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A Guille Romo, el entrenador del Racing, le salen las palabras solas en la rueda de prensa. Pero ayer, no sabía cómo decir sin parecer exagerado que empatar con uno menos ante la UD Las Palmas le parecía poco. «Siempre que no ganas te ... vas con un sabor agridulce», comentó, eso sí. Y razón no le faltó. Su valoración –añadió– fue «positiva por la circunstancias en las que nos hemos encontrado y por el esfuerzo de los jugadores». Para el míster siempre «hay que felicitar la predisposición y el acierto».
Para Romo lo que parecía claro es que su equipo hizo méritos «para hacerles más daño». «Por cómo ha comenzado el partido y cómo queríamos jugarles hemos hecho méritos para hacerles el 1 a 0», explicó.
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Fue prudente porque ensalzó al rival que tuvo delante. «Sabíamos el nivel de la plantilla de ellos. Pero hay que quedarse con lo que toca y lo que es, es». El técnico, una vez que expuso que no era descabellado pensar en que el Racing podía haberse adelantado en el marcador, señaló que «el fútbol es tan cambiante que hasta el minuto veinte la sensación era que teníamos que ganar, luego se igualó y en la segunda parte... Fue una pena. Podíamos haberlos dañado más», reiteró. Sin embargo supo disculpar la falta de más atrevimiento en el segundo acto y con uno menos con el argumento de que «ellos tienen mucho nivel de pase, con tanto pelotero... Y era jugárselo mucho a solo defender. Con este equipo –Las Palmas– es muy complicado».
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Sobre la expulsión de Jorge Pombo, jugada clave del partido, Romo señaló que «la circunstancia hay que evitarla, porque cuando entra el VAR es porque hay algo que puede evitarse y eso es lo que hay que hacer porque vamos muy justos en la categoría». Y es que, según el técnico, «llevamos seis partidos y cinco los hemos acabado con uno menos». Irrefutable. «A cámara lenta todo parece más grave. No quiero caer en eso. Solo digo que es algo evitable –la entrada de Pombo que le supone la expulsión– y eso nos exige más de la cuenta».
«Cuando no se gana siempre hay una sensación agridulce a no ser que empates de 'chamba'», repitió. Ayer, bien es cierto, que el punto fue más que de sobra merecido, pero a Romo parece como que no le hubiera importado jugar sin expulsados a ver qué ocurría. «Podíamos haber jugado con once y que nos hubieran ganado, pero...».
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De nuevo El Sardinero fue una olla. Un escenario perfecto de comunión entre el equipo y la afición. «Hoy venían con la celebración previa de Tetuán y ha sido un espectáculo. Debemos demostrar al público que el equipo hace todo. Lo de la afición es una pasada no solo de ánimos sino de multiplicar los esfuerzos y hay que tenerla conectada».
Se ha ganado en Gijón, se ha empatado ante la UD Las Palmas y todo parece otra cosa a cuando el equipo sumó cuatro derrotas consecutivas. No obstante, Romo advirtió de que «lo mismo el domingo pierdes en Eibar y todo lo que hemos subido lo bajamos». Sin embargo aprovechó para reiterar que «existe confianza en el equipo y aunque sé que hemos hecho cosas bien, nos queda mucho por aprender y adaptar». Espera, «como ocurre con otros equipos», que a «medida que se madure en la categoría podamos sacar algún resultado bueno sin estar del todo brillantes». Romo, con esa visión práctica del fútbol, señalo que «hay que relacionar méritos con puntos».
Concluyó con una frase muy descriptiva: «Salvo un par de contextos, aún es pronto. Hay equipos aún que no saben ni por qué ganan. Estamos todos construyéndonos».
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