Vuelta a la 'nueva normalidad'

Lo de este jueves ha sido una vuelta a la 'normalidad'. El equipo trabajó en La Albericia como ha sido costumbre durante toda la temporada y dada la rocambolesca situación vivida resultaba ser noticioso que pudieran estar juntos. Ha sido el primer día que Solabarrieta pudo ensayar algún aspecto táctico, dado que con tan solo nueve futbolistas esta última semana ni tan siquiera lo intentó. Apenas quince minutos después de saltar al campo, el míster y el cuerpo técnico se atrincheraron tras los muros de La Albericia para entrenar a puerta cerrada, algo que también curiosamente se había hecho habitual antes de que se produjese el confinamiento forzado.

Entre las pocas rendijas que dejan las puertas y las cuatro confidencias que entre unos y otros cuentan al salir, poco trascendió de lo que el entrenador vasco trabajó con sus jugadores. No quiso cargar muscularmente a ninguno de sus efectivos, puesto que mientras los diez disponibles –por llamarlos de algún modo– han podido hacer algo tan sencillo y a la par indispensable como el correr, los otros doce no han podido más que trabajar en estático y poco de aeróbico, salvo aquellos que hayan contado con una cinta para interiores.

Nada de riesgos. La premisa del preparador físico es no arriesgar nada. El plan a seguir es activar el cuerpo lo antes posible en los apenas tres entrenamientos que tiene el Racing por delante antes de enfrentarse al Ebro el domingo (12.00 horas). El de este jueves fue un trabajo de puesta a punto, con algo más de carga para los que están más rodados, que fueron a su vez los que disfrutaron de minutos en Tarazona. Lucas Díaz, Álvaro Mantilla, Lars Gerson, Riki Rodríguez, Isaac Nana, DiegoCeballos, Pablo Torre, Álvaro Traver y Álvaro Bustos prosiguieron con el plan que han podido completar estos días. Los que fueron acomodándose al trabajo fueron Iván Crespo, que después de diez días volvió a ponerse debajo de una portería, además de Bernardo Matic, Óscar Gil, Isma López, Íñigo Sainz-Maza, Martín Solar, Marco Camus, Patrick Soko, Álvaro Cejudo, Luan Capanni y Jon Ander. Solabarrieta trató de juntarlos por líneas; obviamente Lucas Díaz volvió a reencontrarse con el capitán, con Iván Crespo, y completaron su trabajo específico en la primera parte del entrenamiento.

Aparentemente no se esperan cambios tácticos en Zaragoza el domingo, aunque la imagen ya un tanto difusa del último partido ante el Tarazona invita a que sí habrá salidas de jugadores del once inicial. Con Bustos sancionado, Solabarrieta tendrá que colocar a un nuevo efectivo en la banda izquierda que deja vacía el asturiano. La primera opción, que no sería nada nuevo, sería pasar a Traver al carril zurdo y apostar por Patrick Soko en la derecha. Más remoto sería darle la oportunidad a Marco Camus, que después de una auténtica tortura de lesiones y recuperaciones ha aprovechado este periodo de confinamiento para ponerse a punto de una vez por todas.

Salvo que existan contratiempos en estos tres días que quedan para jugar ante el Ebro, Solabarrieta tan solo cuenta con la ausencia de Bustos y las dos de Alberto Villapalos y Pablo Andrade, aunque estas dos últimas, la primera por lesión y la segunda por el aislamiento pactado, no le producirán ningún quebradero de cabeza ya que apenas han entrado en los esquemas del cuerpo técnico.

Álvaro Mantilla se mostró satisfecho por el regreso de sus compañeros. «Se echaba de menos a todos y los entrenamientos serios», aseguró el canterano tras pasar por la rueda de prensa improvisada de cada día. El joven futbolista, que después de empezar la temporada a trompicones, se ha hecho un hueco en el once inicial, reconocía que durante estos días «siendo nueve jugadores no se puede preparar nada, pero hoy –por ayer– ya hemos podido». Mantilla, que indicó que el primer día no fue «una sesión exigente», insistió en que los diez días de confinamiento no afectarán a la actuación del Racing en Zaragoza. «No es excusa. Hemos trabajado bien y tenemos que llegar al cien por cien».

El defensa admite que la situación en la clasificación «es favorable, pero engañosa. Si ganas el domingo el colchón es muy grande, pero si pierdes se puede complicar». Mantilla aboga por ser «un equipo y tener la idea clara. Tácticamente debemos estar bien» si se pretende aprovechar la gran oportunidad que supone ganarle al Ebro y dejar casi encarrilada la clasificación para la Primera RFEF. Finalmente descarta que la hierba artificial que espera el domingo sea un problema:«Hemos jugado toda la vida ahí».