Secciones
Servicios
Destacamos
David Barral y Óscar Gil están en la casilla de salida. El Racing no cuenta con ellos y en su cuaderno de bitácora figura llegar a un acuerdo para que ambos abandonen el equipo en el mercado de invierno que se abre en algo más ... de un mes (1 de enero). Las reiteradas faltas de Barral en las convocatorias -seis consecutivas- y la ausencia de protagonismo durante toda la temporada han provocado que el gaditano haya pasado a ser el último delantero de la plantilla. Por su parte, el caso de Óscar Gil es aún más alarmante puesto que aún no ha debutado en toda la temporada después de ser el central titular la pasada campaña -jugó 34 partidos- es siempre el primer descarte.
Sin embargo, pese a que es una evidencia que el club busca un delantero y un central para el mercado de invierno, a día de hoy los responsables del Racing no han comunicado a ninguno de los dos futbolistas la posibilidad que se baraja en las oficinas de El Sardinero. Ni a ellos ni tampoco a sus agentes, que coinciden en que ambos futbolistas esperan cumplir sus contratos, en el caso de Barral hasta el próximo 30 de junio de 2020 y en el de Gil, hasta la misma fecha, pero de 2021.
«A nosotros nadie nos ha dicho nada. No es una noticia buena que David no haya jugado últimamente, eso es lógico, pero vamos a dar una oportunidad al nuevo entrenador», reconoció a este periódico Julián de Nicolás, representante del delantero gaditano. El entorno más cercano del futbolista espera que la llegada de Cristóbal cambie la situación de su jugador. «Si bajase los brazos el único damnificado sería Barral. Eso es algo que el que conoce al futbolista sabe que no va a pasar», añadió. No obstante, el pasado domingo el nuevo entrenador del Racing debutó en Lugo y una de sus primeras decisiones fue dejar en casa al delantero. Exactamente igual, por otro lado, que lo que ocurrió con Óscar Gil. El defensa, condenado al ostracismo con Iván Ania volvió a ser uno de los primeros descartes en la convocatoria que viajó al Anxo Carro. «Vamos a dejarle un poco de tiempo a Cristóbal; acaba de llegar y es normal que quiera asentarse y ver con quién cuenta», aseguró a El Diario Armando Ufarte, hijo del carismático entrenador racinguista y responsable de los intereses del vasco. «Lo que quiere Óscar es, por supuesto, jugar, y la mejor manera de revertir la situación es jugando un par de partidos y demostrando que puede hacerlo». El representante del futbolista señaló con rotundidad que «su deseo es cumplir su contrato».
Con las posiciones totalmente definidas, el futuro a corto plazo de ambos jugadores se presenta incierto. Ahora bien, existen dos escenarios distintos. Por un lado, el deportivo que depende única y exclusivamente de Cristóbal. Si el técnico viera en ellos en las próximas semanas -hasta el 31 de enero tiene tiempo- lo que no vio Iván Ania en 16 jornadas es obvio que todo daría un cambio radical. El otro de los contextos es el que repercute directamente en los despachos y más en concreto en los números. La dirección deportiva busca enmendar en el mercado de invierno la poco efectiva y descompensada plantilla surgida en verano y que tras el inicio de Liga ha quedado en evidencia. Para ello es más que necesario rascarse los bolsillos y a los 340.000 euros -cifra que ha podido variar con el pago de la liquidación de Ania y la contratación de Cristóbal- que según aseguró el propio Chuti Molina «se guarda el club para el mercado de invierno», habrá que añadir todo lo que sea posible. La única manera que tiene la entidad de aumentar sus recursos y respetar el famoso límite salarial es aligerando gastos y fichas de jugadores para poder dar entrada a otros. Esta circunstancia es ineludble, puesto que no se trata de una norma interna del Racing si no del respeto a la legislación vigente. Otra vía sería la venta de algún jugador, algo que se antoja un tanto difuso salvo que a algún equipo le hubiera encandilado la efectividad de Yoda, el pichichi del Racing.
David Barral es uno de los miembros de la plantilla de la llamada clase media-alta, baremo que se establece en función de la ficha que percibe. El gaditano, David Rodríguez, Cejudo, Alexis... Los futbolistas con mayor experiencia en categorías superiores son los pesos pesados del vestuario. Por ello, la salida de un jugador así podría desbloquear buena parte de ese dinero que se quiere destinar a reforzar la plantilla. No obstante, no será nada sencillo llegar a un acuerdo en ese sentido. «Los contratos están para cumplirlos», indicó el agente de Barral. Si el Racing quisera sacarlos, tanto al gaditano como a Óscar Gil, debería de abonarles el contrato integro o llegar a un acuerdo que abaratase el montante. Esta última situación sólo podría darse en el caso de que un equipo quisiera hacerse con los servicios de alguno de ellos y el deseo de jugar pudiera hacerles -a cualquiera de ellos- rebajar lo que tienen firmado y que por ley les corresponde a condición de salir y buscar acomodo en otro club. Aún así, no parece sencillo.
Lo que es un secreto a voces es que la dirección deportiva ya está en plena operación de fichajes. Después de 16 jornadas se han señalado las carencias y se trata de buscar remedio. Salvo sorpresa, la dirección deportiva busca un delantero, un medio centro organizador y un central. Es obvio que no se han conseguido reforzar todo lo bien que se pretendía otro tipo de demarcaciones, como es el caso del lateral izquierdo que con dos incorporaciones, Abraham y Moi, no se han obtenido los rendimientos que se buscaban, pero aún así no son una prioridad. Pese a los continuos intentos de aligerar dinero para poder fichar, el presupuesto no es en principio el problema más importante, según admitió el director general del club, Víctor Alonso. «Habrá dinero para fichar si es necesario». A lo que no se puede dar esquinazo es al límite salarial. Ese es el que es, concretamente 5,07 millones de euros, y por mucho que se quiera incorporar antes se debe dar salida para que encaje.
En cuanto al perfil de futbolista que se busca actualmente en el mercado ya está definido; el primero un delantero que trate de sumar los goles que aún no han materializado los atacantes de la plantilla. Entre los cuatro suman cinco -tres Nuha, uno Barral y otro David Rodríguez-. Al 'nueve', la eterna petición del equipo y que se quedó sin cerrar en verano por entender la dirección deportiva que no se había encontrado lo que se quería, se suma la necesidad de un medio centro diferente a los cuatro o cinco -si se incluye a Nkaka-, que son todos de un perfil muy similar. La tercera de las prioridades, que en un principio no era ni mucho menos una pretensión, es la de un central. Después del rendimiento gris de los actuales zagueros y de la constatación de que no se cuenta con Óscar Gil -salvo que Cristóbal lo recupere- se presenta obvia la incorporación de un futbolista que pueda añadir el plus que le falta a la defensa racinguista.
Las próximas semanas serán determinantes porque Cristóbal cambiará muchas cosas, dado que si sigue haciendo lo mismo no habría tenido sentido su fichaje. Si quiere resultados diferentes no debe ni puede hacer lo mismo que hacía Ania.
Noticia Relacionada
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.