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El Racing depende de sí mismo para ser campeón y, por tanto, para ascender a Segunda División. Esta circunstancia, que no deja de ser el escenario perfecto que busca cualquier deportista, no se producía desde hace algo más de dos meses. Concretamente, desde que el ... Racing perdía en el José Zorrilla con el Valladolid Promesas (3-0) y el Deportivo de La Coruña lograba un pobre pero efectivo empate en A Malata ante el Racing de Ferrol (0-0). Corría entonces la jornada 15 y han tenido que pasar siete fechas más para que los racinguistas puedan depender únicamente de lo que sean capaces de hacer.
No obstante, la situación clasificatoria permite un análisis particular. La derrota del Deportivo de La Coruña del pasado domingo ante el Real Unión de Irún deja a los de Guille Romo a seis puntos de los gallegos, ahora bien con el duelo directo con ellos aplazado a la espera de que se juegue en breve y, además, con otro partido en la recámara para los racinguistas, el que ha de jugarse ante la Cultural Leonesa. Es obvio que para dar caza al actual líder, el Racing debería de ganar ambos partidos, pero es que a eso están obligados los que aspiran a ser campeones.
Los números de los dos equipos que encabezan la tabla, el Depotivo de La Coruña y el Racing son incuestionables. Sus pinchazos se cuentan con una mano y sobran dedos. La derrota de los gallegos del pasado domingo es la tercera en 21 partidos. No deja de ser curioso que el Real unión de Irún, precisamente, ya le ganase en la primera vuelta –el único que ha salido victorioso de Riazor– y lo haya vuelto a hacer ahora, en la segunda. El otro verdugo del Dépor fue el Unionistas. El Racing, por su parte, tan solo ha caído cuatro veces en 20 fechas y ninguna de ellas fue en El Sardinero. Los dos equipos han empatado en cuatro ocasiones. Los registros son espectaculares y, de seguir así, serán inigualables y posiblemente de récord.
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Con tanta eficacia por ambos bandos, es evidente que cualquier tropiezo del rival cobra especial importancia y casi es de obligación aprovecharlo porque todo apunta a que no habrá muchos más. Y en esas está a hora mismo el Racing. En el fondo no cambia nada, pues la hoja de ruta si se quiere ser campeón no pasa por otra cosa que mantener el grado de eficacia de hasta ahora, pero anímicamente el panorama es distinto. Después de acabar la última jornada, la que el Racing tuvo que ver por televisión debido al aplazamiento de su partido ante la Cultural Leonesa por los cuatro positivos del club castellano, el cuerpo técnico verdiblanco y su vestuario debieron hacer inventario; el líder pierde y se queda con 41 puntos, los mismos que tenía cuando empezó el fin de semana. Por otro lado, bien es cierto que ninguno de los perseguidores cedieron: ganaron la UD Logroñés, Unionistas, Celta B, Rayo Majadahonda y Real Unión de Irún. Pleno. Así las cosas, todo se estrecha, pero el único de todos que puede decir ahora mismo que depende de sí mismo es el Racing. El único que si no falla será campeón y ascenderá de forma directa es el equipo de Guille Romo. Todos los demás necesitarían pinchazos de sus rivales, el Dépor del Racing y el resto de unos cuantos más.
Con todo, el partido del próximo domingo en El Sardinero ante el Badajoz cobra aún más importancia porque ganarlo es la única combinación que le permitiría a los cántabros viajar tres días después (miércoles, 16 de febrero) con esa estrategia anímica de presionar al líder en su casa. Precisamente, el destino ha hecho que el partido más esperado de la temporada –se confirman los pronósticos de verano–, el duelo entre Deportivo y Racing, haya aumentado en repercusión al tener que ser aplazado y, por tanto, encajado en mitad del resto de compromisos.
Desde hoy y hasta que se juegue el duelo, es probable que se lidiará una batalla anímica silenciosa. Todo lo que sirva para debilitar al oponente será bienvenido. Del mismo modo que el Racing juega con el Badajoz, el Dépor lo hace en Las Gaunas ante la SD Logroñés y la urgencia por dejarse puntos en Logroño es la misma que la que tiene el Racing ante los pacenses.
Nada puede sorprender. El mismo escenario se da en el Grupo II, en el que el Andorra es líder pero tiene al Villarreal B a un solo punto y con un partido aplazado, después de que esta pasada jornada no pudiera disputar su compromiso ante el Llagostera. Los castellonenses, que marchan segundos, depende de sí mismos, como el Racing.
A los cántabros les quedan 18 encuentros –16 jornadas en curos más los dos aplazados– y aunque es pronto para emitir juicios, lo cierto es que las posiciones se van clarificando. El duelo entre Racing y Deportivo, que se vaticinaba desde que ambos se vieron inmersos en este grupo de la novedosa Primera RFEF, por un lado, y la lucha por conseguir uno de los otros tres puestos que permitirán jugar el play off de ascenso. En este último escalón, UD Logroñés, Unionistas, Celta B, Rayo Majadahonda y Real Unión de Irún están separados por tan solo dos puntos. El Racing los mira, por el momento, desde la atalaya que permite superarlos en dos puntos más y tener la posibilidad de sumar otros seis puntos si es capaz de ganar los dos aplazados. Esta circunstancia, bien entendida, puede transformarse en un plus de motivación por abrir un hueco considerable que permita descargarse de presión al final de Liga. Ahora bien, no aprovechar esta coyuntura podría suponer un lastre importante en el vestuario racinguista. Todo es posible.
Y ojo, todo esto en el hipotético escenario de que el covid se relaje y no vuelva a condicionar el calendario, algo que se antoja improbable. Si se produjesen más aplazamientos sería difícil evitar que el campeonato se desvirtuase. No es sencillo lo que viene.
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