Un Racing conforme a sus posibilidades

Cuando la mayor parte de clubes de la tercera categoría del fútbol español ha hecho públicos ya sus presupuestos –algunos aún no, con lo que es necesario trabajar con estimaciones o el del curso vencido–, la clasificación revela que el Racing está donde le corresponde, si se consulta el gasto, o ligeramente por encima, si lo que se tienen en cuenta son los ingresos. Por detrás del Deportivo y en dura pugna con otro equipo con un potencial similar, caso de la UD Logroñés. Mención aparte merecen Unionistas, que con una disponibilidad mucho más limitada continúa en el grupo de cabeza, y Badajoz, teórico tercer presupuesto de la categoría en cuanto a ingresos –el del Racing es el segundo formal por las pérdidas de 2.337.000 euros que prevé–, pero en una difícil situación económica que puede provocar que a fin de ejercicio se revele como irreal.

El Racing de Guille Romo está por lo tanto, en este aspecto, donde debe estar, porque si bien su presupuesto de gastos le coloca muy por encima de la Unión Deportiva Logroñés, la estrategia verdiblanca para mantener la competitividad en la nueva categoría ha sido elaborar unas cuentas con fuertes pérdidas, de modo que su deuda con el Grupo Pitma se incrementará, salvo sorpresa mayúscula, al final del ejercicio en al menos dos millones de euros.

Así, y teniendo en cuenta los ingresos, el Racing está en la tercera posición en lo que a este apartado se refiere, por detrás de Deportivo y Unión Deportiva Logroñés, que tiene presupuestados 3,2 millones. Originalmente, el Racing consignó en sus cuentas algo más de 2,8 de ingresos, pero esta cantidad se ha visto incrementada la semana pasada por una sentencia favorable contra el CSD que le reportará al club 241.000 euros, según se anunció en la Junta General de Accionistas del sábado. Así, la previsión de ingresos ha quedado en 3,1 millones, cerca, pero aún ligeramente por debajo de la UD Logroñés.

También plantea un problema la comparación con los dos equipos extremeños: Badajoz y Extremadura. Por una parte, aún no han celebrado la junta en la que deben presentar sus números. Por otra, la difícil situación que viven ambos clubes hace prever que las cifras puedan ser al final del ejercicio muy diferentes.

De hecho, los futbolistas del Extremadura ya hicieron una huelga y no se presentaron a jugar frente al Deportivo, como medida de presión para reclamar las siete mensualidades que se les adeudaban. Amenazaron incluso con prolongarla, lo que hubiera supuesto la expulsión de los azulgrana de la competición, pero finalmente jugaron su siguiente partido. En esta situación, lo que se haya diseñado en negro sobre blanco será muy difícil de trasladar al día a día de la sociedad, y habrá que esperar a la presentación de cuentas del próximo año para comprobar cuál ha sido su disponibilidad real.

En una situación complicada se encuentra también el Badajoz, aunque sin llegar a los extremos de sus paisanos. Para la presente temporada su presupuesto ronda los tres millones de euros (aún no hay cuentas oficiales, puesto que el plazo no expira hasta el 31 de diciembre), pero la investigación a la que está sujeta la red de gasolineras de su propietario, Joaquín Parra, ha provocado impagos. Se ha aducido como justificación la intervención de cuentas, pero en cualquier caso la comparación es difícil. Si bien en la práctica todo indica que tiene menor disponibilidad que el Racing, comenzó a fichar en verano de acuerdo con su presupuesto. En consecuencia, la comparación se hace, en todos los sentidos, más compleja, en algunos casos por la falta, además, de información oficial.

Por último, hay que tener en cuenta que los filiales no disponen de un presupuesto propio, puesto que aunque se consignen en las cuentas las partidas para sus futbolistas y técnicos, otros gastos corrientes y de explotación van incluidos en el presupuesto del primer equipo. En consecuencia, si bien sería posible elaborar una clasificación sobre su masa salarial, no es posible hacerlo en cuanto a presupuesto.

En este sentido, se trata de equipos con mucha más disponibilidad económica, en especial en el caso de los dos de Primera (y sobre todo el Bilbao Athletic), pero del mismo modo se trata de plantillas con futbolistas jóvenes y en formación, con las ventajas e inconvenientes que esto supone al afrontar una competición y, en este caso concreto, la búsqueda del resultado a corto plazo que es al ascenso a Segunda.