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'De todo se aprende'. Puede parecer una frase hecha, que lo es, pero lo que tampoco deja de ser es una verdad infinita. Y ... pobre del que no se la crea. Al Racing aún le debe escocer aquella derrota, un 26 de mayo casi con el curso acabado, ante el Zaragoza en El Sardinero. Andaba el racinguista y el racinguismo medio festejando sin querer del todo algo que no había conseguido y recibió un gancho directo al mentón que lo anestesió un par de meses. ¿Se acuerdan? Necesitaba un punto en dos partidos para clasificarse para el play off de ascenso y el primero era ante los maños.
Una fiesta en los aledaños del estadio desde por la mañana con Fan Zone incluida saltó por los aires en el minuto 3. El Racing se encogió. Y una semana después se hizo aún más pequeño en la debacle de Villarreal. «Todos hemos aprendido de lo que pasó», repite José Alberto. Como para no. Pues ahora el destino le pone otra vez al Zaragoza en el camino hacia Primera. Los maños llegan sangrando más que nunca, a un punto del descenso a Primera RFEF y en lo que puede ser el peor momento de su historia. Quien crea que es una oportunidad para ganar fácil es que no habrá aprendido nada del pasado.
Para la primera final en casa de las cinco que el equipo tiene en su estadio José Alberto no se anda por las ramas: vuelta a lo que salió casi siempre bien. Lo ha probado todo, lo ha testado y salvo sorpresas el dibujo de hoy será el más reconocible, el de los cuatro en defensa, la línea de tres por detrás del delantero y san se acabó. En lo de hoy no cabe ningún experimento ni despiste y con el bagaje de las últimas semanas –lo que costó ganar al Tenerife y la falta de contundencia en Anduva– nadie se imagina a un Racing que se salga del guion. Nadie y mucho menos el entrenador, al que el final de la Liga pasada le hizo madurar y mucho.
Álvaro Mantilla, de lateral derecho, y Pablo Rodríguez, de mediapunta, puede que sean las dos pinceladas que maneje el míster para recuperar su sitio en la clasificación y la confianza que va y viene. El Zaragoza llega muy necesitado, pero los minutos, de primeras, pesarán más en la espalda del Racing.Es decir, que para los maños la obligación de ganar en El Sardinero es más 'light' que la del Racing. Nadie de casa entendería que su equipo no gane este partido camino del objetivo que se busca. Perdón, sería difícil de entender. Mejor dicho. Por eso el técnico es probable que quiera armarse en defensa con la presencia de Mantilla, más generoso en el duelo y en el trabajo que sus dos compañeros, tanto Clèment Michelin como Marco Sangalli.
Las frases
Racing
«Tenemos que ser fuertes en los duelos y competitivos... Pero tenemos que jugar al fútbol y eso es algo que debemos recuperar para este tramo final»
Zaragoza
«Solo quiero sumar de tres en tres. Todo lo que no sea ganar, no sería lo mejor. Luego en función del partido, podríamos darlo por válido o no.Será difícil jugar ante el Racing»
Este es posiblemente el escenario más probable, acompañando a Javi Castro, Manu Hernando y Mario García en la primera línea de defensa de Jokin Ezkieta. Esto supone sacrificar un poco el espíritu atacante que siempre impera en los laterales, pero realmente sin que lo diga y lo confirme, el cuerpo técnico anda sin ganas de sufrir. Quiere ser pragmático y esta puede ser una decisión que apunta a eso, a no sufrir.
En Miranda de Ebro el sistema de los tres centrales sorprendió de inicio, que era lo que se buscaba, pero lo de hoy no va de sorprender. Al menos esa es la sensación que deja la semana de trabajo en La Albericia.
Como tampoco va de nuevas propuestas en el centro del campo. Actualmente, con los datos en la mano, resulta que la pareja que menos problemas ha tenido y cuyo rendimiento más se ha acercado a lo que fue el equipo siempre ha sido la formada por Maguette Gueye y Aritz Aldasoro. Pues esa es la que hoy tendrá la oportunidad de liderar la sala de máquinas. En esta ecuación entra también Unai Vencedor, 27 partidos de titular, pero al vasco parece haberle arrebatado la camiseta, por el momento, el senegalés a base de estar más fresco. Cualquiera de los dos podría jugar, pero el duelo en Miranda dejó claro que ellos dos, Maguette y Aldasoro, son los que más llenan la medular y hoy necesitan abarcar el mayor espacio ante un equipo que podría querer la pelota, por lo que se vio en el estreno de Gabi, el nuevo técnico zaragocista, el pasado lunes.
Hasta ahí, el Racing tiene pinta de querer defenderse en un partido que debe ganar. Quizás el talante ofensivo de Mario García es el que rompe un poco el perfil de contención que tienen sus otros cinco compañeros.
Sin embargo, a partir de ahí no hay otra, y sería una traición total, el resto de futbolistas que apunta a elegido es un fiel reflejo de lo que le fue bien a este equipo: Andrés Martín, Pablo Rodríguez, Íñigo Vicente y Juan Carlos Arana. Después de tanto camino y de tantas pruebas todo hace indicar que se volverá al principio; al cuarteto que encajó en la hoja de ruta, a los cuatro que dieron que hablar y al estilo con el que se acertó. Los estados de forma y los resultados han deparado –siempre con el consiguiente riesgo que conlleva acertar– que se vuelvan a encontrar los cuatro en ataque. Con Andrés Martín en estado de gracia, con once goles y doce asistencias y sin que le pese el traje de líder, el Racing debe demostrar hoy en su estadio que es un candidato a todo.
Hoy se juega un partido de esos en los que muchos jugadores se esconden, no la piden, adoptan un perfil bajo. Este tipo de actitudes son normales como cuando a los tenistas se les encoge la mano, a los ciclistas se les hinchan las piernas o los pilotos se agarran al freno. Es humano, nadie quiere equivocarse, pero... Con el Zaragoza en alerta, es el día para que Íñigo Vicente dé un paso adelante y sea él. Con eso sería suficiente. Lo mismo le ocurre a un Arana que en partidos como los de hoy seguro que puede quitarse la espina con la que salió de Anduva. Los tres saben que son diferentes y el público también, y desde la grada se lo van a pedir. Esa lección también la habrán aprendido. Al que no hará mucha falta que se le motive será a Pablo Rodríguez.El canario ha ido entrando y saliendo casi sin darse cuenta y sin saber por qué del todo, por lo que aprovechará su oportunidad sin que le digan nada. Además, su trabajo generoso se ha echado en falta últimamente.
Quedan diez partidos –con el de hoy–, que pueden resultar muchos como para ponerse más nerviosos de la cuenta, pero el que no lo esté un poco ante lo que hoy se juegan en El Sardinero o no sabe de qué va esto o es un fuera de serie.
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