Más de mil racinguistas aparecen por 'sorpresa' en Butarque

A los pocos más de 300 aficionados verdiblancos que viajaron con entrada desde Cantabria se les sumaron en Leganés muchos compañeros hasta completar el Fondo Sur del estadio

Marcos Menocal

Santander

Sábado, 29 de octubre 2022, 23:22

De Butarque a Talevera habrá algo más de 45 minutos. Allí, en el estadio El Prado apareció por primera vez en escena –al menos de ... forma tan patente– el famoso borsalino verde fosforito por el que apostó la Peña Racinguista Vindio-Sotileza. Contribuyó a su leyenda que Pablo Torre, tras marcar, se lo puso y celebró el gol descubriéndose después. Este sábado, los peñistas en el exilio, volvieron a juntarse con los seguidores que nunca fallan para darle un aspecto al estadio del Leganés inmejorable. Las gradas lucieron y la afición del Racing rivalizó por el protagonismo con los de casa a quienes les debió sorprender que después de las poco menos de 300 entradas que el club pepinero mandó a Santander, de repente en la grada de los foráneos se juntasen un millar. Y es que el fútbol ha llegado a un punto que incluso las aficiones no quieren desvelar sus intenciones para no dar pistas al rival. Luego ya en el campo, cada uno a lo suyo.

Y así fue. La del Racing dio un recital del bueno desde la grada. Eran menos –como era de esperar– pero se dejaron notar y colocaron sus pancartas y emblemas en las vallas como manda el ritual para adueñarse de la parte que les correspondía del estadio. Y lo hicieron. La de hoy fue una tarde de fútbol en la que se habló de eso... De fútbol. A pesar de que los jugadores no se empeñaron en brindar un espectáculo pirotécnico sino más bien hicieron lo que pudieron. Más bien poco.

Noticias Relacionadas

Muro por aquí; nada por allá

«Hay que darle muchísimo valoral esfuerzo de mis jugadores»

El horario fue ideal para los miembros de esa peña racinguita que organizó la jornada pensando en sacarle partido. Así que se citaron pronto, tomaron el vermú y luego se montaron un cocido montañés para ocupar la parte central del día. Con el estómago lleno todo se ve con otro ojos y de la sede de la peña se fueron para Butarque. El mismo camino, pero a la inversa, emprendieron tras la finalización del partido para seguir con la fiesta. Se entremezclaron los miembros de las peñas Aúpa Racing, Ojancanos, Concanos, San José y Nukleo Asón, entre otras, que no se pierden una, para dar un colorido especial a los aledaños del estadio en los instantes previos. La de Leganés fue la única oportunidad de ver al equipo en la capital de España y había que aprovecharla. El año pasado fue una constante y en San Sebastián de los Reyes, Villaviciosa de Odón, Majadahonda... O incluso en Talavera, que no es Madrid pero casi, se dieron un banquete de racinguismo. No hay que olvidar que los peñistas de la capital se habían acostumbrado en aquella época de vino y rosas –de Primera– a disfrutar en sus visitas a la Castellana o al Vicente Calderón, con mucha asiduidad, o incluso a Getafe y a Vallecas, alguna tarde, pero con el descenso a Segunda B el equipo se quedó huérfano de ánimos desde los madriles.

En las gradas de Butarque se repitieron varias pancartas en las que se podía leer: «Animar no es delito». Y tanto que no... Y que necesario es para el fútbol. Porque viendo lo que es capaz de hacer la hinchada del Racing en cualquier lugar cuando se trata de animar... Pensar que el martes, en El Sardinero, aquello va a parecer una misa más que un campo de fútbol. A quien le corresponda, urge que cuanto antes a los aficionados les dejen serlo. El fútbol gana.