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A Guillermo Fernández Romo no le molesta que se algunas voces se alcen para achacarle que es muy defensivo o que juega en función del rival, pero es algo que no comparte. «Quiero que sepáis que yo no juego a ser nada, intento ser profesional, ... es mi trabajo y quiero tomar las mejores decisiones con criterio», decía esta mañana en la rueda de prensa previa al partido que el Racing disputará en el José Zorrilla ante el Valladolid Promesas el domingo (12.00 horas). El entrenador madrileño defendió que su equipo sí tiene un estilo de juego y una «manera de hacer las cosas» desde que empezó la temporada. Incluso explicó que el tiempo que invierten en ver vídeos del rival con la plantilla no supera los 12 minutos semanales. «Que nosotros conozcamos cosas de los rivales es obligatorio. Todas las semanas vemos máximo entre 12 y 13 minutos, no es una cantidad importante de tiempo».
El técnico del Racing señaló que en la mayor parte de ocasiones valora que sean los rivales los que se adapten a lo que a los verdiblancos les venga mejor y que en contra de lo que pueda parecer «siempre es así», aunque en ocasiones se dan ciertas excepciones. «Es verdad que en algún partido en el que existe alguna regularidad del equipo contrario muy importante, tenemos que ser capaces de buscar una alternativa. Puede haber una adaptación puntual para favorecernos. Eso es lo que intentamos hacer todas las semanas», aseveró.
Y eso es lo que tiene pensado hacer ante el filial vallisoletano. Aunque los números no mienten y dicen que los pucelanos en casa solo han ganado un partido y que les cuesta sacar los encuentros adelante en su estadio. Y a pesar de que había asegurado que los contrarios no condicionan al Racing, sí matizó que «el juego del rival siempre determina, si no jugaríamos nosotros solos». Fernández Romo no quiere bajar la guardia a pesar de los números del Valladolid Promesas y a pesar de que afronta el partido «con la mayor ilusión y positivismo posible» prefiere ser precavido, sobre todo teniendo en cuenta las urgencias del rival, cuarto por la cola y con 11 puntos. «Son encuentros complicados, porque cuando los equipos están ahí abajo tienen mucha necesidad y más como locales. Si ellos logran tener el nivel alto que han tenido en algunos partidos, nos lo van a poner complicado».
Del rival lo que más le preocupa es la faceta ofensiva. Para Romo el Valladolid Promesas cuenta con jugadores determinantes. «Tienen muy buenos futbolistas arriba y potencial ofensivo. Víctor Narro, que ha jugado en el primer equipo. Chuki, un chico que es juvenil todavía y lleva dos goles seguidos, mediocentros como Moha», comentó. Y dio una explicación para que el equipo no haya logrado un mejor rendimiento hasta ahora. «Ya sabemos lo exigente que es la categoría y como son los filiales, que a veces necesitan más tiempo que un equipo con otra experiencia en la categoría».
Ante Unionistas, Guillermo Fernández Romo optó por colocar a Íñigo Saínz-Maza como extremo, algo que ya hizo ante el Badajoz. Y esta mañana el técnico aseguró que aunque hay «cosas que mejorar» le agradó el resultado. Es más, avanzó que es algo que puede ocurrir en más ocasiones. «Pasará. O encuentro en enero alguien que pueda hacer esa función o pasará en algún partido en que el rival quiera tener mucho la pelota», aseguró. El madrileño vio algunas aristas a pulir, como la velocidad, pero en general considera que el experimento salió bien. «Entiendo que puede ser un buen funcionamiento colectivo. No es que me dejara satisfecho, pero entendí que lo que queríamos hacer salió».
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Encontrar una alternativa para la banda es una de las prioridades, pero no es el único puesto en que al míster le ronda la cabeza hacer cambios. Con el mercado de invierno a la vuelta de la esquina, Fernández Romo reconoció que tiene ya muy claro qué le falta y qué le sobra. «Sí, y no solo yo, todos vamos viendo cosas que funcionan y otras que hay que intentar mejorar. La plantilla es un ser vivo y como ya hemos hecho con la renovación de Cedric, hay que ir tomando decisiones con otros jugadores», aseveró.
De momento en algunas posiciones parece que sí aparecen alternativas. Manu Justo ya ha marcado tres goles en tres partidos cuando ha actuado como delantero, pero la cosa se complica con el regreso de Cedric. «Mis decisiones no son al libre albedrío. Hay que gestionar el fútbol y lo que pasa. Cedric o Pablo salieron del equipo por unas circunstancias que no era del rendimiento, que entren otros compañeros y rindan es maravilloso, pero para que pase eso tiene que faltar otros. Estoy contento de que veamos abundancia y posibilidades abiertas».
Además del ascenso Romo se ha planteado un reto personal que quiere cumplir con el Racing. El madrileño ha tirado de estadísticas y tras comprobar que solo hay un entrenador que haya estado varias temporadas consecutivas en el Racing, se ha propuesto emularlo. «Desde la 90-91 y 91-92. Hace treinta años que no ha estado nadie tres temporadas completas. Fue Felines. Y en la historia solo tres, desde el año 70. Tengo este reto. Lo voy a hacer, además Felines es de Aluche, como yo, y le he visto trabajar. Así que vamos a retarnos».
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