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Al Racing le han estudiado bien. El líder de Segunda, que antes lo era hegemónico y ahora mantiene el puesto de privilegio, pero con su ... renta reducida a tres puntos tras su racha de tres compromisos sin ganar (un punto en tres partidos), ha comprobado cómo los rivales estudian su juego. Una de las estrategias es detener el juego; su juego. Y uno de los instrumentos son las faltas. El club ya ha mostrado su malestar y construido un discurso en torno a esa forma de neutralizar su propuesta. Las estadística lo avalan y el malestar, no solo en el seno interno del equipo, sino en su entorno, ya es evidente ante la permisividad ante la reiteración de faltas. El partido frente al Granada, más allá de la justa victoria andaluza por juego y oportunidades, ha contribuido a reforzarla.
Los números lo ratifican. El Racing es el equipo europeo que más faltas recibe: 16,6 por partido. A ello han contribuido las 22 que se le señalaron a favor frente al Granada, muy por encima de la media no ya de Segunda, sino de Primera División y de las principales Ligas europeas. De hecho, ya entes de disputarse el partido de sábado los verdiblancos eran el equipo que más faltas recibía en las principales categorías europeas, con 16,2.
Protesta pública Ya la semana pasada, José Alberto López insistió en lo que considera una parte de la planificación del partido de sus rivales: detener la circulación del juego verdiblanco a base de faltas ni siempre señaladas ni penalizadas en muchas ocasiones con tarjetas amarillas pese a la reiteración.
Tendencia al alza La situación se ha visto reforzada en las últimas semanas, cuando ya conocedores del estilo de juego racinguista, similar en muchos aspectos al de la temporada pasada pero con algunas variantes, este recurso se ha convertido en habitual.
16,6 faltas por partido recibe el Racing como media en Liga.
22 faltas se le señalaron a favor en el partido ante el Granada.
299 faltas ha recibido el Racingen las 18 primeras jornadas.
12,4 faltas reciben como promedio los equipos de Segunda.
8,5 faltas recibe de media el Sporting, el que menos de Segunda.
Punto de inflexión La lesión de Aldasoro por una dura y evidente falta que ni siquiera fue señalada como tal constituye un ejemplo paradigmático. No provocó la derrota cántabra, justa por los merecimientos de unos y otros, pero pudo condicionar el desarrollo del partido.
Diferencias Mientras que en Los Cármenes las tarjetas para el Granada fueron por la dureza de las entradas o la reiteración en las faltas, en el caso del Racing fueron por protestar acciones de juego, más allá de la forzada por Aldasoro y las que vieron ambos entrenadores: José Alberto López y Francisco Escribá.
Dado que la jornada 18 aún está en juego, con partidos hoy, lunes, tanto en Segunda como en otras competiciones, los últimos datos comparables, correspondientes a la jornada anterior, ya señalaban una brecha en contra de los racinguistas que este fin de semana no ha hecho sino incrementarse.
Ya entonces el Racing era líder destacado de esa onerosa clasificación de faltas recibidas con 16,2, muy por encima de su más inmediato perseguidor, un Elche que recibe 15,4 como promedio, y del Málaga, con 15,1. El balance es más revelador si se tiene en cuanta que el promedio en toda la Segunda División es de 12,4.
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La tendencia se ha visto además incrementada, como se ha comprobado en los últimos partidos de los cántabros. Las citadas 22 faltas recibidas ante el Granada y las 29 en la pasada visita copera del Sporting. En Liga el récord está en las también 29 que recibió frente al Cádiz.
Cuando está a punto de cumplirse la primera vuelta de la competición (terminará este mes de diciembre, con el parón de fin de año), los números avalan la reclamación racinguista. La comparativa con el resto de equipos de la categoría de plata, con las medias en las diferentes competiciones y con otras Ligas europeas, en concreto las máximas categorías española, inglesa, italiana y francesa, las estadística arroja unos números muy reveladores. En todos los casos, los números son muy significativos, más allá de que en las grandes Ligas, como números generales, se cometen –o permiten– menos faltas que en las categorías inferiores y, en este caso, la Segunda División. En el caso español, el líder de Primera, El Barça, recibe como media 13,1 faltas, 3,5 menos que el líder de Segunda.
