El pulso antes del derbi

A Pérez se le nota la ilusión en lo que considera un incentivo, un día muy señalado para su proyecto en el Racing, que -aunque todo depende del ascenso- siente despegar: «Es nuestra primera experiencia -no olvida a su socio Pedro Ortiz, aunque con el sillón presidencial haya asumido personalmente el protagonismo- dentro del fútbol en primera persona. Es el mayor evento deportivo que se puede dar en Cantabria, sin ninguna duda, y somos parte de él. La experiencia de vivirlo tú y tu entorno es espectacular, y lo único que debemos hacer es contribuir para que todo el mundo disfrute de esa experiencia».

«Que sea una fiesta del fútbol cántabro y los protagonistas sean los jugadores y lo que pase en el terreno de juego, que lo disfrutemos todos y que a final de temporada los dos clubes cumplamos nuestros objetivos», añade Tomás Bustamante. Él lleva mucho más tiempo en el cargo, pero el verdiblanco tiene a cambio una ventaja a la hora del análisis: la de la doble perspectiva; la del torrelaveguense que preside el Racing.

«Esa doble perspectiva lo que te da es la claridad de verlo como derbi cántabro. Haber vivido en Torrelavega y llevar ahora el proyecto de Santander como cabecera de tu día a día te hace ver las cosas de una manera muy clara: que esto debe ser y es la fiesta del fútbol. El pique está en el campo, y todo lo que hay alrededor debe ser para disfrutar». Esa es la consigna que los dos mandatarios dieron a sus equipos desde el principio y de la que han hecho bandera de cara a un derbi que a tenor de lo visto hasta ahora reunirá a no menos de 15.000 cántabros en los Campos de Sport. Y que se podrá ver televisado a través de la web del Racing en el PPV habitual, para aquellos que por cualquier circunstancia no quieran o no puedan acudir al estadio.

Alfredo Pérez y Tomás Bustamante son además viejos amigos a los que el fútbol ha unido como presidentes verdiblanco y blanquiazul en el primer derbi cántabro del siglo. Que no es decir poco. Un partido para el que este jueves por la mañana se habían vendido más de 4.000 entradas entre Santander y Torrelavega (y falta aún mucho papel por despachar) sin olvidar a los más de 10.000 abonados del Racing, con su localidad ya reservada para el partido. La cita lo merece, y por eso Pérez y Bustamante, Alfredo y Tomás, se citaron en terreno neutral para comentar la jugada con El Diario. En Puente Arce. En El Palacio, para más señas, con el Pas como frontera macroampliada entre Santander y Torrelavega.

«Quiero agradecer a Asociación de Peñas del Racing la actividad que ha organizado para festejar todos juntos el mejor evento deportivo que va a a haber en Cantabria este año, que es en Santander. Como el año que viene el evento más importante será el partido de vuelta y en Torrelavega. Lo más importante es que lo podamos disfrutar entre las dos aficiones», explica Alfredo Pérez. Pero, eso sí, apostilla: «Y al final del partido, que sea la del Racing la que celebre el triunfo». El del domingo será también el cruce entre dos equipos que han dado este año un enorme paso en su reconstrucción. Un cruce que resulta histórico para el fútbol cántabro, huérfano de derbi desde hace más de un cuarto de siglo. Y es probable que tarde mucho en repetirse.

«Si es que no lo digo más por si acaso se me enfada alguien, pero el Racing y la Gimnástica llevamos muchas veces caminos o evoluciones paralelas», explica Tomás Bustamante, que vive un buen momento al frente del club blanquiazul. Y ya le tocaba, porque por el camino se ha llevado varios disgustos. Ahora puede disfrutar -al fin disfrutar, y no transitar- de la Segunda B tras un arranque titubeante y aspira a consolidar el equipo. Su reto era ascender y liquidar la deuda, que superaba el millón y cuarto de euros.

