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Cabreado. Mucho. Tanto que mientras abandonaba el terreno de juego en el minuto 72, cuando lo sustituyó Karrikaburu, el canario no pudo evitar descargar un manotazo sobre un asiento del banquillo. No por la permuta en sí, como luego explicó José Alberto en sala de ... prensa, si no por no haber podido dar la vuelta al marcador con una jugada minutos antes. «Está enfadado porque hay una situación que tenemos para matar el partido con Andrés, que opta por disparar y podría haber encontrado aVicente o al propio Arana», decía el míster al término del encuentro. «No está molesto por el cambio sino por esa situación, que el equipo tiene que marcar el 2-0 y se acaba el partido y no lo hicimos», añadía el asturiano.
Y eso no fue todo. Las decisiones del valenciano Fuentes Molina dejaron en el delantero un poso de mala leche que el racinguista no se molestó en disimular. Primero fue un posible penalti que reclamó el ariete en la primera mitad, cuando apenas había arrancado el partido, pero el colegiado dijo que nanai. Nada. Sigan. Ni siquiera cuando, con las protestas ostensibles del Racing y de Arana en particular, entró a revisarlo el VAR, el delantero se quedó tranquilo. El canario, que había caído en el área albaceteña en el minuto 18, salió en tromba hacia Fuentes Molina y le clavó la mirada como un pase raso, El colegiado no hizo caso a sus requerimientos. Primer enganchón.
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Sergio Herrero
Arana se dio la vuelta como quien abandona una mesa llena con la sensación de que aún queda banquete. Menos mal que cinco minutos después Sangalli sacó una sonrisa al racinguismo con un golazo que llegó por banda izquierda. Andrés Martín llegó a la línea de fondo y remachó el '15', que fue titular para sustituir a Michelin. Lizoain se quedó a verlas venir y el Racing se adelantó en el marcador. Arana todavía tenía la sensación de que se le debía una. Poco después trato de hacer el segundo y enganchó una volea en el primer palo, pero llegó muy forzado y terminó enviando el balón por encima del travesaño.
Al filo del descanso de nuevo el foco se puso sobre el delantero canario. En una jugada en el área racinguista el Albacete pedía mano de Arana y por lo tanto, penalti. El ariete se desesperaba. Se llevaba las manos a la cabeza, daba vueltas sobre sí mismo, la rabia le mordía la cara mientras decía que no con las manos y la cabeza. Y los jugadores del Albacete, erre que erre, rodeaban al árbitro tocándose el antebrazo repetitivamente. «Le ha dado con el brazo, con el brazo», parecían decir gesticulando. Y mientras Arana, que no. Que había sido con la cabeza. Aldasoro, con el brazalete de capitán, también se acercó a hablar con el árbitro. Fuentes Navarro no sabía ya a quién escuchar. Con gesto adusto le puso la palma de la mano al canario frente a la cara. Basta. No quería escuchar sus explicaciones. Revisión. Segunda vez que el VARy Arana se cruzaban en el partido. Desde la sala, Orellana Cid dio la razón al canario. El balón había hecho un extraño y había pegado en la cabeza del jugador, no en el brazo. Penalti denegado. Ni a favor en el 18 ni en contra en el 48. A pesar de ello los ánimos del canario no se aplacaban.
El partido comenzó a calentarse. Ocasiones para los dos equipos y juego cada vez más agresivo. Jugadores por el suelo, protestas y la impotencia de ver cómo el partido se deslizaba hacia otro final que no era el esperado. José Alberto movió el banquillo. Karrikaburu al 'prao'. El '9', que según el asturiano había pedido el cambio cinco minutos antes, enfiló hacia el banquillo con el fastidio pintado en el rostro.
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