Las peñas animan la previa ante el Sporting

Desde las 17.00 horas, tres horas y media antes del encuentro, el parque de Mesones fue el epicentro del racinguismo. Centenares de aficionados desafiaron al frío en la vuelta del torneo del KO con un partido del Racing como local más de seis años después de la visita del Betis a El Sardinero en noviembre de 2018.

Aunque, con la hermandad entre ambas hinchadas, no sólo hubo bufandas y camisetas verdiblancas en la quedada. También se apuntaron algunos seguidores rojiblancos a la espera de que el balón comenzase a rodar y se aparcaran las amistades durante un rato.

Fue un goteo continuo de aficionados. La hora de la cita fue temprana y poco a poco, a medida que se iba acercando la hora del encuentro, se fue animando más gente. Especialmente cuando, a eso de las 18.30 horas, la Asociación de Peñas Racinguistas cesó la actividad en su local para dedicarse de lleno al partido.

Fue entonces cuando se comenzó a congregar más afición a una cita que se había convocado muy pronto, y a la que primera hora solo se unieron un puñado de aficionados para, posteriormente, responder a la convocatoria social.

Mientras, en el centro de Santander se observaban ya desde el principio de la tarde camisetas roijiblancas, pero no como en las grandes ocasiones ligueras en fin de semana. Con partido en día de labor, la afición asturiana (cercana al millar) ha llegado escalonada a Santander y en su mayor parte muy pocas horas antes del partido. Aun así, se han dejado ver tanto en Cañadío como Peña Herbosa y el propio Sardinero a lo largo de la tarde.

Después de que se vendieran más de 800 localidades en Gijón (más la venta electrónica), muchos han optado por desplazarse directamente al estadio en una jornada cercana al puente, pero aún con un jueves laborable por delante.

A partir las siete de la tarde empezaron ya en la zona de El Sardinero los cánticos y las bengalas. Ruido y color en la previa de un encuentro en el que los Campos de Sport no sé llenarán pero contarán con una buena entrada pese a ser un partido entre semana.

Mientras tanto, gran parte de la afición sportinguista desplazada paseaba junto a la playa de El Sardinero o tomaba algo en establecimientos cercanos, como la tasca del estadio.