Lo de subir ya está hecho y la deuda ha descendido en casi medio millón. De ahí lo de los caminos y situaciones paralelas, aunque con diferentes dimensiones. Bustamante es de Torrelavega. Como el presidente del Racing, Alfredo Pérez. Como casi el presidente de la Federación Cántabra de Fútbol, José Ángel Peláez. Pero Alfredo Pérez vive, piensa y se desenvuelve en clave verdiblanca. Como Tomás se siente cada vez más consolidado en El Malecón. Y les gusta bastante esto del derbi. Tanto como para animarlo e invitar a toda Cantabria a que se una al evento. Para seguir la línea que ellos mismos han marcado a sus equipos y animar el derbi sin calentarlo. Sana rivalidad; ningún encono. O al menos eso persiguen. Eso sí: se afanan tanto en enfatizarlo que resultan incluso repetitivos. Redundantes. La palabra «disfrutar» era el trending topic de este jueves; como el miércoles la «fiesta».

El mensaje es claro. Lo da el presidente del Racing, pero podría haberlo pronunciado el de la Gimnástica. «Que disfruten. Y que los protagonistas estén en el terreno de juego, donde habrá tensión, pique y acción. Nosotros además tenemos un entrenador que lo vive, y lo vive muy fuerte. Pero eso en el campo. Los aficionados queremos que disfruten de la fiesta. Y desde primera hora del día». La expectación cada vez mayor no puede ni debe degenerar en conflicto. Y por eso los presidentes eligieron ayer territorio neutral para encontrarse y confraternizar con el adversario, una palabra mucho más adecuada que enemigo, y de paso comentar ese camino paralelo que siguen ambos equipos.

Bustamante tiene el mismo mensaje claro para los gimnásticos: «Que lo saboreen, que vivan la semana con intensidad, porque es una situación bonita y lo disfruten. Y ojalá que el lunes podamos vacilar a nuestros amigos racinguistas». Un deseo común al de su colega verdiblanco, pero a la inversa: «Yo lo que tengo que decir a los racinguistas es lo mismo que Tomás pero con el final diferente, porque, como dice Iván Ania, no podemos quitarnos el cartel de favoritos en todos los partidos que disputemos en esta Segunda B, y en este se da además la circunstancia de que jugamos en casa, así que tenemos la obligación añadida de dar esa satisfacción a nuestros aficionados. En un día como el domingo ya no es que ganes un partido, sino que ganas un derbi. Es para disfrutar antes y después del partido», insiste Pérez.

A Bustamente lo de la Gimnástica le viene de familia: «Siempre he dicho que yo me enamoré de este club por culpa de mi abuelo». El último derbi lo vivió como aficionado. «Fui al partido de vuelta en El Malecón; al de ida no recuerdo haber estado en El Sardinero. Tenía 14 años y estaba en el fondo de El Malecón cada quince días». 27 años después lo que quiere ahora es «que sea un buen partido y que después, el lunes, ellos nos piquen a nosotros o nosotros a ellos». Esto último como un guiño de hermandad, pero no esconde su deseo e incluso su esperanza, casi confianza, en puntuar e incluso ganar en Santander.

Para ello cuenta con los suyos. Con la afición blanquiazul. Con un desplazamiento masivo a Santander. De hecho, él mismo conducía este jueves junto a su responsable de prensa hasta los Campos de Sport para recoger otras 400 entradas que vender en El Malecón. Ayer a última hora se había despachado más de seis centenas; casi todo el papel enviado anteriormente. «Creo que vamos a llevar a bastante gente. Al final entre el ascenso, la competitividad local, los 27 años que han pasado y que va a ser un partido muy bonito, los nuestros se van a animar... Me imagino que más de mil gimnásticos conseguiremos congregar», vaticina.

Y a partir de ahí, seguir creciendo: «Nuestro plan contempla no tener deuda dentro de tres años. A medida que eliminamos deuda podemos destinar más dinero para la plantilla, por lo que no podemos hacer es una vez hayamos solucionado los problemas de antaño volver a cometer los mismos errores».

En el mismo camino está el Racing. Un Racing en el que Alfredo Pérez ha heredado la costumbre de Manolo Higuera de asumir gastos en primera persona. También Bustamante se ha dejado plumas en su aventura gimnástica. Son los efectos secundarios de reconstruir dos clubes desde la ruina. Dos clubes que después de tanto sufrir también se merecen un premio como el del domingo. Y el que habrá en 2019 en El Malecón.