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Chuti Molina, en las instalaciones Nando Yosu de La Albericia tras un entrenamiento. J. Cotera
Y ahora, ¿quién paga la ronda?

Y ahora, ¿quién paga la ronda?

En su primer ejercicio, a Chuti le sacaron los colores más de uno y hasta con toda la pólvora del rey posible le costó un mundo armar un ejército victorioso

Marcos Menocal

Santander

Martes, 7 de julio 2020, 07:16

«A Ania le ha faltado un director deportivo que le diera un equipo extraordinario y un delantero que le metiera 25 goles con el presupuesto que tenemos». No hubiera hecho falta tanto. Con mucho menos se hubiese evitado el sonrojo que ahora mismo asola ... al racinguismo. Las palabras son de Chuti Molina tras despedir al que él mismo definió de un modo inapelable: «Va a ser mi mejor fichaje para el Racing». Al César lo que es del César y a Chuti lo suyo, porque al asturiano lo descubrió de la nada y le puso en bandeja «un equipo sin problemas para fichar». Apostó por un joven con hambre y acertó a la primera. Bingo. Sin embargo, más tarde se terminó parapetando detrás del técnico para no asumir la absoluta ignominia que se estaba perpetrando contra el racinguismo y que ahora tardará en que dejen de sangrar las heridas.

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