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Si Pablo Torre cotizase en bolsa, su valor en los últimos días habría crecido a niveles estratosféricos. Ni los Bitcoins. No porque no fuese conocido el potencial del canterano del Racing, si no porque cada vez que una de sus actuaciones roza lo sobrenatural en ... una Primera RFEF que ya se le queda pequeña son más los ojos que se posan sobre él. Y entre esas miradas indiscretas se encuentran las de los clubes, a día de hoy mucho más poderosos que el verdiblanco, que babean con la posibilidad de incorporar semejante perla a su colección. Convertido ya en un componente importante en las convocatorias de la selección española sub 19, tal y como pasó tras su caracoleo en Irún, su fantástico partido, con doblete incluido, contra el Rayo Majadahonda del sábado ha colocado los focos sobre un futbolista que el racinguismo ya empieza a asumir que no podrá retener por mucho tiempo.
«Quiero disfrutar viendo a Pablo Torre con la camiseta verdiblanca en Primera División», afirmó el presidente del Racing, Alfredo Pérez, en la última Junta de Accionistas. Para el Racing sólo habría una situación que permitiese tener alguna opción de disfrutar un poco más de su presencia: un ascenso a Segunda que sirva al chaval para seguir con su evolución progresiva, ya sea con el contrato que tiene vigente hasta el 30 de junio de 2025 o, ya fichado por otro club más poderoso, en forma de cesión. Como sucedió cuando Ezequiel Garay fichó por el Real Madrid. Tal y como reconoció el propio Pérez en una entrevista en este periódico: «Pablo continuará mientras el Racing le pueda seguir dando posibilidades de crecimiento». Aunque esa decisión no estará en manos del mandatario.
el escaparate
Con todos estos condicionantes, la estancia de Pablo Torre en el Racing probablemente no pasará del próximo verano. Aunque el temor de una salida en enero siempre planea sobre los Campos de Sport. Para el club cántabro sería casi descartarse de la lucha por el ascenso perder a su hombre más determinante. Visto el compromiso del chaval con el equipo, no parece que dejar colgado al Racing a media temporada entre dentro de sus planes. Ni en los de la directiva verdiblanca suicidarse en mitad del camino.
Precisamente la entidad de Chamartín es una de las que ha puesto sus cartas sobre la mesa para hacerse con uno de los futbolistas de moda y que, por la situación del Racing, es una ganga para los tentáculos de Florentino Pérez. Santi Aragón visitó las Instalaciones Nando Yosu de La Albericia el 12 de noviembre por la mañana -ese día el primer equipo recibió al Bilbao Athletic en los Campos de Sport-. El exfutbolista forma parte del departamento de captación de jugadores jóvenes del Real Madrid. Y anunció el interés merengue por el de Soto de la Marina. Por eso, con posibles compradores de este calado y con la necesidad económica racinguista, parece utópico ver al canterano vestido de verdiblanco la próxima campaña.
el futuro
En su día ya trascendió el interés de la Real Sociedad por hacerse con los servicios de Pablo Torre, cuya cláusula de rescisión ronda los ocho millones de euros, aunque Alfredo Pérez se negó a desvelarlo en la última Junta. Pero ni los donostiarras ni los madrileños son los únicos que han preguntado por el chaval.
Asumiendo que pronto volará de Santander, actuaciones como la del pasado sábado aumentarán la competencia para su compra y, por lo tanto, el valor que pueda percibir el Racing por un traspaso. A ningún club se le ocurrirá pagar los ocho millones de cláusula a un club de procedencia en la tercera categoría del fútbol nacional. Por eso, cuanto más se acerque a esa cifra el montante final, dentro de la pérdida que supondrá la marcha del jugador, mejor para el Racing. Al final, la buena voluntad de Pablo Torre y su familia para que el club cántabro salga beneficiado por su hipotética marcha ha hecho posible esta situación. Ahora entrará en juego la capacidad de negociación de Alfredo Pérez y Pedro Ortiz a la hora de tirar de la cuerda.
¿Hasta cuándo?
Hundido en la extinta Segunda División B, el Racing logró algunos traspasos importantes, pero lejos de lo que debería suponer la salida de un jugador del potencial de Pablo Torre. Recién descendido al pozo, Jairo Samperio se marchó al Sevilla por cerca de 1,5 millones de euros, aunque, con Harry de presidente, un porcentaje bastante alto de la cuantía no llegó a las arcas verdiblancas. Lo mismo sucedió más recientemente con los 750.000 euros percibidos por Sergio Ruiz y su contratación por el Charlotte estadounidense. Por su parte, Mamadou Koné fichó por el Leganés por aproximadamente un millón de euros.
El caso más parecido en lo que a talento se refiere fue el de Sergio Canales, con el Racing en Primera División y con la burbuja financiera del fútbol a tope. Un futbolista al que Francisco Pernía malvendió. De los cinco millones que pagó el Real Madrid, prácticamente la mitad se marcharon al Deportivo de La Coruña por un desastroso acuerdo del expresidente.
corazón verdiblanco
La entidad del Santiago Bernabéu ganó aquella carrera por el que era futbolista joven de moda en el balompié nacional. Le ganó la partida, entre otros, al Barcelona. En este caso, el club culé parece con pocos visos de participar en la competición. Lo primero, porque no anda en disposición de gastar. Lo segundo, porque a día de hoy no es el destino más atractivo para un futbolista como Pablo Torre. Y en tercer lugar, porque el gran mentor del canterano, Quique Setién, salió mal parado del club culé no hace mucho. Todo cuenta.
Aunque el futbolista y su familia han demostrado un racinguismo incuestionable, lo cierto es que las decisiones de Guillermo Fernández Romo y el estilo de juego elegido por el entrenador no son el escenario ideal para el de Soto de la Marina. Tanto con el madrileño como el curso anterior con Javi Rozada y Aritz Solabarrieta, de los 31 encuentros que ha disputado como titular ha sido sustituido en 30. Muchas veces, por cansancio físico -provocado en ocasiones por planteamientos que le obligan a realizar demasiado despliegue-, pero otras, por decisión técnica.
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Como lo fue también elección exclusiva del actual entrenador del Racing dejar a Pablo Torre en el banquillo frente al Valladolid B, en un choque que finalizó con estrepitosa derrota. 3-0 para los pucelanos. Por eso, la suplencia del canterano sentó tan mal en el racinguismo. En los de la grada y hasta en los del palco. Porque todos ellos entienden que el patrimonio más valioso del club -más allá de la afición- debe ser cuidado al máximo. Incluso mimado si es necesario. Porque cuando no esté, se le echará de menos.
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