«Ha sido un orgullo y un honor que Pachín haya trabajado para el Racing»

Año y medio antes de la llegada de Antonio Martínez a los Campos de Sport como principal responsable de la parcela deportiva, Manolo Higuera y su junta directiva ya habían pensado en la figura de Pachín para profesionalizar este pilar tan importante en el club. Y tiempo después, cuando el asturiano ya se había desvinculado del Villarreal, pudo acometer su objetivo. Sin embargo, esa unión tan esperada ayer llegó a su fin.

Manolo Higuera había llegado ayer a un acuerdo no solo con un amigo, sino con una de las personas estratégicas en su proyecto de Racing, para que abandonara el club. De hecho, la directiva ya reconocía ayer que se trabaja para encontrar con la máxima rapidez posible un sustituto al asturiano.

Como Borja Granero en la parcela deportiva, Higuera fue el encargado de lanzar al menos un mensaje sobre una situación por la que todo el club hubiera preferido pasar de puntillas. «Hoy no es mi día», reconocía el máximo responsable verdiblanco, que ni siquiera pudo estar arropado por su segundo de a bordo y hombre de confianza, Víctor Diego, de viaje de trabajo fuera de Cantabria. Precisamente, el vicepresidente verdiblanco fue compañero de vestuario del ahora exdirector deportivo en la temporada 1980-81, que terminó con ascenso a Primera División.

Durante los últimos meses ha sido más o menos habitual ver a ambos siguiendo en las Instalaciones Nando Yosu de La Albericia desde algún entrenamiento del primer equipo a partidos del filial y del juvenil. De ahí que a primera hora de la tarde la directiva se remitiera al comunicado de prensa a la hora de valorar el cese del director deportivo.

La rescisión de mutuo acuerdo de Pachín supone otro problema para un Higuera cuya gestión ha permitido evitar la desaparición del club. Sin embargo, después de haber dado un paso quizá decisivo para asegurar la viabilidad de la entidad y de sentar las bases para la recuperación económica, no ha conseguido, al menos por el momento y en medio de una política de autarquía, devolver a los verdiblancos a la Liga de Fútbol Profesional.