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El Racing tiene el sábado la primera oportunidad de convertir en matemática una permanencia ya muy encarrilada. Con siete puntos de renta sobre el Málaga, no depende aún solo de sí mismo, puesto que para conseguir el objetivo debe ganar al Mirandés (Anduva, sábado a ... las 16.15 horas) y esperar además que los andaluces no hagan lo propio el domingo ante la Ponferradina (El Toralín, domingo a las 16.15 horas). Pero tiene esa opción.
Los leoneses no están matemáticamente descendidos, y aunque sus posibilidades son extremadamente mínimas, todas sus esperanzas pasan por vencer a los malaguistas. Con doce puntos por disputarse, tienen a diez a los dos equipos que marcan la frontera por la permanencia: Leganés y Villarreal B.
Con estas circunstancias, el Málaga viaja a Ponferrada como favorito, pero resta por ver si los blanquiazules mantienen el pulso y la motivación cuando la permanencia es aún posible, pero ya extremadamente improbable. De momento su entrenador, Sergio Pellicer, que continuará el año que viene aunque el equipo descienda a Primera RFEF, ya envió el mismo lunes, tras el empate con el Huesca, un mensaje en la sala de prensa de la Rosaleda: «Nadie va a bajar los brazos; tenemos que seguir. Hemos llegado hasta ahí luchando porque hemos focalizados en el partido siguiente».
Los tiene puntos que tiene el Racing de renta sobre las malaguistas -que 'solo' deben remontar seis, que son los que les sacan Villarreal B y Leganés- constituyen de facto un colchón de tres partidos. Los de José Alberto tienen ganados los enfrentamientos particulares, con lo que en caso de empate a puntos terminarían por delante. Y restan cuatro jornadas por disputarse. Es decir, que se puede sumar un máximo de doce puntos y no es ni siquiera imposible que el Racing llegue a salvarse incluso perdiendo sus cuatro compromisos. Eso sí: en ese caso ya no dependería de sí mismo y tendría que encomendarse a que su principal rival, el Málaga, se desfondara en estas últimas jornadas, precisamente cuando mejores resultados está obteniendo desde que comenzó la competición.
Siete puntos tiene el Racing de renta sobre el Málaga, equipo que ocupa la última plaza de descenso, a falta de cuatro partidos para que termine la competición.
En caso de empate, baja el Málaga El Racing empató el 1 de octubre sin goles en los Campos de Sport con el Málaga, aún con Guillermo Fernández Romoen el banquillo, y ganó el 5 de marzo 0-1 en La Rosaleda, con lo que en caso de empate a puntos descenderían los malaguistas al tener perdido el balance de enfrentamientos particulares
Tres partidos es, de facto, la renta de los cántabros sobre los andaluces. Pero con un matiz: si el Málaga gana sus cuatro partidos a los cántabros no les bastaría con hacerlo en uno. También hay que tener en cuenta que hay más equipos implicados: Leganés y Villarreal B, a un punto del Racing.
Los cántabros afrontan así de un modo extremadamente favorable el último mes de competición. Cuando en la jornada 20, tras cinco derrotas consecutivas, José Alberto López sustituyó a Guillermo Fernández Romo en el banquillo, el equipo estaba en zona de descenso, a tres puntos de la permanencia. En una gran remontada a lo largo de 18 jornadas, ha conseguido colocarse con siete de ventaja y no solo depender de sí mismo, sino disponer de un amplio colchón. De hecho, los racinguistas arrojan desde el cambio de entrenador un promedio de puntos suficiente para luchar por el play off de ascenso.
Con este contexto, si el Racing se impone el sábado en Anduva a un Mirandés prácticamente sin nada en juego (décimo en la clasificación, tiene el play off de ascenso a Primera División a ocho puntos y varios equipos por delante), todo lo que no sea un triunfo malaguista dejaría al club andaluz matemáticamente sin opciones de cazar al Racing, aunque no por ello necesariamente descendido. Ni siquiera les serviría a los de Pellicer el empate para tener alguna opción de seguir la estela verdiblanca.
De hecho, en caso de derrota del Málaga sí que existe la posibilidad, según se den otros resultados, que termine la jornada ya matemáticamente descendido, aunque se trata esta de una posibilidad muy remota. Los cálculos andaluces son, en este sentido, muy claros: para tener opciones de seguir la próxima temporada en LaLiga deben ganar los cuatro partidos que les restan. Afrontan un calendario favorable para ello: reciben a un Mirandés ya sin nada en juego y a un Ibiza ya descendido. A domicilio, se miden a una Ponferradina no descendida matemáticamente, pero sí de forma virtual y, eso sí, al Alavés
Tras visitar Miranda de Ebro, el Racing tiene el partido teóricamente más complicado que le resta hasta terminar la temporada. El Eibar, actual líder de Segunda División, visita el domingo 14 de mayo a las 14.00 horas los Campos de Sport. El conjunto armero está en plena pugna por el ascenso directo y el campeonato liguero, para el que tiene una renta de dos puntos sobre la terna de inmediatos perseguidores que forman Granada, Levante y Alavés y tres sobre la Unión Deportiva Las Palmas.
Por contra, el Málaga recibirá ese fin de semana precisamente al Mirandés, rival cántabro del sábado. Si los de Joseba Etxeberria se juegan poco frente al Racing, mucho menos les irá en el envite de La Rosaleda.
A cambio, el equipo verdiblanco tiene por delante un final de competición propicio. En la penúltima jornada de Liga visita el Carlos Tartiere para enfrentarse a un Real Oviedo ya en tierra de nadie. Tampoco se jugará ya nada el Cartagena cuando viaje a Santander para cerrar la Liga en los Campos de Sport, si bien en esa jornada, y salvo catástrofe, el Racing será ya matemáticamente equipo de Segunda División. En consecuencia, todo apunta a que el partido ante el Efesé será intrascendente, sin ningún incentivo más allá de la oportunidad para ambos equipos de mejorar sus números ya con el objetivo de la temporada cumplido.
No le sucede lo mismo al Málaga, que en la jornada 41 tiene el único compromiso en el que parte en teórica inferioridad. Al menos, el único en el que su adversario se juega algo. Y es nada menos que el desplazamiento a Mendizorroza, donde le espera un Alavés que busca el ascenso directo y que con toda probabilidad necesitará los puntos.
Después, el ya descendido Ibiza cerrará la competición en La Rosaleda en un perfil de partido en el que generalmente gana quien lo necesita. En este caso, y siempre que llegue a esa recta final con opciones, el Málaga.
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