![El bautismo de Gento](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2023/10/06/87876792-kQTH-U210359995996vNC-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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La ceremonia deportiva del domingo agrupó, como cada dos semanas, a miles de parroquianos en los Campos de Sport. Era el domingo, 1 de febrero de 1953 y el Racing recibía al Sporting en partido de Primera División. Como si el destino quisiera advertir a ... los racinguistas, antes del inicio uno de los jueces de línea descubrió un hueco en la red de la portería santanderina. Y aunque hay fotos que nos dejaron ver al guardameta racinguista, Ortega, subido en una silla para arreglar el desaguisado, a los cinco minutos, el propio Ortega, en una pifia de campeonato, le hizo el único roto a la red con el que los asturianos se llevaron la victoria. Fue un partido sin demasiadas motivaciones para recordar, porque poco después expulsaron al delantero centro racinguista, León, y perder de esa manera invita al olvido. Pero hubo algo para que el encuentro mereciera enmarcarse en la memoria de lo excepcional. Aquel día, un jovencísimo Paco Gento pisaba por primera vez los Campos de Sport con la camiseta del Racing.
Nacido en Guarnizo, con un padre que había jugado en la Cultural, Francisco Gento López destacó por su velocidad desde sus primeros años. Comenzó a jugar en el Frajanas y tres años después ya formaba parte del Nueva Montaña, equipo con el que participaría en el popular Torneo Los Barrios, y en 1950 lo hizo con el Unión Club, destapándose como uno de los mejores jugadores de la competición. Así que el Racing no podía dejarle escapar y le incorporó al Rayo Cantabria, donde tuvo que falsificar su ficha porque aún no había cumplido los 18 años que permitían jugar en Tercera División.
Estuvo en el Rayo en la temporada 1951-52 y demostró su velocidad, su pegada y su personalidad, incluso rebelándose contra su entrenador, Teto Sanz, a quien protestó un día por no alinear como titular a su primo Mendi que también jugaba en el equipo. Aquel día recibió una lección. Mendi jugó, pero Gento se quedó sin hacerlo. Claro que el chaval no era carne de banquillo. En pocos meses era la gran promesa del fútbol cántabro y su debut en el Racing se daba por hecho.
Finalmente, Juanito Ochoa, el míster racinguista de la temporada 1952-53, se decidió a subirle al primer equipo y le hizo debutar contra el Barcelona en la capital catalana el 22 de febrero de 1953, el día en que reaparecía Ladislao Kubala después de una lesión. El equipo cántabro empató (3-3) y en el siguiente partido Gento volvió a formar parte de la alineación, pero esta vez se presentaba ante sus paisanos, en los Campos de Sport. El Racing salió al campo con Ortega, Gallo, Barrenechea, Ruiz, Villita, Nando, Felipe, Macala, León, Alsúa y Gento.
A los cinco minutos, Ortega recibió un balón flojo y sin peligro para despejar, y al salir para detenerlo en su lento rodar, lo impulsó hacia adelante dejándolo a los pies del sportinguista Grau, que no tuvo más que avanzar unos metros para mandar el balón a las mallas. El Racing apretaba y en un saque de esquina, el chaval de Guarnizo tuvo una gran oportunidad en un remate que el fotógrafo Juan Antonio Mazo pudo recoger en la imagen que acompaña este artículo, pero el disparo salió fuera. Poco después, el partido se complicó. En un córner, el delantero centro racinguista, León, repelió la agresión del central sportinguista, Altisent, y ambos fueron expulsados. La ausencia de León amputó la eficacia ofensiva del equipo y Paco Gento se quedó como única referencia del ataque. Los asturianos se cerraron atrás y la impaciencia de los racinguistas se fue incrementando. Hubo remates consecutivos que se estrellaron en los defensas, ocasiones que acabaron en la madera de la portería gijonesa y carreras por la banda del joven Gento, cuyos centros se desperdiciaban por falta de rematador. El Racing buscó la portería insistentemente, pero Gento, que pecó aquel día de individualismo, no pudo abrir brechas, en todo caso sus internadas terminaban en saques de esquina. Once lanzó el Racing aquel día frente a los tres del Sporting que no pudieron evitar la derrota.
Gento regresó a los Campos de Sport dos semanas después, en esta ocasión para medirse contra la Real Sociedad. Aquel día el chaval anotó su primer gol, uno de los tres que anotaría con el Racing en su breve estancia en el equipo. La Real acababa de hacer el 0-1, pero tres minutos después, Alsúa centró a la banda izquierda hacia Gento, y este se internó, y después de salvar una zancadilla de Bernal, llegó al área y cruzó un tiro formidable que batió al meta internacional Ignacio Eizaguirre.
Qué poco duró Gento en el Racing. Jugó catorce partidos, siempre pegado a la banda izquierda, rápido, valiente y potente. Su regate en carrera tumbaba a los rivales, su 'dribling' era seco y cortante. Siempre sacaba ventaja en los primeros metros. Llegó a ser el mejor extremo izquierdo en el Mundial de Chile (1962) y aquel día de 1953, contra el Sporting, se le vio por primera vez con la camiseta del Racing.
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