De poder a poder

El veterano Matías Dituro llegó en el mercado de invierno para reforzar la inestable portería del Elche. En la recta final de su carrera, ha encajado once goles en quince partidos y se ha consolidado como titular. En el lado contrario, Jokin Ezkieta, indiscutible en el Racing, se ha revelado como un guardameta desequilibrante en el uno contra uno y bajo palos. Su punto débil son, pese a su envergadura, las salidas, y sufre la alegre apuesta futbolística de José Alberto, muy ofensiva, lo que le convierte en uno de los guardametas más goleados por una sencilla razón: le disparan muy a menudo. No es un problema individual, sino colectivo, pero en la comparación entre dos porteros que están destacando esta temporada, Dituro sufre menos en un Elche que con los meses ha crecido en defensa.

El carril del dos tiene un dueño claro en el Elche: Mario Gaspar. El veterano internacional español, de 33 años, llegó en verano procedente del Villarreal y su experiencia y calidad se dejan ver en Segunda División. A cambio, el puesto no tiene un dueño claro en el Racing. Mantilla ha cuajado excelentes actuaciones como lateral, aunque las lesiones y su desplazamiento en ocasiones a la zona central han frenado su continuidad, Dani Fernández, también con problemas con las lesiones, no es el de la temporada pasada y en las últimas jornadas ha jugado un Marco Sangalli en buen momento, pero desplazado de su demarcación natural.

Juventud y vocación ofensiva resumen la zona del tres de ambos equipos. En el Racing Mario García ha arrebatado el puesto a Saúl. El rayista se ha consolidado en el primer equipo y está en pleno crecimiento, con una notable colaboración en ataque. Su punto débil es la defensa, como llegó a señalar incluso públicamente su entrenador en lo que era un toque de atención que surtió efecto. En el Elche, el argentino Nico Fernández es titular indiscutible, con buen rendimiento y proyección, hasta el extremo de que cuando el equipo juega un 3-5-2 (o 5-3-2, si se prefiere) asume funciones de extremo. Ocasionalmente, tanto Salinas como Blanco han jugado en el puesto, pero Nico Fernández es, con una u otra vocación, un fijo.

Manu Hernando es desde su llegada en enero líder indiscutible de la defensa racinguista. Titular desde su llegada, ha ofrecido un gran rendimiento y se ha hecho imprescindible pese a algún error o desajuste puntual –falla de toda la zaga verdiblanca– que ha costado algún tanto. Le suele acompañar Germán Sánchez, que suple con veteranía la velocidad perdida a sus 37 años y aporta solidez a la zaga, aunque las delanteras rivales le buscan la espalda. La principal alternativa es Rubén Alves, que comenzó como titular y ha perdido protagonismo. Los errores no forzados son uno de los problemas defensivos del Racing. También Mantilla jugó en la primera vuelta como central y se ganó la titularidad, pero después una lesión y las necesidades en banda le devolvieron al lateral en los planes de JAL.

El Elche cambia su defensa en función del sistema por el que opte. Beccacece ha sufrido un serio contratiempo con la lesión de Borja Garcés, que formaba pareja de centrales con Pedro Bigas, para toda la temporada. Una zaga bastante segura para un equipo que busca la posesión y que pese a su fútbol alegre no ha encajado demasiados tantos (o no tantos como el Racing). El técnico ha encontrado en un centrocampista adaptado a la zaga como Aleix Febas una buena alternativa, y dispone además de otras variantes. Cuando juega con tres centrales suele echar mano de Carlos Clerc, un lateral reconvertido que por otra parte se perdió el partido ante el Espanyol y es duda ante el Racing. En resumen, una zaga sólida, experimentada y con profundidad de armario.

Tanto Racing como Elche –este último con alguna excepción– juega con dos mediocentros de inicio. En Santander la pareja está clara: Íñigo y Aldasoro. Ofrecen solidez al equipo, una buena cobertura defensiva y recuperaciones y abarcan mucho campo. A cambio no son especialmente ofensivos, pero sí consiguen conectar con solvencia con el cuarteto de ataque que constituye el gran arma del Racing. En el banquillo, Morante y Grenier ofrecen alternativas más creativas, pero ninguno de los dos ha llegado a brillar, en el caso del francés, ocasional mediapunta que destacó al inicio de curso, por las lesiones.

