Luces y tornos, principales reformas necesarias para jugar en Segunda

Aunque la auditoría no se lleva a cabo hasta que concluye la temporada anterior y se conoce a ciencia cierta qué equipos han ascendido, la sociedad ya sabe que sus principales problemas serían, como ya ocurrió hace tres años, la iluminación artificial y los tornos de acceso al estadio. No son los únicos requisitos que impone LaLiga para jugar en Segunda, pero otras deficiencias ya se solventaron para poder cumplirlos en aquel 2019. Es el caso de los asientos, la publicidad monocromática y la organización de la grada de animación, por citar algunos ejemplos.

La potencia lumínica de El Sardinero no alcanza el mínimo exigido por la patronal del fútbol, al margen del deficiente estado en que se encuentra, que ha obligado al Ayuntamiento de Santander a poner en marcha actuaciones de emergencia. Tampoco tiene habilitados los tornos para el control de acceso, otro requisito imprescindible, si bien el Racing trabaja con la ventaja de que LaLiga ofrece un año de carencia para llevar a cabo las reformas y cumplir todos los requisitos.

Además, tendrá que tener especial cuidado con la uniformidad del césped, que debe ser también monocromático y no presentar deficiencias, patógenos ni especies invasoras. Esto no impide jugar, pero el Racing ya fue sancionado en más de una ocasión por este motivo durante la temporada 19-20, la última de los verdiblancos en Segunda División.

Lo que está descartado es sustituir las actuales torretas, cada vez más infrecuentes en los estadios de élite, por una iluminación completamente perimetral. Dadas las características arquitectónicas del estadio, las torres se plantean como la mejor solución, y por eso se optó por esta solución en la construcción de un estadio inaugurado en 1988. Según informa el club, las cubiertas de los Campos de Sport no tienen la suficiente altura para instalar luces perimetrales sin que se produzcan sombras o deslumbramientos.

Mientras la mesa de trabajo para la firma del nuevo convenio que regule la explotación de los Campos de Sport sigue sin nueva fecha. Como es habitual durante años, los problemas nacen de las dificultades que encuentra Intervención para invertir en una infraestructura municipal, pero que tiene al Racing como concesionario exclusivo y, en la práctica, perpetuo. Así se acordó en la operación en la que el club vendió su patrimonio a un precio por debajo de su tasación, pero la normativa actual no permite lo que en su momento se fijó en un intencionadamente vago contrato. De hecho, el anterior presidente del Racing, Manolo Higuera, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, acordaron en su momento un nuevo convenio que la revisión de Intervención paralizó cuando estaba a punto de firmarse.

Ante esta situación, las actuaciones de la Casona se han articulado por la vía de emergencia, que ha permitido llevar a cabo actuaciones destinadas a subsanar problemas estructurales y otros que podían poner en riesgo la seguridad de usuarios y viandantes.

Sin embargo, el club considera también urgentes actuaciones que, dadas las circunstancias, están, paralizadas, como las de los servicios y las bombas de agua.