Romo, pendiente del estado físico de Arturo Molina y Germán Sánchez

El murciano depende de la evolución de sus dolores en el pie izquierdo, después de la contusión en el calcáneo que sufrió en el partido de la primera jornada frente al Villarreal B. No es una lesión que necesite recuperación, pero las molestias se encuentran en una zona muy incómoda para un futbolista, especialmente por el golpeo del balón.

Por su parte, el gaditano se retiró con problemas musculares el pasado sábado en el choque frente al Granada en Los Cármenes. El club no ha informado acerca de la lesión del central ni la zona dañada, pero en el caso de que haya rotura, podría estar algunas semanas de baja. Incluso si sólo se trata de una contractura, quizá lo mejor sea que repose y regrese al equipo con más calma, ya que el zaguero apenas ha realizado pretemporada y ha llegado más justo de forma al inicio de la competición.

Por lo demás, Guillermo Fernández Romo cuenta con el resto de su plantilla para preparar el choque contra el Oviedo. Si Arturo Molina no está disponible, el técnico tendrá que buscar de nuevo un extremo derecho. En Granada optó por un lateral diestro como Dani Fernández, aunque la apuesta no tuvo un resultado brillante. Jugando en casa, quizá esta vez sí que podría tener su oportunidad de inicio Alfon González.

Mientras tanto, en el centro de la zaga la posible ausencia de Germán Sánchez devolvería a la retaguardia a la formación del partido frente al Villarreal, con Unai Medina y Satrústegui en los laterales derecho e izquierdo, respectivamente, con Pol Moreno y Rubén Alves en el eje.

Son días en los que, además de lo físico y lo táctico, Guillermo Fernández Romo tendrá que cuidar el aspecto psicológico de su plantilla. Es pronto aún y no hay que hacer dramas, pero mientras el Racing sigue perdiendo y sin ver portería ajena, cada encuentro por delante va cobrando importancia, lo que aumenta la tensión para los futbolistas.

El partido frente al Oviedo, con un aliciente motivacional debido a la rivalidad entre ambos equipos, debe ser el del punto de inflexión racinguista para que los nervios no empiecen a aflorar en una plantilla que la pasada temporada estaba acostumbrada a ganar la mayor parte de sus compromisos y lo hacía con autoridad en la categoría inmediatamente inferior.