En el Elche, el joven John Chetauya es titular tras recuperarse de una lesión que le ha tenido inactivo durante la primera mitad de curso en la que ya se puede definir como la temporada de su confirmación. Su compañero habitual es el versátil Nico Castro; un mediocentro que en ocasiones carga el juego hacia las bandas, y también Forbes se ha rotado en esta demarcación. Pese a contra con futbolistas jóvenes, el Elche cuenta con experiencia en la élite en una línea en la que también destaca lo defensivo sobre lo ofensivo, pero que se muestra siempre muy regular y dirige el juego con solvencia.

Cuando el Elche juega con extremos puros –no siempre es así–, la función suele recaer en el veterano Josan, un clásico ilicitano que ha sido titular durante las tres últimas temporadas de su equipo en Primera División. Como ocurre en la otra banda, sus funciones y vocación dependen de la táctica que adopte el técnico, aunque siempre con vocación ofensiva.

En el Racing esta demarcación ha tenido diferentes inquilinos. Comenzó como titular a pierna cambiada el zurdo Andrés, a quien las lesiones interrumpieron su progresión y que acaba de regresar mostrando una frescura y acierto muy necesarios para su equipo en una fase crítica de la temporada. En enero, con Andrés en la enfermería, regresó Jordi Mboula, un extremo más puro que juega por su banda natural y aporta profundidad y una variante en la técnica del equipo. También Lago Junior ha actuado por la zona del siete sin desentonar, aunque no ha llegado a consolidarse. En la dinámica actual, Andrés, diferencial en los tres primeros meses de la temporada, apunta a titular.

Peque es el jugador de moda en Segunda División, de modo que la quiniela está clara. El mediapunta catalán no atraviesa su mejor momento y ya hace semanas JAL reconoció que le gustaría poder dosificarle para que no llegara muy justo a la recta final de temporada, como le sucedió también en las vacaciones de fin de año. Pero sus 17 tantos son carta de presentación suficiente para un futbolista al que las defensas marcan especialmente, conscientes de su potencial.

En el Elche la función de mediapunta por el centro –cuando existe– la asumen diferentes futbolistas, entre ellos Bermejo yNico Fernández. Ambos han ofrecido muy buen rendimiento, pero no han brillado hasta el extremo del segundo máximo goleador de la categoría y, probablemente, el jugador revelación de Segunda y un consulado lanzador de penaltis, pese a su fallo frente al Alcorcón.

El Racing tiene en la banda izquierda una de sus piezas diferenciales: Íñigo Vicente, uno de los mejores futbolistas de la categoría, en pleno crecimiento y máximo asistente, con once, de la competición. Jugar a pierna cambiada le permite buscar el área, ya sea para el disparo o el pase, con más facilidad y pese a los últimos partidos, en el que el rendimiento global verdiblanco ha caído ligeramente, se le ve pleno de confianza. Insustituible pese a tener suplentes naturales, también aporta algo de gol y colabora bien en la presión, aunque la faceta defensiva sigue siendo su principal déficit.

Cuando el Elche juega 4-4-2 y no opta por tres puntas ni por dos laterales profundos o carrileros, suele ser Tete Morente quien asume esta función. En su mejor edad. Está consolidado en el equipo, ha ganado experiencia en primera durante estos tres últimos años y está aportando muchos goles a pesar de retrasar su posición cuando el equipo juega con solo tres centrales. Por perfil y rendimiento sería titular casi en cualquier equipo de Segunda, pero en el Racing se toparía con Íñigo Vicente. Su juego es además diferente al del vizcaíno porque, a diferencia de él, juega a pierna natural.

Dada la versatilidad de sistemas del Elche, la comparación en la delantera resulta compleja. Beccacece suele jugar con dos puntas, pero en ocasiones optar por una tripleta en ataque o incluso un solo nueve. Tete Morente y el veterano Óscar Plano son con siete goles los máximos realizadores del Elche, pero ninguno de los dos responde al perfil clásico de nueve. Quizá lo haga más Mourad, pero solo suma cuatro tantos en una delantera con el protagonismo muy compartido. A cambio, el Racing tiene un sistema muy claro y un delantero centro de referencia: Juan Carlos Arana, un nueve con movilidad que quizá no corra mucho, pero sí muy bien, titular indiscutible y que suma ya doce goles. Como alternativas, Ekain y un Roko Baturina de otras características, más estático y que no es el del curso pasado, pero que ya se ha estrenado y fue un fichaje estrella en enero.