el 101. Por poner algunos ejemplos notables.
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Sergio Herrero
Un día después y en frío, todavía se hace complicado juntar todos los sucesos y ponerlos en orden. Sobre un campo en pésimo estadio, el Racing logró hacer la pelota potable. Se puso superior a su rival y, antes del descanso, logró materializar dos de las varias ocasiones de que dispuso. Con 0-2 y viendo el arranque de la segunda mitad, el triunfo era cosa de tiempo. Pero el árbitro había puesto el listón muy bajo con las tarjetas, José Alberto decidió no tocar nada pese a los amonestados y Manu Hernando no midió bien las consecuencias de una falta en el centro del campo. Segunda y a la calle. Los cambios del míster para reestructurar el equipo echaron a la tropa aún más atrás. Ahí empezó el monólogo maño. Tasende hizo el 1-2. Y, tras una gran parada de Ezkieta, Soberón empató el encuentro. Olía a derrota desde Logroño. Sin embargo, el inesperado Aldasoro se inventó un espectacular golazo con la izquierda para poner al Racing de nuevo por delante. A partir de ahí, mejoró la solidez cántabra. La victoria estaba en las manos, hasta que en el minuto 98, Sesma Espinosa señaló un 'penaltito'. Ezkieta se hizo enorme para detener el lanzamiento de Aketxe. Triunfo y éxtasis racinguista.
Oviedo-Racing o Racing-Oviedo siempre tiene una tensión añadida. Y esta vez no iba a ser menos. El equipo cántabro empezó dubitativo y ahí se encontró, en el minuto 11, con el tanto de Ylias Chaira para los carbayones. Pintaba mal la cosa. Los verdiblancos fueron creciendo y, en dos minutos vertiginosos, Andrés Martín le dio la vuelta al marcador. Minutos 24 y 25. Dos tantos consecutivos. Los racinguistas no solo mantuvieron a raya a un Oviedo altamente frustrado, sino que, además, le asestaron otro duro golpe en la parte final del choque con el tanto desde fuera del área de Michelin.
No fue un buen partido del Racing, que vio cómo en el minuto 27 del encuentro se adelantaba el equipo armero por medio de Antonio Puertas. Los cántabros habían reclamado un penalti muy claro sobre Pablo Rodríguez, pero nada. Después de estrellar Pascual un balón en el poste, los vascos, con un partido impecable, hicieron el segundo, obra de Carrillo. José Alberto se la jugó con un triple cambio. Fuera Michelin, Aldasoro y Pablo Rodríguez; dentro Marco Sangalli, Karrikaburu y Suleiman Camara. Pudo recortar distancias Saúl García, pero, cuando la derrota parecía inevitable, fue Suleiman el que hizo el 1-2 en el minuto 86 del encuentro. La ebullición de los Campos de Sport hizo el resto y en el 92, un penalti por mano de Carrillo lo transformó Andrés Martín para hacer el empate.
Lo mismo que ante el Eibar, pero al revés. Ante el Almería, uno de los claros favoritos al ascenso con una plantilla de relumbrón, el Racing se adelantó pronto. Minuto 6. Gol de penalti de Andrés Martín. Y amplió la ventaja a la media hora, por medio de Juan Carlos Arana. Pero no estaba hecho, ni mucho menos. El cuadro andaluz se puso serio en la segunda mitad, aprovechó que a los verdiblancos se les fue agotando la gasolina y, con goles de Ramazani y Luis Suárez (este de penalti), en seis minutos igualó la contienda. El Almería tuvo ocasiones para llevarse el triunfo y a Karrikaburu le anularon un gol por milímetros.
Tan entretenidos son los partidos del Racing que el equipo cántabro ya es el máximo goleador de la competición. Un honor compartido con el segundo clasificado y rival de la próxima jornada, el Levante. Los de José Alberto han anotado catorce tantos en ocho encuentro. A un ritmo de casi dos goles por jornada. De hecho, cuenta con el actual primer clasificado en la lista de artilleros, Andrés Martín, con seis dianas. Un puesto en el que está empatado con el cántabro Mario Soberón. Ya la pasada temporada, los verdiblancos fueron uno de los conjuntos más goleadores del campeonato, aunque también recibió muchos en contra.
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