Ante esta progresión al alza, el discurso verdiblanco se ha hecho mucho más intenso, coincidiendo además con una pequeña crisis de resultados que tiene que ver precisamente con el juego ofensivo, porque con la excepción del sábado el equipo se sigue mostrando muy fiable en defensa. Sin embargo, el que era el máximo goleador de la categoría ya no ve puerta. Los rivales tienen estudiados a los de José Alberto. Y parte de este análisis es la reiteración de faltas. Al menos así lo interpreta el entrenador e insiste cuando tiene oportunidad. «Es parte del plan de partido de los rivales», decía ya antes del duelo en Los Cármenes,
Todo esto ha provocado un profundo malestar en el equipo, que considera que existe demasiada permisividad con el juego duro que se le hace al Racing. No solo porque no se castiga con más tarjetas la reiteración en las faltas, sino porque ni siquiera se señalan todas las que sufren los de José Alberto López.
El sábado, a los tres minutos de juego, Pérez Hernández y Ais Reig en el VAR les dieron un nuevo argumento: la durísima falta de Hongla sobre Aritz Aldasoro a los tres minutos de partido, que ni el árbitro principal ni el VAR valoraron merecedora de expulsión. Una decisión esta última interpretable, pero lo que resultaba evidente era la falta y, al menos, la amonestación. Sin embargo el árbitro, a menos de dos metros y de frente a la jugada, ni siquiera señaló la evidente falta en el centro del campo. Por si no habían quedado claros sus efectos, Aldasoro tuvo que abandonar el césped lesionado veinte minutos después. No se había recuperado de aquella acción.
Más allá de que la derrota cántabra en Los Cármenes se explica solo por la evidente superioridad del Granada, el duelo dejó otros datos que profundizan de nuevo en el perjuicio que el Racing siente que se le está causando a lo largo de toda la temporada. Uno de ellos, las seis faltas cometidas sobre Clément Michelin, cinco de ellas por el mismo futbolista: Rodelas, que sin embargo no fue amonestado por la reiteración. Otro, las tarjetas. Mientras que las cinco del Granada se mostraron por faltas violentas, las tres mostradas al Racing fueron por protestar y, en el caso de Aldasoro, por forzar la quinta amonestación ante la sospecha de que de todos modos no iba a poder jugar el domingo frente al Huesca.
Los verdiblancos llevaban además la lección y el discurso bien aprendidos. Michelin mostraba en el primer tiempo un tres con sus dedos. Era la tercera falta que recibía (o que le señalaban). Lo mismo Andrés Martín, que desde el césped hacía giros con el índice señalando lo mismo: una y otra falta. Se da la circunstancia de que el equipo cántabro no es tampoco uno de los que más faltas cometen, sino que se mantiene, como promedio en el mismo de toda la categoría: aproximadamente una docena por partido. De hecho, solo a siete equipos se les señalan menos faltas en contra que a los verdiblancos.
La comparativa también sirve con las Ligas europeas. El equipo de la Ligue 1 que más faltas recibe es el Montpellier con una media de 15,2. En la Serie A es el Bolonia con 14,9. En LaLiga, el Real Madrid con 14,4, y en la Premier League, el Tottenham con 14,2.
Con todos estos datos, el club ha articulado un nuevo discurso que tras lo sucedido el sábado ante el Córdoba ha calado hondo en sus aficionados. No solo por la acción sobre Aldasoro, sino por la mano previa (en este caso una jugada de interpretación o apreciación) que precede al segundo tanto granadino. No se achaca la derrota a las decisiones arbitrales en el que probablemente fue el peor partido de la temporada para los verdiblancos ante un gran Granada, pero de haber jugado los locales con un futbolista menos durante prácticamente todo el duelo el guion hubiera sido probablemente otro. No necesariamente uno en el que los racinguistas ganaran o puntuaran ante un Granada que fue muy superior, pero sí uno necesariamente diferente al que se desarrolló en Los Cármenes.
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Ana del Castillo
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