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Este miércoles se podrá ver en foto. 1.000 espectadores en los Campos de Sport es poco más del 4,5 por ciento del aforo total del estadio. Y esa es la asistencia máxima que permite el decreto actual en Cantabria para eventos deportivos al ... aire libre. Esa cifra, en un club que, a falta de un mes para el inicio de la competición, ya tiene más de 5.000 abonados, es un problema de grandes dimensiones. Por eso, el director de relaciones institucionales y deportivas del club, Víctor Diego, se reunió ayer con el vicepresidente del Gobierno regional y consejero del área de Cultura y Deportes, Pablo Zuloaga, para expresar el deseo de la entidad verdiblanca de poder contar con una mayor capacidad para sus encuentros de Liga como local. «He ofrecido la posibilidad de formar una comisión entre Sanidad, Gobierno y nosotros para hacer un buen protocolo de seguridad completo y que no genere ningún riesgo para asistir al estadio», explica Diego.
Lo publicado por el Ejecutivo en el Boletín Oficial de Cantabria dice que a los eventos deportivos al aire libre podrá asistir un 75% del aforo total del recinto, todos sentados, con distancia de seguridad y mascarilla, hasta un máximo de 1.000 personas. Eso supondría dejar, a día de hoy, a más de 4.000 aficionados fuera por partido, con el consiguiente mosqueo del personal, además de obligar a implementar una estrategia complicada para ser lo más justo posible y, evidentemente, supondría un gravisimo desembolso para las ya debilitadas arcas del club. No hay que irse muy lejos. Tal y como publicó este periódico hace unas semanas, la compensación por los seis partidos de la pasada temporada no disfrutados por los abonados a causa de la pandemia le han costado a la entidad verdiblanca, entre devoluciones y descuentos, más de 600.000 euros. Algo que se podría repetir si no se encuentra una solución junto a las autoridades regionales.
«Ha sido una primera toma de contacto, positiva, porque han sido receptivos del perjuicio social y económico que puede ocasionar al Racing que no venga gente al estadio», destaca Víctor Diego, a quien el vicepresidente le ha trasladado su intención de tratar el asunto con los responsables de Sanidad, cuya Consejería es la que tiene el mando en estos asuntos. «Habrá próximas reuniones, sobre todo con Sanidad, que es el área que va a involucrarse en este tema y quien tiene que dar soluciones», añade el responsable de relaciones institucionales del club.
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En las oficinas de los Campos de Sport no se marcan una cifra mínima. El deseo dependerá de la captación de abonados y de las negociaciones con las autoridades sanitarias. Lo importante es dar cabida a aquellos aficionados que hayan reservado su carné. En el contexto actual y más ante rivales que no arrastran demasiada masa social, vender entradas sueltas es un problema menor. Por poner un ejemplo, si el límite estipulado por decreto es del 75% del aforo, todos sentados, el Racing, en su estadio, con un 50% de los algo más de 21.000 butacas disponibles a día de hoy, ya podría albergar a 10.000 personas en las gradas. Una cifra cubriría con garantías lo que ha venido siendo habitual durante la estancia del equipo en Segunda División B.
Víctor Diego le ha mostrado a Zuloaga un documento sobre el acuerdo alcanzado por la Xunta de Galicia con las federaciones y clubes de la Comunidad Autónoma. Permitirá más de 1.000 espectadores, con distancias de seguridad entre núcleos convivientes y accesos escalonados. La idea del Gobierno gallego es que cada club presente un protocolo acorde a su estadio y exigirá que no se sobrepase el 75% del aforo del recinto, tal y como explica el diario La Voz. Si el Ejecutivo cántabro sigue esa dirección, los tres cuartos de capacidad de los Campos de Sport ascienden a casi 16.000 espectadores. Una cifra que cubriría de largo las necesidades racinguistas.
Para los clubes de Primera y Segunda División, con los millones de la televisión entrando en la cuenta corriente, los ingresos por abonos y entradas se encuentran en un segundo plano. Sin embargo, de Segunda B hacia abajo, supone prácticamente, el más importante de los cauces de liquidez para afrontar la temporada. Todo ello, además, en un curso en el que el Racing debe afrontar -y deberá hacerlo a través de sus propietarios, porque el club no tiene capacidad- el plazo más importante del convenio de acreedores: más de cinco millones de euros.
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