El Racing recurrirá la expulsión de Íñigo

El Racing recurrirá la tarjeta roja de su jugador, que se enfrenta a una probable sanción de dos partidos después de que Jon Ander González Esteban le indicara el camino de los vestuarios justo cuando comenzaban los nueve minutos de tiempo añadido del Racing-Elche. Solo preguntaba si no se iba a detener el partido. Veía cómo el espectador estaba siendo atendido por los servicios sanitarios y el propio médico del Racing, José Fernández-Divar, a su vez cardiólogo. De hecho, el Racing seguía jugando, pero sin médico en su banquillo, por razones obvias.

Al percatarse de lo que interpretó como una protesta, González Esteban se dirigió a la zona técnica verdiblanca y mostró la roja al capitán del Racing, que seguía el encuentro desde el banquillo tras haber sido sustituido en el descanso.

El acta señala que se le expulsa «por levantarse del banquillo y salir del área técnica reclamando al cuarto árbitro que se parase el partido insistentemente por un incidente médico en la grada. Cuando se detiene el juego –en realidad el juego nunca estuvo detenido– continuaba de pie, fuera del área técnica, sin llegar a oír lo que decía». El acta no refleja lo acontecido en la grada, al señalar que no hubo incidencias en el partido y aplicar el habitual «normal» en el apartado de público. También Andrés Martín se dirigió al árbitro preguntando por la situación, si bien el sevillano no recibió ninguna amonestación.

González Esteban interpretó que el de Ampuero quería perder tiempo aún con 2-1 en el marcador, le mostró la roja y permitió que siguiera el juego. El capitán quería que se parara para que se le asistiera con más seguridad. Preguntó incluso por lo que ocurriría si tenía que entrar una ambulancia mientras el aficionado, de 57 años, estaba recibiendo atención en la grada. Pero la contienda no se detuvo, como ha ocurrido en otras ocasiones esta temporada. El protocolo lo prevé, pero no lo obliga.

La versión del acta contradice en algunos aspectos la del Racing y, según la propia entidad verdiblanca, la del director de partido. Esta última no es pública, pero se le transmitió verbalmente al club, que reclamará a LaLiga una copia que le puede ser útil en un recurso que, dadas las evidencias, confía que prospere.

«El acta no refleja lo ocurrido. Iñigo no protestaba al cuarto árbitro, sino que preguntaba tranquilamente al director de partido de LaLiga, Juan Cantero, por el protocolo a aplicar», manifestaba ayer el propio club. «Tanto el cuarto árbitro a José Alberto como Juan Cantero a nuestro capitán estaban explicando tranquilamente, sin discusiones, el protocolo y la razón por la que no se paraba el partido. El director de partido entró al vestuario arbitral, a petición nuestra, a aclarar la situación».

Una explicación similar, aunque no idéntica, había ofrecido el técnico verdiblanco, José Alberto López, en la rueda de prensa posterior al partido: «Había una indisposición de un aficionado y no entendíamos muy bien por qué el juego no se detenía. Luego nos han explicado que hay un protocolo, pero para nosotros no parecía una situación controlada. Lo primero es la salud y en otros partidos hemos visto que el juego se para por estos motivos. Íñigo estaba preguntando al cuarto árbitro y al director de partido de LaLiga para conocer el protocolo y creo que fruto del nerviosismo se tomó esa decisión, pero no le veo sentido. Para mí ha sido absurdo y debemos reflexionar sobre ello. Lo primero es la vida de una persona; no el juego». El protocolo de LaLiga cambió recientemente. Señalaba que el juego debe detenerse cuando se producen este tipo de sucesos, pero esta temporada se ha modificado y deja en manos del árbitro, auxiliado por su equipo técnico y la dirección de partido, la posibilidad de parar o no la competición.

Según explicó el Racing, González Esteban le comunicó que había sido informado de que la situación estaba «controlada», motivo por el cual decidió que se disputaran los nueve minutos de tiempo añadido. Mientras, en la grada el espectador, de 57 años, sufrió dos paradas cardiorrespiratorias, el doctor Divar consiguió reanimarle y fue trasladado de inmediato al Hospital Valdecilla. Estaba además acompañado por un menor que quedó tutelado por los servicios de seguridad y sanitarios hasta que el afectado, una vez estabilizado en Valdecilla, pudo ponerse en contacto con su familia y el club para comunicar que se le recogiera.

El espectador se encuentra ingresado, pero permanece estable y todo indica que su vida no corre peligro, en parte gracias a la rápida intervención tanto del médico del Racing como de todo el equipo de emergencias y seguridad. El malestar en el Racing y entre quienes vivieron la escena es evidente.