Otra victoria que se escapa

Si no se puede ganar a base de talento, porque escasea, habrá que hacerlo siendo

Para el partido de este viernes, Cristóbal se saltó lo previsto en la alineación con

Un minuto exacto le duró al entrenador racinguista el planteamiento.

En un arranque de potencia, Sergio Ruiz forzó una falta al borde del área. Cerca del vértice. Y el Racing tiró de inteligencia para poner la contienda a su favor. Figueras, perro viejo, que avisa. «La defensa está de siesta», debió advertir el ilerdense. Saque rápido de Cejudo para Enzo Lombardo. El galo que la pone y Juanma, en su intento de que David Rodríguez no rematase, la introdujo en su propia portería, pese a que el speaker racinguista se empeñó en otorgarle el tanto al asistente por aquello de no empobrecer el festejo.

Cerca del minuto 15, Mario Ortiz comenzó a llevarse la mano a la ingle. El santanderino, de otra pasta, no elevó su queja más allá. Y mientras el partido se iba haciendo más tosco, el Racing

El Racing era mejor que su rival cuando el equipo cántabro mostraba una mayor intensidad. Y el peligro de los madrileños, más allá de la velocidad de Anderson, llegaba más por las dudas verdiblancas en la parte trasera que por méritos propios. Poca cosa hasta entonces del conjunto revelación del campeonato. Los de Cristóbal recuperaron el dominio del encuentro, con acciones bonitas de vez en cuando, pero con escaso peligro ante la meta rival. Algo que sí generó el Fuenlabrada poco antes del descanso. Un disparo duro y lejano de Hugo Fraile tocó en Figueras y Luca, que se había vencido hacia el otro lado, logró repeler la pelota con las piernas. Cejudo pudo marcar justo antes del descanso tras un robo del propio futbolista pontano, pero cuando se perfiló para chutar le arrebataron el balón. Décimas de segundo. El 1-0 se mantuvo hasta el intermedio.

El equipo cántabro siguió a lo suyo ante un Fuenlabrada que nada tenía que ver con lo que se había presumido durante toda la semana en Santander. La zaga madrileña parecía la del Racing en alguna de esas tardes de viento Sur. Endeble, dubitativa, sin contundencia... Precisamente eso que Cristóbal quiere desterrar como sea de su equipo. Un aparentemente inofensivo saque de banda forzado por David Rodríguez, paralelo al área, le metió el agua en casa a los visitantes. Tras poner el balón en juego, Cejudo colgó desde la izquierda, Biel Ribas tocó en aprietos y la pelota le cayó a Yoda. El francés, a lo suyo. A lo Rambo. La guerra por su cuenta. Entre mil y una piernas, la lógica. Perdió el balón, pero este regresó a Cejudo, esta vez en el centro. El cordobés levantó la cabeza y, porque sabe y porque puede, la puso ahí. Palo y gol. 2-0.

La frustración de David Rodríguez, más allá de que el rendimiento no cumpla con las expectativas y los años no pasen de refilón, es patente. Recibe pocos balones y los que le pasan por allí, suelen ser auténticas patatas. Pero Cejudo volvió a quitarse la chistera para sacar un ramo de flores para el delantero talaverano. Ahí la tienes. Frontal del área. Su tiro se estrelló en Biel Ribas y cogió rosca hacia la portería... Pero no lo suficiente y la pelota acabó en córner. Le hacía falta ese gol.

Si era la hora de los trucos, Yoda también tenía alguno preparado. Después de

Para Cristóbal llegó la hora de guardar. Retiró a Cejudo y dio entrada a Nkaka. Pero todo se le vino al traste unos instantes después. Mario Ortiz le dejó la plantilla en la pierna a Pathé Ciss. Totalmente evitable. Al colegiado, bastante desigual en el baremo de las cartulinas, no le tembló la mano.

Cristóbal es tan poco amigo de los riesgos que ya tenía preparado al hasta ayer olvidado Óscar Gil para entrar al terreno de juego. Retiró a David Rodríguez y el equipo cántabro pasó a jugar un 1-5-4. Sin delantero. El equipo se echó ya por completo atrás. Y después de todo lo remado, al Racing le pasó lo que tantas y tantas veces. Nuevo saque de esquina. Los futbolistas verdiblancos se defendieron como pudieron y hasta que pudieron. Luca sacó una buena mano. Pero al final la pelota le cayó a Juanma, que la pegó con la rabia contenida del tanto marcado en su propia portería. 2-2.

Pues si el Racing no perdió fue porque Luca hizo una parada espectacular, y todavía unos minutos después atrapó un cabezazo de Prieto. La acumulación de gente en el área no le salió bien al técnico cordobés, porque sus hombres, en los últimos compases,

En Elche, con la derrota en el Martínez Valero, el Racing volvió a evidenciar los problemas pasados. Los que propiciaron el cambio de entrenador. Sin embargo, el actual inquilino del banquillo verdiblanco, Cristóbal Parralo, cree que el último tropiezo no es más que ... un pequeño borrón en el expediente racinguista desde que llegó al cargo. «El que hayamos perdido en Elche no cambia que el equipo está trabajando bien. Tienen implicación y estoy contento en ese aspecto», afirmó el técnico.

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