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Con horas de antelación sobre el horario oficial, el Racing-Sporting ya ha comenzado en lo social. La afición del Sporting se deja ver por Santander y el goteo que comenzó el viernes por la noche es ya mareona. El Sardinero, Cañadía, Peña Herbosa y Peñas Redondas son los centros neurálgicos del desembarco, siempre (salvo en el Centro Asturiano) con las dos aficiones en convivencia.
A media mañana todavía llegaban algunos sportinguistas a las taquillas de los Campos de Sport para llevarse la decepción de que no quedan entradas. No han sido ni uno ni dos, sino decenas. La mayoría de los autobuses llegados de la comunidad vecina se encuentran ya en el aparcamiento de El Sardinero y el flujo de vehículos particulares es constante. La Sidrería El Cachopo, La Pirula, La Toba y los locales de El Sardinero son los que más reservas tienen de aficionados visitantes. A estas horas, el ambiente de gente vestida con los colores blanco y rojo se deja ver en Peña Herbosa, aunque no tanto en el Río de la Pila, donde también se ha instalado un pequeño dispositivo policial.
Todo porque el partido ha sido declarado de alto riesgo a pesar de la excelente relación de ambas aficiones, que por el momento se está constantando en otra jornada festiva durante esta mañana.
Peor ha sentado la imposición de LaLiga de que los aficionados del Sporting no puedan acceder con los distintivos de su equipo a una zona que no sea la reservada. Pero lo harán igualmente una vez pasada la puerta, para lo que cuentan con la complicidad de la afición racinguista porque ambos equipos aspiran a que sea una celebración, como lo está siendo en estos primeros compases de una jornada de fútbol que se prolongará durante horas.
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