Secciones
Servicios
Destacamos
«A Ania le ha faltado un director deportivo que le diera un equipo extraordinario y un delantero que le metiera 25 goles con el presupuesto que tenemos». No hubiera hecho falta tanto. Con mucho menos se hubiese evitado el sonrojo que ahora mismo asola ... al racinguismo. Las palabras son de Chuti Molina tras despedir al que él mismo definió de un modo inapelable: «Va a ser mi mejor fichaje para el Racing». Al César lo que es del César y a Chuti lo suyo, porque al asturiano lo descubrió de la nada y le puso en bandeja «un equipo sin problemas para fichar». Apostó por un joven con hambre y acertó a la primera. Bingo. Sin embargo, más tarde se terminó parapetando detrás del técnico para no asumir la absoluta ignominia que se estaba perpetrando contra el racinguismo y que ahora tardará en que dejen de sangrar las heridas.
La soberbia es un pecado que no se cura y para el que no hay tampoco tratamiento. Por eso de camino a la Mancha, a Chuti le estará martilleando la conciencia su Sancho Panza particular -si es que no le despedido también- por tantos improperios y exabruptos. «Si esta ronda sale mal, la pago yo». Este manchego de origen francés curtido en los despachos de media España sale por la puerta de atrás del Racing sin que nadie ni tan siquiera se la abra. En la soledad del atleta de fondo. Su bipolaridad constante se ha encargado de inventarse todo tipo de gigantes con los que pelearse en su intento de ser un Don Quijote sin más rumbo que el marcaba.
su pecado (18-enero-2018)
un lastre (25-8-2018)
Metódico, absorbente, intenso y con una cierta manía persecutoria, el director deportivo con más poder de la historia centenaria del Racing llegó a reconocer en varias ocasiones que su gestión al frente del club esta tempotrada había sido deficitaria. Entonó el 'mea culpa', eso sí, sin que ello le hiciera recapacitar del todo. «Soy el máximo responsable, pero no pienso dimitir en absoluto». Puede entenderse como un acto consecuente, porque no quiso huir cuando El Sardinero le recordaba a voz el grito «Chuti vete ya, Chuti vete ya». Aunque en realidad su futuro estaba visto para sentencia. «Todo esto es probable que lo pague yo a nivel profesional. Es un revés para mi vida laboral del que igual no me levanto». Quién sabe... El fútbol da muchas vueltas y tiene la memoria justa. Para lo bueno y para lo malo. Porque nadie puede negar que hace un año el Ayuntamiento de Santander se quedó pequeño a altas horas de la madrugada. Allí estaba, en el balcón llamando a la causa: «El año que viene seremos 18.000 socios». Cumplió con su misión.
Pero pronto se volvió a poner el traje de sospechoso. Ahora que ya es historia su Pepito Grillo le estará maltratando por haberse pasado de frenada tantas veces. Por decir lo que piensa sin pensar lo que dice anda ahora tragándose los sapos y las culebras que nunca quiso morder. «Tenemos carta blanca para fichar». Con esta frase despertó al mercado de Segunda B cuando llegó a Santander y la propiedad le dio el bastón de mando. Retrató desde su trono plenipotenciario a un Racing subido a las alturas dispuesto a vaciarse los bolsillos si hiciera falta y quizás por eso le esperaron algunos representantes con la calculadora preparada. «No va a haber problema para acceder a los futbolistas que queremos», añadió. Pero no contento con ello, en enero de 2018, cuando el equipo buscaba reforzarse se arrancó con otro pasodoble. «Somos el Racing, nos gusta lo bueno y tenemos dinero». Quizás por cosas como estas en su primer ejercicio le sacaron los colores más de uno y hasta con toda la pólvora del rey posible le costó un mundo armar un ejército victorioso. Tuvo que echar mano de veteranos ilustres -Cejudo, Barral, Figueras...- algunos con un rendimiento muy flojo. «Claro, si les lesionan de una patada diréis que es porque son mayores», aseguraba para sacudirse las críticas que le llovían por recuperar del extranjero a jugadores que andaban fuera de circulación. El segundo ejercicio, lejos de aprender se columpió sobre su invariable pensamiento y convirtió a la plantilla en la más veterana de la categoría.
sin defensa (12-11-19)
autocrítica justa (4-2-2020)
«Es difícil defenderse cuando vas último, pero este equipo no es un desastre, compite y se ve», señalaba el pasado mes de enero. Cuando los números le habían condenado a él y al Racing a una peregrinación por el infierno. Para entonces ya había transformado el club, el escenario y La Albericia en su cortijo. Le colocó unas cadenas a la grada para evitar que los periodistas pudieran acercarse a los jugadores, redujo la comparecencias públicas e instauró la ley del silencio. Llegó a pensar que sería mejor cerrar las puertas de La Albericia al público después de un siglo . «Yo no he sido el que ha decidido hacer los entrenamientos a puerta cerrada. Yo llegué un día allí y me lo dijeron», indicó ante el estupor popular que arqueaba las cejas sorprendido por lo que acababa de escuchar.
«La política social de Chuti... Su interfaz es un tanto especial, pero no se le trajo para otra cosa que para ascender, y lo hizo, y ahora para mantenerse y ya veremos», explicaba el presidente, Alfredo Pérez tras la destitución de Cristóbal y la llegada de Oltra al banquillo. El reconocimiento del máximo mandatario anunciaba el divorcio institucional y la constatación de que las notas de Chuti llegarían al final de curso. Suspenso. De este deplorable espectáculo que puede acabar con un Racing incapaz de sumar más de que cuatro victorias en un año natural saldrán aprendidos todos; el 'presi', que no le dará jamás tanto poder a una persona, y Chuti, a quien la soberbia le ha despojado de toda clarividencia futbolística. Eso sí, el que finalmente paga la ronda es el Racing, que se queda tocado y hundido. El Quijote de la Mancha ya estará buscando otros gigantes con quien pelear.
Noticia Relacionada
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.