«Ni en el mejor de mis sueños me imaginaba en Segunda División»

Jon Ander es un tipo optimista. El máximo goleador verdiblanco de la pasada campaña se ha pasado la mitad de 2019 lesionado. Roto en pleno sueño. Se perdió la consecución del ascenso. Y con el Racing de vuelta en el fútbol profesional, apenas 209 minutos repartidos en cinco partidos. Sin embargo, el delantero vasco no se queda con lo perdido sino con lo que ya ha metido en su petate vital: «Ni en el mejor de mis sueños habría imaginado estar jugando a día de hoy en Segunda División después de haber pasado tantos años en Tercera y Segunda B». El alavés respondió a través de vídeo, desde su casa de Parbayón, a los aficionados racinguistas que dejaron sus preguntas en las redes sociales en un momento que califica de «incertidumbre» sobre lo que sucederá con la competición.

A los 29 años probó por fin la élite del fútbol español. El proletario del balón que, a base de trabajo, alcanzó la nobleza balompédica. «Es muy bonito, porque creo que es un ejemplo de que con sacrificio y esfuerzo se puede conseguir el éxito», reconoce el delantero vasco.

Su fichaje por el Racing en el verano de 2018 supuso un punto de inflexión, no sólo en su carrera, sino también en su vida. Sus goles con el Amorebieta no habían pasado desapercibidos en el fútbol extranjero, pero la llamada desde los Campos de Sport lo cambió todo: «Cuando mi representante me dice: 'Tenemos una oferta del Racing'. Sin preguntar ni cifras ni años le dije, 'fírmalo ya'. No hubo ninguna duda. Tenía una oferta de Polonia y tenía bastante claro que me iba a ir allí, porque era una experiencia nueva y buena económicamente». Sin embargo, el club cántabro se puso en su camino.

Y no se arrepiente, pese a su grave lesión de rodilla. «Ha sido el momento más complicado en mi vida futbolística y uno de los peores en lo personal. Ves cómo todo por lo que has luchado se te viene abajo y no puedes seguir luchando», reconoce, con la perspectiva del tiempo y una vez superado el bache.

Tiene un año más de contrato con el Racing y quiere cumplirlo. «Me encantaría quedarme en Santander». Además, en un momento en el que su vida va a tener otro cambio importante: «En un par de meses, mi mujer y yo vamos a ser papás». El cariño de la afición, que siente «desde el primer día», es clave en su deseo de seguir vistiendo de verdiblanco. «Recuerdo el 'momento pasarela' de Lezama, cuando pasé con muletas por la grada y todo el mundo se giraba para animarme. Mi forma de jugar, trabajar, luchar, no dar ningún balón por perdido a la gente le gusta», concluye.