El Racing ataca a Solabarrieta y asegura que «descontextualizó» su conversación con Pedro Ortiz

El entrenador añadió además en su adiós que Ortiz, también vicepresidente del club, le había indicado quiénes debían jugar, tras lo que el club emitió a las 0.25 horas un comunicado de desmentido... admitiendo que la conversación se produjo.

La directiva del Racing «niega categóricamente que tal hecho tuviera lugar con la intención de interferir en su labor como entrenador», pero en ningún momento desmiente que se le transmitiera ese mensaje, sino que acusa al vasco de «descontextualizar una conversación de bienvenida producida dentro de un ámbito informal», reconociendo así que aquella conversación existió y que se transmitieron esas palabras.

En un duro texto la sociedad pone «en duda la catadura ética de Aritz Solabarrieta» y se cuestiona «si tales afirmaciones fueran ciertas, por qué no las puso de manifiesto o presentó su renuncia al cargo en ese momento ante esa supuesta injerencia en el desarrollo de su labor profesional» pese a admitir, como ya se ha indicado, que tal conversación se produjo.

Carga además duramente por sus resultados deportivos contra un técnico que fue la apuesta personal de José María Amorrortu, y con él de la directiva, tras su discutida contratación y tras sus tres derrotas consecutivas. Entonces Alfredo Pérez compareció con Amorrortu, que aseguró que con tres derrotas en tres partidos veía «mejoras futbolísticas». Pérez le secundó. Anoche, tras sus palabras en el adiós y tras perder los tres últimos intrascendentes partidos, en los que se permitió a Solabarrieta no completar siquiera la convocatoria, el discurso era otro: «Tales declaraciones pueden tener como objetivo desviar la atención sobre sus números al frente del banquillo del Racing, que han resultado insuficientes para obtener la clasificación para el play off de ascenso a Segunda (siete derrotas en 19 partidos)».

El Racing siempre habló públicamente del ascenso como objetivo, y solo después de la destitución de Javi Rozada y las tres derrotas consecutivas de un Solabarrieta sin apenas experiencia, Alfredo Pérez cambió el discurso para introducir el adverbio de tiempo y señalar que «ahora» -entonces- y dados los malos resultados, la Primera RFEF había pasado a ser el objetivo. Según el técnico, lo era desde su llegada, aunque en público se dijera otra cosa.

En el desmentido se rechazan así las acusaciones, pero sin desmentir de forma categórica, y a pesar de que se utiliza ese verbo, que Pedro Ortiz le indicara al entonces nuevo técnico, en una reunión con José María Amorrortu, con quién y cómo tenía que jugar.

Por último, el club «lamenta tener que aclarar las declaraciones de Aritz Solabarrieta un día triste, pues acaba de concluir una temporada decepcionante para todo el racinguismo (club, plantilla, afición), que aspiraba a cotas mayores al inicio del curso», si bien, y siempre según el entrenador, los únicos objetivos que se le transmitieron fueron alcanzar la Primera RFEF y consolidar a los canteranos, y no el ascenso, contradiciendo así esas palabras.