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Este verano el Racing ha perdido a tres de sus jóvenes valores, a la espera de lo que pueda ocurrir en los próximos meses. Telmo Peláez, un defensa de doce años del alevín del Racing que se ha comprometido con la Real Sociedad, y el ... mediapunta Álex Molina y un delantero con destino al Betis. Tres solo en junio y dos de ellos al mismo equipo. El saqueo de la cantera no es un problema que afecte solo al Racing, sino que otros clubes sufren la misma situación, ni un fenómeno reciente. Se produce desde hace al menos treinta años, pero es cada año más habitual y en el caso de los verdiblancos se ha vuelto muy acusado. Es el negocio del fútbol base. Prácticas que en ocasiones la FIFA prohibe a nivel internacional, que están muy vigiladas en la Premier League, pero que en España se consienten.
En el caso de Telmo (Santander, 11 enero 2012), se le seguía desde hace meses y varios equipos le habían observado, pero solo la Real Sociedad se lanzó a hacer una oferta). Tras negociar con la familia, el central trasladará su residencia y se incorporará según comience la temporada 24-25 a las secciones inferiores de la Real Sociedad. Se trata de un jugador de doce años al que por lo tanto le restan siete años de formación, hasta que a los 19 alcance el último año como juvenil.
La donostiarra es una de las mejores canteras de España por metodología e inversión, pero al mismo tiempo lleva a cabo una práctica que ha causado malestar en el Racing precisamente porque contradice lo que el propio club predica en su proyecto educativo, metodología y prácticas. Entre ellas, la de no fichar a menores de catorce años.
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Con destino al Betis partirán un delantero y un mediapunta. Ambos se han comprometido ya con el equipo hispalense de forma oficial, sin dejar al Racing margen de reacción.
Los clubes 'captadores' juegan con una importante ventaja: su mayor poder económico que los verdiblancos, que no se quedan así margen de reacción más allá de convencer al menor y a la familia. Con unos presupuestos muy superiores, y máxime después de la década negra que acaba de superar el Racing, disfrutan de unas instalaciones de trabajo muy superiores a las de La Albericia y un mayor presupuesto para su base. El Racing ya ha comenzado a revertir esta situación, pero el tiempo perdido pesa y el presupuesto disponible no es suficiente. Todo ello a pesar del buen trabajo de Gonzalo Colsa y su equipo y el esfuerzo que la nueva propiedad y, en menor medida pero también, la anterior directiva llevaron a cabo para mejorar las condiciones.
El evidente progreso de la cantera en los últimos años, ya casi desde el final de la era okupa, cuando más a fuerza de voluntarismo, porque no existían recursos, se volvió a trabajar en las secciones inferiores, sembró una semilla. Después las metodologías que dejó el breve paso de José Mari Amorrortu por el club implantaron conceptos muy útiles, y la incorporación después de Gonzalo Colsa supuso un gran salto de calidad. Más aún desde el cambio de propiedad, cuando la nueva directiva se ha esforzado por, en la medida de sus posibilidades, dar mayores recursos al santanderino, cuyo trabajo, aunque por su propia naturaleza es muy a largo plazo, comienza a dar frutos.
No se trata de un problema nuevo ni de solución sencilla, pero en el Racing, que está impulsando un proyecto educativo paralelo al deportivo para sus jóvenes (precisamente con la Real Sociedad como uno de sus espejos) provoca preocupación y, sobre todo, malestar este tipo de estrategias que sufre de otros equipos.
En algunos casos el club ha conseguido convencer a los jóvenes y familia, pero en otros no ha resultado posible. Ni por la propia decisión del entorno y porque tampoco existe ningún tipo de derecho de retención en jugadores de esa edad. No solo son menores, sino que legalmente está prohibido firmarles un contrato de trabajo. En cuanto a las fórmulas alternativas, no encajan con la filosofía de club no el concepto formativo que no solo Colsa, sino también Ceria e Higuera, desean terminar de implantar en las Instalaciones Nando Yosu.
Las secciones verdiblancas, que se enfrentan además a una paradoja: si otros equipos de élite captan o intentan captar a sus jugadores, es síntoma de que se está trabajando bien. Pero por el camino se pierde a algunos de los que más destacan, se erosiona la confianza en el proyecto y, como destaca el propio club, se generan expectativas en jugadores, en niños en la mayor parte de los casos, que en la mayor parte de los casos no se cumplirán
En los últimos 25 años, en concreto desde el debut de Orlando Gutiérrrez con el Valladolid en Primera División, cerca de 40 futbolista que en algún momento pasaron por las categorías del Racing, y en su mayor parte formados en La Albericia, han debutado, aunque solo disfrutaran de un minutos, en Primera o Segunda División. El último en hacerlo fue Raba, que lo hizo con el Villarreal y, aún en activo, ha desarrollado una larga carrera profesional sin llegar a actuar nunca con el primer equipo del Racing. Se fue mucho antes de que eso fuera posible a la cantera amarilla.
El entramado futbolístico permite estas operaciones con un sencillo cambio de residencia y tanto LaLiga como la RFEF no tienen capacidad -ni, a tenor de la casuística, interés- o de regular estas prácticas, si bien tampoco han tratado de impulsar algún tipo de código de actuación o buenas costumbres.
En algunos casos se trata de futbolistas que por uno u otro motivo fueron descartados en Santander o no se les dio la oportunidad de promocionar con el primer equipo, pero son más abundantes los ejemplos de aquellos a los que se captó aún en edad alevín, cadete y juvenil.
Eso sin tener en cuenta casos como los de Pablo Torre, que tuvo infinidad de propuestas durante su periodo de formación pero que decidió, asesorado por su entorno y en especial por su padre, el exjugador verdiblanco Esteban Torre, continuar en las Instalaciones Nando Yosu. El resultado, debut con el Racing y posterior traspaso, pero con una progresión deportiva y económica para el futbolista y un beneficio para el Racing que en aquel momento alcanzó los cinco millones de euros. En este contexto, el club el consciente de que en caso de que surja un futbolista diferencia, de esos que la rompen y que incluso emergerían de forma natural, será muy difícil retenerlos más allá de apelar al entorno, al racinguismo y la posibilidad de continuar en casa. Pero ahora deben lidiar con un mercado en el que cualquier puede ser presa.
Cuando se hace referencia al mayor presupuesto a la hora de captar futbolistas de la base, a menudo se construye la imagen mental de los contratos que se ofrece a los futbolistas, pero la situación tiene mucho más calado. Aunque ya ha comenzado a revertirlo, y el plan previsto para la ampliación de La Albericia es el mejor ejemplo, los responsables del Racing heredaron una situación muy compleja. Pero es necesario tiempo. En los años anteriores no se había apostado por la cantera, no había recursos, los técnicos de la base trabajaban en muchas ocasiones solo por compromiso personal con en club y se habían abandonado las Instalaciones Nando Yosu. La situación actual es diametralmente opuesta, pero siempre dentro de las posibilidades de un club de Segunda División y el lastre añadido del tiempo perdido en la década negra. En consecuencia, se enfrenta a otros postores que están en condiciones de ofrecer unas mejores condiciones de entrenamiento, en lo que a infraestructura se refiere, y un cuerpo de técnicos más amplio.
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