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Una plantilla ligeramente más barata que la temporada pasada (poco más de siete millones), pero cerca de su límite salarial. El extremo recorte que supuso no poder consignar ya cantidad alguna por el traspaso de Pablo Torre al FC Barcelona y la situación que ... se encontraron los nuevos propietarios obligó a trabajar con gran cautela e incluso a escalonar las inscripciones. En este escenario ha actuado un Racing que confía en haber configurado un equipo para estar en la zona media de la clasificación.
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Cuando en los próximos días LaLiga anuncie los topes salariales, se prevé que asigne al Racing una cantidad entre los siete y los siete millones y medio. Mucho menos que el curso pasado, cuando llegó a alcanzar los diez en el mercado de invierno, pero un montante similar al gasto real de aquel curso, en el que Mikel Martija no apuró para configurar la plantilla. De hecho, el club estima que el montante que se le apruebe le permitirá situarse, a priori, en la zona media de Segunda División. Con restricciones y lejos de los equipos llamados para luchar por el ascenso, pero al mismo tiempo con un presupuesto sensiblemente superior al de los más modestos.
La nuevas circunstancias han obligado a ajustar al máximo y dejar la plantilla en 21 fichas profesionales, incluida la del canterano Juan Gutiérrez, pero la directiva trabaja en habilitar nuevos ingresos para justificar un incremento de cara al mercado de invierno. Vía abonados, ingresos por publicidad y patrocinios, tienda y cualquier otro tipo.
En estos momentos, el Racing dispone de un margen mínimo respecto a su techo de gasto. Nada significativo. Si desea reforzarse en invierno –el objetivo con el que ha arrancado la temporada es que no sea necesario– deberá liberar masa salarial en la actual plantilla o, justificando unos mayores ingresos en diferentes partidas respecto a pasadas temporadas, conseguir que LaLiga le asigne en enero un tope menos restrictivo.
Los nuevos gestores han conseguido ampliarlo en más de tres millones respecto al cálculo de julio
La nueva plantilla se acerca al tope de gasto, pero se ha podido inscribir a todos los futbolistas
Por el momento el club ya ha esquivado un punto de partido. Tras la primera revisión de las cuentas, una vez se formalizó el traspaso de poderes, se calculaba que el techo salarial que se iba a admitir al Racing rondaría los cuatro millones y medio de euros. Una cantidad inferior incluso a lo que ya cobraba en aquel momento la primera plantilla, contabilizadas ya las bajas y sin tener en cuenta las altas. La ampliación de capital de cinco millones de euros, el incremento en el número de abonados (ayer eran ya 12.019) y el de ingresos por otros conceptos han propiciado incrementarlo hasta esos más de siete millones, lo que ha permitido al club inscribir a todos sus futbolistas del primer equipo. Entre ellos Juan Gutiérrez, el último en darse de alta en LaLiga y cuyos emolumentos, sobre el mínimo, permiten ajustar el presupuesto a la disponibilidad.
Así ha pasado el Racing de los cuatro millones y medio de los que, según sus propios cálculos y la documentación enviada por LaLiga, tenía como margen a esos más de siete que han permitido configurar definitivamente la plantilla e incluso inscribir a última hora al citado Juan Gutiérrez. En total, 21 fichas profesionales en una plantilla corta. Pero más allá de las necesidades económicas, que han influido, José Alberto López ya había anunciado que quería disponer de un grupo no muy abultado. Lo suficiente para tener profundidad de banquillo y alternativas ante cualquier eventualidad, pero no tan amplio como para tapar a los jóvenes con proyección.
La siguiente estación es el mercado de invierno. No está asegurado que el tren haga parada ni que sea necesario, pero en cualquier caso el club trabaja para que sea posible si resulta necesario.
Si quiere fichar en enero, el club debe liberar masa salarial o acreditar la entrada de nuevos ingresos
Los ingresos por abonos, la tienda y publicidad están resultando mayores de lo presupuestado
La venta de Pablo Torre permitió el año pasado disponer de un margen que ahora no es asumible
La temporada pasada el Racing llegó al mercado invernal con más de dos millones de margen –en cuanto al tope fijado por LaLiga; otro asunto hubiera sido cuadrar balances– e incluso consiguió que LaLiga le concediera un tope mayor. Mikel Martija pudo salir así al mercado sin estrecheces –más allá de las que dictaba la propia economía del club –, lo que se tradujo en dos fichajes.
Sin embargo, ahora el sobrante es mínimo, y en todo caso insuficiente para reforzarse en el mercado de invierno si fuera necesario. En Segunda División el salario mínimo está fijado en 91.000 euros, y la cantidad que ha quedado liberada no difiere demasiado de esta cifra, con lo que tiene tarea por delante si aspira a poder salir con solvencia al mercado invernal después de los seis fichajes que se han llevado a cabo este verano, que deben compensar las once bajas experimentadas.
La primera vía para liberar presupuesto es dar bajas. Es la más directa y sencilla, pero no necesariamente la más recomendable en una plantilla corta. La otra, encontrar más ingresos y poder justificarlos ante la Liga de Fútbol Profesional. Por el momento el club ha visto incrementadas varias partidas y confía en seguir avanzando en esa línea. Aún no ha cerrado la campaña de captación de abonados –estudia el modo de seguir incentivando las altas con la temporada ya comenzada– y con la incorporación de Pablo Ruiz confía en generar nuevos beneficios en el área de marketing.
Eso sí: si este verano la ampliación de capital (se capitalizarán cinco millones de euros de la deuda heredada) y el trabajo partida a partida del presidente, Manolo Higuera, y el vicepresidente, Juanjo Uriel, permitieron ampliar el techo salarial en más de un 50%, de cara al mercado de invierno, y salvo que se produzca un ingreso atípico o inesperado, el margen de actuación está muy claro: ventas de abonos (e ingresos por entradas), contratos de publicidad y explotación de la tienda, más allá de que se pueda liberar masa salarial con alguna eventual baja.
De todos modos, la hoja del ruta del club no es esa. Si bien trabaja en disponer de un mayor margen, confía en no tener que echar mano de él. Si no se detecta durante los próximos meses una gran carencia o si José Alberto no lo solicita expresamente, los verdiblancos afrontarán la temporada con los recursos disponibles: esos 21 futbolistas del primer equipo a los que hay que añadir los futbolistas con ficha del Rayo Cantabria que trabajan en la dinámica del primer equipo. El caso más significativo es el de Yeray, titular el pasado sábado ante el Elche, pero a él se unen también el lateral Mario García y el delantero Jeremy.
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